Meteored.
Hace unos meses, en un antiguo edificio de Seattle se vertieron alrededor de 60 toneladas de hormigón como parte de las tareas de renovación histórica del edificio. Para quienes observaban las obras, incluso para los propios trabajadores, la construcción era una más de las miles que se desarrollaban en la ciudad. Sin embargo, esta acción tan poco glamorosa de verter relleno en ese pozo estaba marcando un hito en la lucha contra el cambio climático.
En esta obra hizo su debut una innovación pionera en la industria de la construcción: concreto listo para mezclar que no lleva cemento, creado por la empresa C-Crete Technologies. Al eliminar este material, no se producen emisiones significativas de CO2; de hecho, los fabricantes afirman que lo absorbe del aire con el tiempo, lo que le otorga una mayor durabilidad y contribuye al impulso de la industria de la construcción hacia el objetivo de cero emisiones netas.
La producción de cemento, el componente principal del hormigón, es una de las principales fuentes de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el mundo. En 2022, la industria del cemento representó el 7 % de las emisiones globales de CO2.
Cada tonelada de carpeta C-Crete que reemplaza el cemento Portland evita aproximadamente 1 tonelada de emisiones de CO2. El nuevo concreto es muy fluido, se puede bombear y es muy resistente, incluso más que el concreto tradicional. Además, es altamente duradero y es compatible con las mezclas de concreto tradicionales.
No debería sorprendernos que se preste atención a este tema. El hormigón es la segunda sustancia más utilizada en el mundo después del agua, y la producción de cemento es una de las principales fuentes de emisiones de dióxido de carbono en el mundo. Tanto es así que en 2022 representó el 7 % de las emisiones globales de CO2.
Mismos resultados con menos emisiones
Hoy en día, para fabricar hormigón, los trabajadores mezclan cemento Portland con agua, creando una pasta que se adhiere a materiales como arena y roca. La producción de cemento representa la porción del concreto costosa y con alto contenido de carbono, por lo que era necesario encontrar un conjunto de moléculas que pudieran producir un aglutinante similar al cemento.
El proceso de producción de cemento implica la calcinación de piedra caliza a altas temperaturas, liberando dióxido de carbono a la atmósfera. Limpiar una industria tan grande y conservadora como la construcción requerirá una transición fluida y económica.
"Nos entusiasma presentar nuestro concreto sin cemento, que constituye una revolución en la construcción sostenible", declaró Rouzbeh Savary, fundador y presidente de C-Crete. "Nuestra carpeta es un sustituto del cemento Portland que reduce drásticamente las emisiones de carbono. Dado que nuestro producto cumple con los estándares de la industria y tiene una paridad de costos con el concreto convencional, abre una era completamente nueva en la construcción".
Este material compite con el cemento tradicional en cuanto a durabilidad y costos.
Debido a que la industria está tan acostumbrada al cemento Portland, y también debido a las responsabilidades involucradas en los proyectos de construcción, si un nuevo producto es complicado de usar o se comporta de manera diferente, los contratistas y trabajadores no cambiarán.
La combinación molecular que finalmente eligió C-Crete aún está en secreto mientras la compañía espera sus patentes, pero pruebas de terceros han descubierto que cumple con los requisitos de rendimiento del cemento Portland, como resistencia y fluidez.
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