Encontrar los materiales adecuados para un proyecto no es fácil. Hay que tener en cuenta muchos factores. Por ejemplo, la construcción de una casa. No sólo es necesario que los materiales de esa casa sean capaces de soportar toda la estructura, sino que también tienen que ser duraderos, lo bastante flexibles para soportar la dilatación térmica, resistentes al agua y, en el mejor de los casos, lo más baratos posible sin comprometer la seguridad de la estructura. Las cosas se complican aún más en determinadas condiciones. Digamos que vives en una costa donde el nivel del agua cambia drásticamente a lo largo del año. O que vives en una falla geológica, donde tu casa no sólo tiene que resistir el desgaste general, sino que tiene que poder moverse lo suficiente como para soportar un terremoto sin caerse.
El campo de la ciencia de los materiales siempre busca crear materiales cada vez más innovadores para resolver problemas como éste. Recientemente, un grupo de científicos ha publicado un estudio en el que afirman haber resuelto un gran problema: cómo ser resistente y absorber vibraciones o choques.
La mayoría de los materiales son o una cosa o la otra: o superresistentes y duros o capaces de soportar las tensiones y movimientos variables de las vibraciones. Según el equipo de la Universidad de Ámsterdam, la clave para crear un material que fuera lo mejor de ambos mundos era utilizar objetos que se doblaran en lugar de flexionarse si se presionaban desde arriba, como una lámina de metal. Si se fuerza al material a doblarse y luego se hace un material compuesto con varias capas de ese material ya doblado, se convierte en algo totalmente distinto.
"Cuando se ensamblan de forma inteligente, las construcciones hechas con estas láminas curvadas se convierten en grandes absorbentes de vibraciones, pero al mismo tiempo conservan gran parte de la rigidez del material del que están hechas", afirma David Dykstra, autor principal del estudio, en un comunicado de prensa. "Además, las láminas no necesitan ser muy gruesas, por lo que el material puede mantenerse relativamente ligero".
Esta sustancia creada en laboratorio se denomina metamaterial, un material que se ha diseñado en un laboratorio para que tenga propiedades o combinaciones de propiedades que no existen en la naturaleza. A menudo se utilizan para guiar ondas por trayectorias deseables, ya sean ondas electromagnéticas u ondas físicas causadas por vibraciones.
Los metamateriales no son nuevos, pero sí útiles. Aunque hay muchas cosas que la naturaleza hace exquisitamente bien y muchos casos en los que nos inspiramos en ella para el diseño y la ingeniería, hay situaciones en las que necesitamos una sustancia que haga algo que no es natural, como dispersar los rayos solares o incluso hacer algo invisible. Ahí es donde entran en juego los metamateriales. El equipo espera que su nuevo metamaterial tenga diversas aplicaciones, desde la ingeniería aeroespacial hasta los microscopios. "A los humanos nos gusta construir cosas -pequeñas y grandes- y casi siempre queremos que esas estructuras sean ligeras", afirma Dykstra en un comunicado de prensa. "Si eso se puede hacer con materiales que sean a la vez rígidos y buenos en la absorción de impactos, muchos diseños existentes se pueden mejorar y muchos diseños nuevos se hacen posibles". Vía: Popular Mechanics
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