Apertura.
Mientras el triple impacto se posiciona como condición sine qua non en la agenda de las compañías, la Argentina celebró esta semana un hito para su empresariado. La organización Sistema B Argentina anunció que llegó a 200 empresas B certificadas en el país.
Las empresas B (o B Corps) son compañías que cumplen con altos estándares de desempeño social y ambiental, responsabilidad y transparencia. Estas también se comprometen pública y legalmente a beneficiar no solo a sus accionistas, sino a todas las partes interesadas de la empresa: los trabajadores, los clientes, las comunidades y el medio ambiente. Existen más de 1000 empresas certificadas en América latina y más de 7000 en todo el mundo.
A nivel regional, se trata de un paso relevante para la Argentina, que se posiciona en el top tres de países con más compañías certificadas. Sistema B está presente en 18 países de América latina y los que lideran el movimiento son Brasil (304), Chile (238), Argentina (205), Colombia (102) y México (86).
La organización trabaja hace más de 10 años en la Argentina para cambiar el paradigma económico. En un desayuno para la prensa que se llevó a cabo el día de ayer, Marina Arias, Directora Ejecutiva de Sistema B en Argentina, explicó la aceleración que está viviendo el fenómeno y la relevancia de los temas sociales y ambientales hoy en la agenda de las organizaciones.
Sistema B está presente en 18 países de América latina y los que lideran el movimiento son Brasil (304), Chile (238), Argentina (205), Colombia (102) y México (86).
"Sistema B se creó en 2012. En ese momento nadie nos entendía, había que darle mucho marco, mucho contexto. A muchos les resultaba muy innovador, a muchos les daba mucho miedo. A fines de 2020 celebramos las 100 empresas. Hoy somos 200. Eso habla de la exponencialidad del movimiento. Hoy no tenemos que explicarle a nadie qué es la sustentabilidad. Esta transformación está pasando. Da cuenta del crecimiento y hay un montón de empresas que van en el mismo camino", dijo Arias.
La cuenta fina da 205 empresas B en la Argentina, que pertenecen a 29 industrias y sectores diferentes -desde cosmética y moda hasta ganadería y todo tipo de servicios-, pero comparten tres características clave: definen su propósito; modifican sus estatutos, de manera de proteger el propósito, comprometer a sus accionistas a resolver el problema que declaran y tomar decisiones teniendo en cuenta las variables ambientales y sociales; y miden y gestionan su impacto y se comprometen a la mejora continua. La certificación de Empresa B es otorgada por B Lab, el único ente a nivel global que lo hace, una entidad sin fines de lucro de los Estados Unidos.
En 2012, Sistema B certificó a las primeras dos compañías en la Argentina: Emprendia en Buenos Aires y Ovis 21 en Chubut. En el transcurso del último año, recibieron su certificación 16 compañías, entre las que se destacan empresas como Danone y Logística La Serenísima, con más de 2200 y 1300 empleados respectivamente. "Estas empresas B son punta de lanza. Y demuestran que realmente es posible y podemos jugar el juego de otra manera. Como movimiento resignificamos el significado del éxito", reflexionó Arias.
Según la directora, la mayoría de las empresas que alcanzan la certificación son pymes, y representan el 80 por ciento. Sin embargo, crece el interés en las grandes compañías por alcanzar ese sello. Nespresso es un ejemplo, que en 2020 planteó el desafío a nivel global y en 2022 alcanzó la certificación a nivel local.
"Esto es salir de la zona de confort de las empresas. Nos dimos cuenta de todo lo que hacemos bien y todo lo que nos falta. Es un proceso de mejora continua", dijo María Eugenia Ybarra, Customer Care & Services manager de Nespresso.
La búsqueda de altos estándares de desempeño social y ambiental, responsabilidad y transparencia, tiene también un gran impacto económico. En Argentina, la comunidad de Empresas B emplea a más de 18.000 personas y factura, en total, u$s 1581 millones al año.
Las empresas B llegan al Congreso
Puertas adentro del Congreso hace una década que se vienen tratando distintos proyectos para impulsar la ley BIC que representa a las empresas que buscan un "beneficio de interés colectivo".
El proyecto de ley, de sancionarse, permitiría otorgar un reconocimiento legal a los emprendedores y empresarios que elijan estos criterios de gestión y administración, facilitaría su identificación y afianzamiento, e impulsaría las búsquedas de nuevas formas de organización económica, más inclusivas y sustentables.
Actualmente hay dos proyectos en el Congreso que impulsan la ley Bic.
El proyecto obtuvo media sanción en Diputados en 2018, pero luego perdió estado parlamentario. Ahora, el movimiento tomó nuevo impulso a través de dos proyectos, uno presentado por la diputada Margarita Stolbizer y otro por la senadora Gladys González.
"Sabemos que con 200 empresas B no vamos a cambiar el sistema económico. Lo vamos a hacer cuando todas lo sean. La ley Bic es una forma que tenemos como movimiento para impulsar nuestro propósito profundamente. Es súper importante que los candidatos en este contexto electoral entiendan que no es una ley para empresas, sino para todos", agregó Arias.
En la presentación también estuvo presente, Ricardo Minicucci, fundador de Trasa, una empresa B que trabaja en la inclusión financiera y emplea a 170 personas, quien también destacó la importancia de generar conciencia a nivel político en medio de un año electoral: "Hay mucha ignorancia general, deberían prepararse, porque hay mucha gente a la que le interesan otros temas", concluyó.
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