La Voz.
La compra en pozo ganó popularidad en los últimos 20 años como una opción atractiva para quienes buscaban invertir en bienes raíces. Implica adquirir una propiedad antes de que se complete su construcción, lo que ofrece una serie de beneficios para compradores y desarrolladores.
Recientemente, durante una consulta realizada por Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (Cedu) en el encuentro con inversores inmobiliarios agrupados por esa cámara que tuvo lugar en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), el ministro de Economía, Luis Caputo, apuntó: “El blanqueo abarcará los proyectos en pozo”. Esa declaración abrió un potencial escenario de oportunidades para el sector y retomó uno de los temas clave durante la segunda edición de Proyectar Córdoba, evento en el cual Sebastián Sánchez (co-fundador de Kopel Sánchez) valoró que la alternativa de inversión en pozo puede ser una opción rentable, considerando la reciente experiencia uruguaya en esa materia.
En la misma línea, Luis Signoris, gerente general de Compañía Gerenciadora Fiduciaria (CGF), apuntó: “Vemos muy positivo que se tengan en cuenta proyectos de pozo como parte del blanqueo de capitales, dado que impulsa un segmento del mercado que es clave como primera vivienda”.
En principio, la reglamentación permite el blanqueo de hasta U$S 100 mil sin impuestos, lo que posibilitaría la inversión en inmuebles de pozo y bajo determinadas condiciones; se estima que en unos días podría ampliarse el blanqueo para la compra de inmuebles usados y a estrenar.
El blanqueo y la posibilidad de que el dinero regularizado sea volcado hacia la construcción en pozo pueden hacer que los beneficios se trasladen a los compradores.
“La principal ventaja que ofrece el blanqueo es que el contribuyente que regulariza su dinero puede moverlo para adquirir un activo inmobiliario seguro, a precios bajos (por la disponibilidad de efectivo) y así evitar el dinero inmovilizado y su pérdida asociada de valor hasta el 31 de diciembre de 2025, además de ahorrarse el costo de regularizar por esos montos”,subrayó Mariela Schenone, directora ejecutiva (CEO) de Metro Futuro.
Así, se perfila un consenso optimista en materia de expectativas sectoriales, en el sentido de que la inclusión de los proyectos en pozo en el blanqueo fiscal representa una oportunidad significativa para revitalizar el mercado inmobiliario. “Esta medida puede atraer inversores y compradores mediante incentivos fiscales, mejorando la liquidez y la viabilidad financiera de los desarrollistas que se encuentren con emprendimientos en construcción. No obstante, es válido aclarar que hay que observar con cautela la implementación efectiva y la durabilidad de estas políticas, para asegurarle al comprador el resultado de su Inversión, dado el contexto económico cambiante y nuestras experiencias previas”, afirmó Luciano Lutri, titular de la firma Luciano Lutri Inmuebles.
Respecto a la rentabilidad de la inversión en pozo, en la actual coyuntura se perfila como atractiva teniendo en cuenta criterios bien definidos. Se valora la estabilidad y previsibilidad en la regulación como fundamentales para atraer inversiones sostenibles en proyectos inmobiliarios, y se destaca como prioridad la importancia de evaluar meticulosamente cada proyecto en términos de ubicación del emprendimiento, trayectoria, calidad del desarrollador y del emprendimiento y perspectivas del mercado local antes de recomendar inversiones a los clientes. “Este enfoque garantiza decisiones informadas y beneficiosas para todas las partes involucradas”, agregó Lutri.
Cauteloso optimismo
“En el contexto actual, la posibilidad de que el blanqueo abarque a los proyectos en pozo genera optimismo; si bien depende de cómo se instrumente la medida, puede dinamizar al sector. Córdoba tiene déficit habitacional, y demanda hay de sobra”,detalló Gabriel Holland, titular de Holland Gestión Inmobiliaria.
En un proceso típico, los desarrollistas hacen punta, deciden el lugar dónde se levantará el proyecto, atraen inversores y amplían con inmobiliarias locales. El blanqueo genera expectativas para inversores grandes y medianos, y puede acompañarse con créditos hipotecarios para el cliente final que quiere invertir en su primera vivienda. Además, si se suman incentivos fiscales a plazos mínimos de entre 4 y 10 años, se favorece el negocio, pues eso dota de un optimismo realista a los interesados.
Es clave asesorarse con expertos del sector inmobiliario, además de moverse ágilmente.
Por otro lado, el aumento del metro cuadrado en 2024 y la pesada carga impositiva para un proyecto con avances de obra no dejaba mucho margen ni optimismo en los últimos años, lo que generó que la inversión migrara a otras plazas de Latinoamérica. “Muchos llevaron sus desarrollos y trabajo afuera (Miami, Montevideo, Paraguay, Costa Rica, entre otros destinos) por falta de políticas fiscales que integren e incentiven a los interesados en el sector. Un proyecto en Córdoba no aseguraba rentabilidad con los vaivenes de la economía de los últimos años. Hoy, con esta coyuntura, se estima que los precios van a subir y que eso ayudará a invertir y ganar una rentabilidad sana y previsible para un proyecto que requiere millones de pesos y un horizonte de tiempo para edificar que va de 1 a 3 años”, concluyó Holland.
Quienes ingresen en este blanqueo ya no podrán participar de otros (cualquiera sea el nombre que se le de en el futuro) hasta 2039.
Experiencias internacionales
La experiencia uruguaya enseña que la alternativa de inversión en pozo puede ser una opción. “En cuanto a oportunidades para inversores, observamos un aumento en la demanda de apartamentos en pozo en Uruguay, especialmente en la capital del país, los cuales permiten una rentabilidad anual en dólares cercana al 11% entre lo que se percibe de alquiler (6%) y la revalorización del terreno de un 5%, gracias al creciente interés por desarrollos inmobiliarios en la capital del país”, develó Sebastián Sánchez, (co-fundador de Kopel Sánchez), durante el evento Proyectar Córdoba.
Otra alternativa a considerar es el denominado “cross border investing”, que consiste en inversiones transfronterizas con seguridad jurídica, estabilidad y beneficio (algunas de las características que más llaman la atención de los inversores). “Es importante y urgente que Argentina modernice el fisco, para ser competitivos en una Latinoamérica más competitiva, en la que los Estados compiten por generar puestos de trabajo y beneficios a sus ciudadanos.
El caso de los beneficios fiscales o incentivos que exoneran de impuestos como el IVA y/o Ganancias (o brindan facilidades en tasas), en Montevideo son ejemplos útiles a efectos de generar un mayor movimiento de capital a través del blanqueo, haciéndolo atractivo frente a países con incentivos fiscales en Latinoamérica, donde se brindan beneficios que generan y facilitan la rentabilidad desde lo técnico-legal y en donde los alquileres con mayores ingresos y/o en dólares hacen más atractiva la inversión. El fisco podrá demorar en cobrar, pero aumentará las arcas fiscales al concluir las obras. Eso sería un modelo ganar-ganar para todos; ceder ahora para ganar más adelante, fomentando el crecimiento conjunto”, remarcó Holland.
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