Construcción y cambio climático: el desafío de encontrar materiales alternativos en una industria clave
- Equipo OB
- hace 11 minutos
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Noticias Ambientales.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la industria de la construcción es uno de los principales motores del cambio climático.
En Argentina, el panorama es similar: el sector concentra el 40 % del consumo energético, gran parte destinado a calefacción y refrigeración. Los materiales tradicionales como cemento, acero, hormigón y aluminio generan el 15 % de las emisiones globales, especialmente durante su producción.
Construcción en seco y bioconstrucción: alternativas sostenibles en la industria
En el país, aún predomina el uso de métodos convencionales, pero se observa un crecimiento de la construcción en seco, que reduce el consumo de combustible en un 60 % y las emisiones de CO₂ en un 22,5 %, según la Cámara Argentina de la Construcción.
A su vez, experiencias como la de La Serranita (Córdoba) demuestran que la autoconstrucción con materiales naturales —como bastidores de madera, paja y tierra— puede ofrecer confort térmico y bajo impacto ambiental.
Bioconstrucción: tradición, sostenibilidad y falta de regulación
La construcción con tierra se adapta a climas diversos, pero aún carece de marco legal nacional.
Expertos como Leonardo Nucci y María Rosa Mandrini destacan que la bioconstrucción es una técnica culturalmente arraigada y ambientalmente eficiente, pero que no cuenta con reglamentación nacional.
Desde 2021, la Red Protierra Argentina impulsa ordenanzas locales para estandarizar prácticas. Hasta ahora, 15 provincias han aprobado normativas municipales y tres han sancionado leyes provinciales, evidenciando su versatilidad en zonas sísmicas y climáticamente diversas.
Vivienda social y eficiencia energética: una deuda estructural
Más de cuatro millones de familias enfrentan déficit habitacional y altos costos energéticos.
Argentina enfrenta un déficit habitacional crítico, con 1,6 millones de familias sin vivienda y más de dos millones en condiciones precarias.
Según Salvador Gil, especialista en sostenibilidad, muchas familias autoconstruyen sin diseño técnico ni aislamiento térmico, lo que incrementa el consumo energético y obliga a usar fuentes costosas y contaminantes como la leña o el gas en garrafa.
“La eficiencia energética no solo reduce emisiones, también combate la pobreza”, afirma Gil en dialogo con Pagina 12.
Normativas y etiquetado energético: avances y desafíos
El Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas busca medir el consumo energético anual.
Desde 2023, el PRONEV, impulsado por la Secretaría de Energía, permite evaluar el requerimiento energético de las viviendas. Aunque su aplicación es voluntaria en gran parte del país, provincias como Santa Fe ya lo exigen al momento de escriturar.
Hasta ahora, se han emitido 1.357 etiquetas y analizado 3.738 viviendas, considerando factores como clima, materiales, aberturas y ventilación.
Hacia una construcción sustentable: el rol del Estado y la sociedad
Normas IRAM, certificación LEED y participación ciudadana como pilares de la transformación.
Argentina cuenta con normas IRAM 11600 para aislamiento térmico y eficiencia energética, pero su carácter voluntario limita su impacto. Expertos como Carolina Ganem y Carolina Sfeir coinciden en que la implementación obligatoria por región climática y el involucramiento social son claves para avanzar.
En el plano internacional, Brasil y México lideran el ranking LEED, mientras que Argentina ocupa el quinto lugar en Latinoamérica, con crecimiento sostenido y potencial para consolidar una industria constructiva más amigable con el ambiente.
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