Cemento superrefrescante: investigadores chinos desarrollan un material que refleja la luz solar y emite calor
- Equipo OB
- 1 sept
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Noticias Ambientales.
En un contexto de veranos cada vez más extremos y ciudades sobrecalentadas, un equipo de investigación liderado por la Universidad del Sudeste de China ha creado un nuevo tipo de cemento capaz de reflejar más del 95 % de la radiación solar y emitir calor por radiación térmica, en lugar de absorberlo como ocurre con los materiales tradicionales.
Este avance podría transformar la forma en que diseñamos edificios y espacios urbanos, ofreciendo una solución pasiva y escalable para enfrentar el efecto isla de calor y reducir la dependencia del aire acondicionado, cuya huella energética y ambiental es cada vez más difícil de justificar.
Cómo funciona este cemento inteligente
A diferencia del cemento convencional, que absorbe la radiación infrarroja y la convierte en calor, este nuevo material fue diseñado desde cero, modificando su composición química básica.
La mezcla incluye caliza y yeso, que al solidificarse en moldes especiales, generan una superficie donde crecen microcristales de etringita. Estos cristales funcionan como millones de espejos microscópicos, reflejando la luz solar y disipando el calor hacia el cielo.
En condiciones reales de ensayo, en un tejado de la Universidad de Purdue (EE. UU.), la superficie del cemento se mantuvo 5,4 °C por debajo de la temperatura ambiente al mediodía, un dato verificado mediante sensores térmicos y cámaras infrarrojas.
Más que eficiencia térmica: resistencia, rapidez y huella de carbono negativa
Además de su capacidad para refrescar superficies, el cemento presenta una resistencia mecánica notable y un fraguado ultrarrápido: en apenas seis minutos tras su hidratación, ya puede soportar impactos sin deformarse, lo que permite acelerar obras y reducir tiempos de espera en construcción.
Las simulaciones a largo plazo, realizadas con modelos de aprendizaje automático, sugieren que este cemento podría alcanzar una huella de carbono negativa en un ciclo de vida de 70 años, absorbiendo más CO₂ del que emite durante su producción y uso combinados.
Aplicaciones urbanas y climáticamente responsables
Este tipo de innovación resulta especialmente valiosa en regiones cálidas, donde el aire acondicionado representa un alto coste energético. Países como España, México o el sur de Italia, donde los veranos son cada vez más intensos, podrían beneficiarse enormemente de su implementación.
A diferencia de otras soluciones como revestimientos reflectantes o cubiertas blancas, este cemento integra la funcionalidad térmica en el propio material estructural, sin necesidad de capas adicionales ni tratamientos químicos.
Ya se estudia su incorporación en edificios públicos, escuelas y viviendas sociales, como estrategia para reducir desigualdades energéticas. También se proyecta su uso en pavimentos urbanos, rehabilitación de edificios antiguos y sistemas híbridos con paneles solares, donde la menor temperatura superficial mejora el rendimiento fotovoltaico.
Construcción sostenible: una visión estructural para el futuro urbano
Este cemento representa una visión más ambiciosa de la arquitectura sostenible, donde los materiales no solo sostienen estructuras, sino que mejoran la habitabilidad, reducen el consumo energético y contribuyen a la justicia climática.
En un mundo que necesita soluciones prácticas y escalables para enfrentar el cambio climático, innovaciones como esta podrían marcar la diferencia: enfriando nuestras ciudades, fortaleciendo nuestros hogares y haciendo más justo el acceso al confort térmico.
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