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Entre las novedades de materiales y técnicas para la construcción, está la de este ladrillo fabricado con algas, que puede suponer una verdadera revolución en el mundo de la construcción. El objetivo final es el de reemplazar al tradicional hormigón, y con ello conseguir más sostenibilidad para el medio ambiente y reducir las emisiones de CO2 de manera gradual.
No olvidemos que el hormigón ha sido tradicionalmente una de las fuentes principales de emisiones de dióxido de carbono y su uso en la construcción, como todos sabemos, ha sido la base del sector. En este sentido, el llamado Bio-Block es una de las grandes novedades.
Combatiendo la huella de carbono
¿Qué es el Bio-Block? Se trata de un ladrillo que se fabrica con una base de microalgas, y con el que se gana una gran resistencia. La clave está en un proceso denominado ‘biocementación fotosintética de microalgas’. El material final que se consigue es parecido al carbonato cálcico que hay en los mares, en un arrecife de coral.
Por las características de este nuevo material, la huella de carbono que se deja es muy baja y se podrían reducir las emisiones de carbono CO2 de forma importante. Además de esta sostenibilidad medioambiental, el potencial y las expectativas de este material para la industria de la construcción es evidente.
Influencia americana
El proyecto de estos materiales para la industria de la construcción viene de la mano de un equipo de arquitectos de SOM, y tuvo en principio el nombre de ‘Spiral’. Se presentó en un evento reconocido como Bienal de Arquitectura de Chicago, en Estados Unidos. En este entorno se realzan las últimas innovaciones en la arquitectura, se descubren nuevos protocolos y técnicas de la albañilería.
Todavía hay recorrido
Aunque todavía es pronto para hablar de grandes avances, la construcción que se consigue con el ladrillo Bio-Block es un importante paso adelante en la industria. Según opiniones de sus propios creadores todavía es pronto para utilizarlo de forma recurrente y solo se usa a nivel de exposición. Pero también se afirma que muy pronto el material podrá comenzar a utilizarse en construcciones reales.
Uno de los socios y creadores de los Bio-Blocks, Scott Duncan, ha manifestado que están muy implicados en la búsqueda de materiales más sostenibles que reduzcan las emisiones de CO2 a la atmósfera. En palabras textuales de Duncan «Nuestro objetivo es presentar una alternativa sostenible a los tradicionales bloques de cemento en nuestros edificios y ciudades».
¿Cómo es la fabricación del nuevo ladrillo?
Como hemos visto, el proceso de fabricación se basa en la llamada biocementación fotosintética de microalgas, organismos microscópicos que tienen la capacidad de producir carbonato cálcico. Se trata en definitiva de un material con alta resistencia y durabilidad.
En el comienzo de utilización, las microalgas se cultivan en un medio líquido, base para obtener las mejores condiciones para el proceso.
Según van creciendo las microalgas, van produciendo un principio activo conocido como carbonato cálcico, que se va acumulando en el fondo del recipiente de uso. Una vez que se consigue una cantidad determinada de producto, puede comenzarse a moldearse el ladrillo.
Hay algunas ventajas importantes del Bio-Block sobre el hormigón:
Es un material con mayor resistencia, se dice que similar a la resistencia del hormigón.
Se consigue una mayor sostenibilidad en lo referido a la huella de carbono y el medio ambiente. Incluso se habla de un nivel de reducción de emisiones que se acerca al 10%.
El peso es menor, se trata de un material más ligero que el hormigón, lo que facilita mucho su gestión, manipulación y sobre todo el transporte.
Puede mejorarse la calidad del aire que circula por el interior del producto, porque es más transpirable.
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