Economía Sustentable.
No son pocos los casos en los que las ideas que luego terminan siendo nobles emprendimientos comerciales arrancan, en primera instancia, por una mera necesidad personal, lejos de todo proyecto premeditado. En esa clase de eventos fortuitos quedó inmerso el matrimonio de Fernanda López y Pablo Duarte. Y el puntapié de la historia fue igual de azaroso.
Él había comprado un terreno en la costa atlántica y quería llevar una casita en un tráiler, motivo por el cual ambos comenzaron a indagar acerca de qué tipo de estructura era viable de transportar para tal fin. Así se sencillo descubrieron el mundo de tiny houses, tipología que construyen desde hace ocho años.Y eso fue lo que los llevó a involucrarse en este nicho y ˗sin metáfora mediante˗ a meter manos a la obra.
“En ese momento, yo trabajaba en una empresa de construcción y mobiliario; así que, con conocimientos en la materia, emprendimos Minicasas Argentina”. Esta empresa familiar con más de un lustro y medio a cuestas se dedica a la fabricación de espacios habitacionales “con altos niveles de terminación y calidad”, define Lopez.
Sin embargo, los módulos habitables que construyen no siempre tienen como destino el convertirse en una pequeña morada residencial, entre los diversos usos terminan siendo ampliaciones de casas convencionales, oficinas, salas de estudio o de yoga, quinchos, y hasta consultorios destinados a alguna terapia, solo por mencionar algunos de una lista que continúa a la par de lo que exija la imaginación.
La pareja asevera que, sin dudas, para ellos existe una gran oportunidad para este tipo de construcciones en la Argentina, puesto que “el cliente hoy busca la rapidez, lo simple y lo limpio”. Y, económicamente, “las tiny houses salen menos que una construcción tradicional”, sostienen. Por otro lado, revelan que muchos pretenden construir en partes, por ejemplo: primero un monoambiente de 20 m2 y, tiempo después, agregar otro módulo más.
Cómo se construyen las tiny houses
“Desde que arrancamos, nunca hemos parado de vender, ni siquiera durante la pandemia”, asegura, sin vueltas, la mentora del emprendimiento. Así las cosas, uno de los secretos para que esto así sucediera es que “trabajamos con proyectos personalizados, a medida y por diseño, según el requerimiento y a gusto de cada cliente”, afirma.
El sistema es muy rápido: obras de 30 o 20 m2 las entregan en 15 o 20 días, confían los propietarios de Minicasas Argentina. “Se hacen con pilotes de cemento de unos 20 o 30 cm para generar una cámara de aire, el cual está sujeto al piso. Viene un bastidor de madera con pintura para tratarla y se empiezan a levantar las paredes con los paneles termoacústicos”, detallan.
A continuación, se hace el bastidor del techo, se pone el aislante y se recubre, conforme lo que elija el futuro propietario, con terminaciones externas, chapa, madera o tarquini, o se puede realizar con combinación de diversos materiales. Aunque, reconocen, últimamente se está utilizando muchísimo la chapa, porque no requiere de mantenimiento, pero también la madera, para darle calidez.
En los pasos finales para la construcción de estas minicasas se llevan a cabo las instalaciones eléctricas de agua, en caso de que lo necesiten, se pone el Durlock, se pasa a la pintura interna, el piso flotante o PVC, la iluminación led, las aberturas… y la entregan “al dente”, sin mobiliario, en caso de no ser solicitado, para que el cliente pueda amueblarla a gusto.
Sustentabilidad mediante, es importante destacar que estas minicasas se “levantan” con el sistema de construcción en seco realizado con paneles termoacústicos, lo que no solo produce el ahorro de tiempo y dinero, sino que ofrece una mejor calidad en resistencia estructural. Lo que decanta, además, en menor pérdida de materiales. También ofrecen la opción de paneles solares.
Sustentabilidad rodante: las ventajas de las minicasas trasladables
Otra diferencia sustancial, además de las tiny houses fijas, que se comercializan a valores promedio que oscilan los $790.000 por m2 para el caso de las más vendidas, son los modelos rodantes ($1.100.000 por m2, incluye obra y materiales), que se montan en unos 30 días y, al igual que las primeras, vienen “con paneles de madera de OSB con aislación interior, estructura de hierro con antioxidante, pisos flotantes, revestimientos de interiores, etc.”. Y como no se sujetan al suelo y son transportables, cuentan con sistema modular, por lo que se pueden ampliar.
Más que oportunas para los aventureros que gustan más de recorrer que quedarse, en cambio, en un solo lugar, como generalmente no superan los 15 m2, son ideales para una o dos personas. “Las utilizan mucho para trasladar hasta los campings y también están los que tienen un terreno comprado pero la casa sin construir, y arrancan con una tiny para el mientras tanto”. ¿Una gran ventaja en este sentido? No lleva planos municipales debido a que no está sujeta al suelo.
Por toda esa experiencia, también les encargaron la fabricación de una confitería móvil para Neuquén: “La dueña concurría a diferentes ferias y eventos con su emprendimiento. No tenía la necesidad de estar en un solo lugar, y evitaba pagar un alquiler todos los meses, tener siempre el mismo público”. ¿Alguna condición particular para las tiny houses rodantes? “Debés contar cob seguro, el tráiler tiene que estar homologado, con los materiales correspondientes”.
Tiny houses, on fire: una demanda que no para de crecer
Si para muestra basta un botón, fruto de todo el esfuerzo lograron llevar adelante obras “emblemáticas” como un local de 36 m2 en el Kaddy Golf, en Driving Norte, en Int. Cantilo y La Pampa (CABA); el local Tuna Pets, en San Isidro; un taller de arte móbil para la Universidad Austral sede Pilar y un módulo de 24 m2 para la ecoaldea Faro del Mundo, en Córdoba, entre una lista que continúa.
Lo cierto es que se trata de “un producto que a la gente le encanta y cada vez se van animando más, porque rompe la estructura de la casa clásica. Lo mismo con los materiales: la construcción húmeda no es por proyecto, sino por día, entonces se dilata más. En cambio, con las tiny houses, solo deben secarse los pilotes de cemento, proceso que demora solo un día”, concluye.
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