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La Cámara Tucumana de la Construcción trabaja desde hace más de 60 años velando por los intereses, los derechos y el desarrollo de los empresarios de la construcción de la provincia. Sin embargo, hoy les preocupa la recesión económica que golpea al sector, consecuencia del parate de la obra pública.
Su presidente, Jorge Garber, planteó que “la principal preocupación es la situación de la empresas constructoras, las cuales luego de un periodo de altos valores inflacionarios no están pudiendo, en general, cobrar los saldos adeudados de las obras que financiaba la Nación; habiendo consumido todo su capital de trabajo, intentan aún mantener su personal y estar operativas por las obras por venir. Pero la subsistencia con facturación cero es imposible”.
En ese sentido, Garber rescató que “el actual Gobierno de Tucumán tiene una sensata evaluación de la realidad actual y pondera positivamente los beneficios de la obra pública para cubrir las necesidades de los comprovincianos, entendiendo que esta no sólo impacta por lo social sino por su estrecha relación con el desarrollo de la provincia”. Y sostuvo que “las medidas que viene tomando nuestro Gobierno provincial están orientadas a mantener la mayor cantidad posible de obras en ejecución intentando que todas las empresas constructoras tengan trabajo, lo que significa dinamizar la economía, generar empleo directo e indirecto y trabajo en más de 70 actividades directamente relacionadas a la construcción”.
Ante este contexto, y para hacerle frente a esta situación, la Cámara Tucumana de la Construcción está manejando distintas alternativas a los fines de acercar soluciones e interceder ante el Gobierno provincial a fines de recuperar el flujo de trabajo. “Por nombrar solo algunas gestiones: para recuperar el terreno en Manatiales Sur del programa Procrear que parece discontinuado, para ejecutar así las obras con fondos provinciales, y en un sistema de venta a crédito hipotecario tener un flujo de recupero para volver a volcarlo en obras públicas, la implementación del sistema Activo por Activo por el cual el Estado se desprende de inmuebles ociosos que pueden llegar a tener un valor inmobiliario privado y en contraprestación ejecutar obra públicas que el Estado demande, la implementación del sistema Participación Público Privada donde una empresa privada ejecuta obras de interés público y genera su propio recupero mediante el usufructo de la obra”, precisó Garber.
“La Cámara entiende que la recesión económica que estamos atravesando es consecuencia del ajuste propuesto por el gobierno nacional, ya que era inviable seguir con alta inflación. Si bien esta medida había que tomarla, el rebote en V no será en lo inmediato. Por ello necesitamos otro plan que desarrolle y complemente al plan de ajuste. Por el momento estamos expectantes ante el reinicio de las obras neutralizadas, entendiendo que se está produciendo un deterioro a medida que pasa el tiempo, sumado al vandalismo y a los riesgos de usurpación que siempre existen. Es clara la necesidad de la obra pública por lo que antes dicho, entendiendo que según datos del IPV el déficit habitacional en la provincia llega a 50,000 familias. Y si a esto le sumamos las obras de infraestructura que incentivarán a los desarrolladores a obras privadas, el futuro de nuestra industria es prometedora a mediano plazo. Proyectamos que la mejora de los indicadores macro impulsarán a una mejora en la microeconomía, augurando mejores tiempos y una puja sostenible hacia el próximo año”, auguró el presidente de la Cámara.
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