La Nueva.
De la "motosierra" al "plan bisturí". Las empresas y el gremio de la construcción negocian con el Gobierno el mantenimiento de al menos parte de la obra pública, una actividad que emplea a casi la mitad de los 450 mil trabajadores del rubro.
Se trata, en lo esencial, de garantizar como mínimo la continuidad de los emprendimientos que lleva adelante el Estado con financiamiento de organismos internacionales y relevar caso por caso los que cuentan con sus correspondientes créditos pero todavía no comenzaron, así como las que se encuentran en ejecución y se encontraban presupuestadas.
Así lo confirmaron los titulares de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, y de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Gerardo Martínez.
Ambos participaron junto a los responsables del denominado G6 (que nuclea a las entidades patronales de la industria, el agro, el comercio, la banca y el sector pyme) de una reunión con el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
En el encuentro, que se desarrolló en el ámbito del Consejo de Políticas de Infraestructura, Weiss aprovechó para consultar al funcionario acerca de la suerte que correrá la obra pública luego de que el presidente Javier Milei ratificara la máxima de que "no hay plata" tampoco en esa materia y que los emprendimientos que se desarrollaban hasta ahora bajo ese paraguas deberían ser absorbidos por la iniciativa privada para continuar.
"De la charla surgió que las obras con financiamiento externo seguirán; las que paga el Gobierno, iniciadas o no, se anularán, en tanto que las ya licitadas se verá de manera individual", precisó el dirigente empresario.
Por su parte, Martínez, uno de los pocos sindicalistas con acceso directo a los despachos del nuevo Gabinete, valoró que de parte de los funcionarios hubiese predisposición para "constituir una comisión de seguimiento en el desarrollo" de la obra pública para definir de manera más precisa el volumen a llevar a cabo.
El titular de la UOCRA y secretario de relaciones internacionales de la CGT insistió en que la central obrera no se va a quedar "de brazos cruzados" ante las medidas económicas anunciadas esta semana y afirmó que no van a "ceder en las conquistas y los derechos laborales" adquiridos.
"Por más que en las elecciones ganó la postura diametralmente opuesta a los que nosotros soñamos como proyecto de país, no quiere decir que vamos a quedarnos de brazos cruzados. Eso no quiere decir que vayamos a ceder en nuestras conquistas, en nuestros derechos laborales. Los trabajadores estamos en alerta", dijo Martínez.
El dirigente gremial sostuvo que desde la CGT tienen "la responsabilidad de cuidar el trabajo, la inclusión, la igualdad, tratar de resolver el problema de los millones compañeros que quieren trabajar en la formalidad y no pueden, los jubilados y pensionados".
"Frente al ajuste, reclamamos por una política de ingresos, porque las medidas fiscales que se están aplicando son un salto al vacío, desprolijas, poco profesionales, es un ajuste sin una mirada que dimensione los problemas que tenemos en Argentina", aseveró el titular de la UOCRA y reclamó "el libre ejercicio de las paritarias, libertad sindical y tener un espacio de dialogo tripartito".
"Creo en la cultura del trabajo, por eso creo en la industria, la industria de la construcción creo que es madre de las industrias, por eso creo la obra pública es fundamental y el trabajador de la construcción tiene que saber que vamos estar para dar respuesta", concluyó Martínez.
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