Cinco días.
En 2015, Gobiernos, organizaciones, sociedad civil y empresas adoptaron 17 objetivos globales interconectados, concebidos como “un plan para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos”, en palabras de la propia Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero el telón cae en 2030 y los ODS no se están cumpliendo o, al menos, no al ritmo deseado. De hecho, datos del INE revelan que el 25% de la población residente en España se encuentra en situación de pobreza o vulnerabilidad; mientras que un estudio reciente de APPA constata que el 86% de la energía usada en nuestro país aún proviene de combustibles fósiles o energía nuclear.
¿Qué está fallando? No es la tecnología, ni las herramientas para alcanzarlos, sino que los esfuerzos de todos los actores implicados aún son insuficientes. Es urgente avanzar hacia el mundo que queremos y abandonar lo que ya no tiene sentido en el nuevo paradigma económico y empresarial que nuestra sociedad demanda y necesita. Este mensaje ha resonado con fuerza en la 7ª edición del B Good Day, la gran cita anual del movimiento B Corp en España y uno de los eventos de referencia en sostenibilidad empresarial y economía de impacto.
En un escenario de “cambio o colapso” –según el nivel de optimismo de cada cual–, B Corp está transformando nuestra economía para beneficiar a todas las personas y el planeta. Para lograrlo, este movimiento promueve un nuevo modelo empresarial que crea valor social y ambiental, además de beneficios económicos, contribuyendo así a dar respuesta a los principales retos del presente. Con esta misión, B Corp ha reunido en su cita anual, el B Good Day, a los principales representantes del mundo empresarial y a todos los agentes del cambio de nuestro país. ¿Su objetivo? Aunar propuestas y avanzar de forma conjunta hacia un futuro más justo, inclusivo y regenerativo.
Bajo el lema El Futuro Es Ser B, 80 líderes de opinión en múltiples ámbitos se han dado cita en este gran encuentro, que ha congregado a más de 450 asistentes y 300 organizaciones en el World Trade Center de Barcelona. A lo largo del día, se revisaron los logros pasados e identificaron los deberes para continuar liderando la transformación empresarial sostenible. Entre las empresas B Corp participantes, se encuentran compañías del sector alimentario como Danone o Veritas; de la moda, como Ecoalf o Hemper; del sector dermocosmético o farmacéutico, como Isdin, Ferrer o Chiesi; de la educación, como SEK Education Group, y de la energía, como Holaluz, entre muchas otras.
Haciendo camino al andar
Desde su creación hace ya casi una década, el movimiento B Corp ha unido en España a una activa comunidad de más de 230 empresas orientadas a generar un impacto positivo en sus más de 14.500 trabajadores, las comunidades donde operan, sus proveedores, sus clientes y en el medio ambiente. Estas compañías cumplen con altos estándares de desempeño social y ambiental y de transparencia pública. Además de tener un propósito que va más allá de ganar dinero, a las empresas B Corp también se les exige que modifiquen sus estatutos legales para que, en la toma de decisiones, tengan en cuenta, no sólo a sus accionistas, sino también a todos sus grupos de interés. Una vez superado el estándar, las B Corps se someten a una re-evaluación cada tres años para garantizar la mejora continua.
Ahora bien, para cumplir con la agenda 2030 y transformar nuestro sistema económico, no basta con movilizar a las empresas. Por ello, el movimiento B Corp está involucrando en esta transformación a todos los actores de la sociedad: las instituciones públicas, la academia, el tercer sector, la ciudadanía y, por supuesto, el sector empresarial y sus líderes. Y es que todos los agentes son imprescindibles, pero es especialmente desde las posiciones de liderazgo de las compañías donde se pueden iniciar cambios significativos y a gran escala. Cambios que contribuyan a revertir datos tan alarmantes como este: según Edelman Trust Barometer 2020, el 60% de la población española cree que el actual sistema capitalista genera más daños que beneficios.
En este sentido, la CEO y cofundadora de Holaluz, Carlota Pi, lo tiene claro: “una compañía tiene que ser una herramienta para cambiar el mundo. Con un propósito que sitúe a las personas y el planeta como protagonistas del ecosistema, las empresas podemos lograr un futuro brillante y lleno de abundancia para todos.” Pi es consciente del privilegio y la gran responsabilidad que supone haber nacido en este lado del Mediterráneo. Así lo comparte a menudo con sus tres hijas. Esta conciencia la motivó a crear Holaluz, junto con dos amigos, en 2010, con el objetivo de “liderar la transformación del sector energético”. Para ella, hoy la disyuntiva ya no está entre ‘energías renovables sí o energías renovables no’, sino que nuestra única opción es avanzar hacia un presente 100% verde para asegurar un futuro sostenible. En sus palabras, “la revolución verde es imparable”.
De hecho, la CEO de Holaluz asegura que la suya fue la primera compañía energética en hablar de valores y de sostenibilidad. Otra empresa pionera en este sentido fue SEK Education Group, una de las instituciones independientes de enseñanza más antiguas de España y también empresa B Corp. Tal y como destaca su presidenta, Nieves Segovia: “Ha llegado el momento de transformar un sistema educativo que se ha quedado anacrónico y convertirlo en un verdadero motor de cambio social. Tenemos la responsabilidad de equilibrar la balanza de la inteligencia artificial y desarrollar los atributos que nos diferencian como seres humanos: la empatía, la capacidad de conectar diversos conocimientos, la interacción con otros, el pensamiento crítico...”.
Educar con ese fin, y no solo para acumular aprendizajes, “nos hace un sector con un propósito: el de servir de verdad al desarrollo de las personas y ayudar a los alumnos a desarrollar sus propósitos vitales”, continúa Nieves Segovia. Para la presidenta de SEK Education Group, los jóvenes no aprenden de lo que los adultos les dicen, sino de cómo son y qué hacen. De ahí la importancia del liderazgo, cada cual en su ámbito de influencia: como padres, como líderes empresariales...” Todo el que quiera dar pasos en beneficio del bien común puede servirles de inspiración, constata Nieves Segovia. “Cada día, con nuestro ejemplo, estamos formando a mejores ciudadanas y ciudadanos para el mundo”.
Estas dos líderes empresariales, disruptoras en sus respectivos sectores, coinciden en el valor del propósito y del liderazgo valiente. “Tomar decisiones alineadas con tus valores, habiendo escuchado qué necesidades reales tiene la sociedad, te sitúa en la vanguardia del cambio”, concluyen. Ambas reconocen que la transformación ya está en marcha, aunque admiten que “desmontar una estructura que ha existido durante tanto tiempo y crear otra no es algo sencillo”. En este contexto, “las compañías instauradas en el viejo modelo, centrado sólo en maximizar el valor para el accionista, no tendrán cabida en este nuevo paradigma, en el que se espera de las empresas la búsqueda del bienestar compartido”, enfatizan.
Sobre este liderazgo también ha reflexionado Juan Naya, CEO de Isdin: “como empresas podemos ser parte de la solución, y las compañías del futuro debemos tomar partido en los grandes retos sociales y ambientales del presente. Podemos innovar, tenemos talento… Es la hora de poner todo esto al servicio de la sociedad.” A su vez, Belén Viloria, directora ejecutiva del movimiento B Corp en España, ha recordado que, “en medio de tantos desafíos, crisis hasta ahora inimaginables y maneras de hacer ya obsoletas, necesitamos seguir inspirando a millones de personas, y traducir nuestra visión en acciones colectivas que sitúen definitivamente la economía de impacto en el centro de la acción empresarial”.
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