Fuente: La Nación.
La inflación creciente, que superaría los tres dígitos al año en la próxima medición oficial, según las proyecciones de varias consultoras privadas, ya se expresa en algunos cambios en los patrones de consumo. Es el caso del uso de las tarjetas de crédito, cuyas operaciones alcanzaron los $2.322.124 millones en febrero, un aumento de solo un 1,4% en comparación con enero. Se trata de una cifra magra ($33.158 millones), si se toma en cuenta que la inflación del primer mes del año había marcado un incremento del 6%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En tanto, el crecimiento interanual del uso de plásticos llegó al 82,6%, número que “tampoco alcanzó los niveles de la inflación del período, arrojando en consecuencia una baja de la cartera en términos reales”. Así se deprende de un informe publicado ayer por la consultora de negocios y finanzas First Capital Group.
“Estamos en presencia de una baja realmente significativa en los saldos de las financiaciones de este rubro. Febrero debe ser el mes durante el cual los límites de crédito se encuentran más desactualizados debido a que todavía no se han reflejado en los recibos de sueldo los incrementos de las paritarias y a que las entidades bancarias no han puesto en marcha los mecanismos de revisión de los mismos”, explicó Guillermo Barbero, socio de la consultora.
Más allá de los límites crediticios, que aún no se han actualizado para reflejar los aumentos salariales y la inflación acelerada, la otra variable a considerar es que febrero suele ser el de mayor gasto con tarjetas debido al inicio de clases y las compras asociadas, lo que hace pensar que si continúa, dado el actual contexto macroeconómico, podría confirmarse como una tendencia en los meses sucesivos.
“La aceleración del ritmo inflacionario hace que sea necesario actualizar los límites de crédito con mayor frecuencia para mantener el nivel de gasto de los tarjetahabientes. Llama la atención que el inicio del período lectivo, y las compras que este ocasiona, no se reflejen en un crecimiento más importante de los saldos”, aseguró el especialista.
Consultado acerca de otras variables que influyeron en la baja del uso de plásticos, Barbero aseguró, en diálogo con la LA NACION: “Además de los límites, que se fueron alcanzando con los últimos programas como Ahora 12, también hay que tener en cuenta que la suba de la tasa de interés, que también te va sacando saldo y hace que no se pueda consumir más con tarjeta”.
Sin embargo, el experto precisó que no se trata solo de eso. “La gente quiere comprar y le resulta dificultoso encontrar lo que está buscando porque los precios están descontrolados. Antes de comprar tiene que comparar en varios lados, al haber mucha dispersión. Y como la tarjeta es una compra de impulso, lo sufre, porque no está seguro de estar comprando al precio que tiene que comprar. Entonces, espera y consulta en otro lado, lo que también demora la posibilidad de usos de la tarjeta”.
Gastos en dólares En lo que refiere al uso de las tarjetas de crédito para compras en dólares, en First Capital Group aseguran que en febrero registraron una suba interanual del 17,2%, aunque con un “comportamiento mensual irregular”, mientras que el incremento respecto del mes anterior fue del 12,3%. “Los viajes al exterior han reactivado este rubro, pero la aplicación de tipos de cambio diferenciales para el uso de la tarjeta en moneda extranjera limitan su uso y hoy se encuentra en valores muy por debajo de los habituales en épocas de prepandemia”, concluyó Barbero
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