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De San Fernando del Valle de Catamarca a Antofagasta de la Sierra: el nuevo circuito turístico

FUENTE: CLARÍN


Un circuito nuevo se suma a los propuestos en La Ruta Natural: empieza en San Fernando del Valle de Catamarca, la capital de la provincia, y atravesando sierras y quebradas llega a la localidad de Andalgalá. Desde ese punto, hacia el oeste, en la localidad de Londres, se encuentra el Shincal de Quimivil, uno de los sitios arqueológicos más deslumbrantes del país.

Subiendo por la RN 40 y unos kilómetros antes de Hualfín, el desvío hacia la Ruta Provincial 43 se convierte en la puerta de entrada a la Puna catamarqueña. Además de transitar por un camino de altura espectacular en la Cuesta de Randolfo, desde allí se llega a la Reserva Provincial Laguna Blanca (rodeada de varios picos de más de 6 mil metros sobre el nivel del mar, donde se pueden ver flamencos) y al Campo de Piedra Pómez (un paisaje semi lunar a más de 3 msnm). En Antofagasta de la Sierra, el paisaje sorprende con el volcán Galán, el salar de Antofalla, la mina Incahuasi y muchos atractivos más.

El Campo de Piedra Pómez se puede visitar en compañía de prestadores habilitados

La ruta abarca 712 kilómetros, con el 90 por ciento asfaltado. Solo hay unos 30 kilómetros de ripio en la Ruta Provincial 43 (entre Villa Vil y la Cuesta de Randolfo) y otros 16 kilómetros en la entrada a la Reserva Provincial Laguna Blanca. El tiempo sugerido para recorrerla y disfrutarla es de entre siete y diez días, durante todo el año, aunque algunos caminos pueden volverse difíciles de transitar en los meses de verano, que son los más lluviosos.

En el recorrido se pueden conocer los Castillos de Villa Vil, una impactante formación rocosa.

San Fernando del Valle de Catamarca

A orillas del río del Valle y al pie de las sierras de Ambato y de Ancasti, el viaje empieza en la capital de la provincia. Entre sus atractivos se destacan la plaza 25 de Mayo en la que intervino el arquitecto Carlos Thays, la Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle, la Casa de la Cultura, la Casa de la Puna para ver el trabajo de las artesanas textiles, el Museo del Poncho y la Fábrica Artesanal de Alfombras. Al ser un importante centro religioso, vale la pena conocer el Museo de la Virgen del Valle y la Gruta de la Virgen del Valle.

A orillas del río del Valle y al pie de las sierras de Ambato y de Ancasti, el viaje empieza en la capital de la provincia.

Cerca de la ciudad se puede disfrutar de la naturaleza en el Parque Ecológico El Jumeal y visitar el Pueblo Perdido de la Quebrada, un sitio arqueológico que se remonta 1800 años atrás. La Cuesta del Portuezelo, una ruta escénica con varios miradores y vistas panorámicas de todo el valle, es otro de sus imperdibles.

Subiendo por la RP 4 se llega a las villas veraniegas El Rodeo y Las Juntas, lugares ideales para descansar y disfrutar de sus arroyos, senderos, cabalgatas y comidas típicas. Por la RN 38 y la RP 1 que atraviesa las yungas catamarqueñas, está el dique las Pirquitas y los históricos túneles de La Merced.

Andalgalá

Continuando por la RP 46 unos 107 km se llega a la ciudad de Andalgalá, un oasis al pie de la sierra de Aconquija. Se la conoce como “la Perla del Oeste” por ser un lugar para descansar, disfrutar de la naturaleza y de su cultura centenaria. Hay actividades de turismo aventura, safaris fotográficos, 4×4, turismo minero en la mina de Rodocrosita Santa Rita y más.

Recorriendo la ciudad y sus alrededores se pueden visitar museos y sitios históricos como el Museo Arqueológico Lafone Quevedo, estancias productoras de olivos al pie de la montaña, el templo San Francisco que data de 1848 y el Museo Muschaka.

Shincal de Quimivil

El Shincal de Quimivil, uno de los sitios arqueológicos más deslumbrantes del país, a solo 5 km de Londres

Es uno de los sitios arqueológicos más deslumbrantes del país, a solo 5 km de Londres. Se pueden ver recintos, escalinatas y senderos que formaban parte de un centro urbano habitado entre los siglos XV y XVI por los Incas.

Cuenta con un centro de interpretación, senderos y servicio de guías para recorrer el sitio. Para conocer los horarios de las visitas, se recomienda consultarlos en la fanpage del Shincal, en la oficina de turismo de Belén o en el Museo Folklórico de Londres.

Belén

Desde Belén, la RN 40 atraviesa las Sierras de Belén durante 11 km.

Belén, sobre la RN 40, es la ciudad más importante de la región y un buen destino para tomar como base para llegar a la Puna. Cuenta con una gran variedad de servicios, alojamientos y gastronomía para disfrutar de platos típicos como las empanadas catamarqueñas, los tamales o el jigote.

Desde acá se pueden visitar sitios arqueológicos y recorrer senderos de distintos niveles de dificultad y de varios días de duración, con la posibilidad de pasar la noche en sitios de acampe (importante realizarlos con baqueanos o guías de montaña habilitados).

Otros planes para hacer en la ciudad: subir hasta el monumento a la Virgen de Belén para tener una panorámica de la quebrada; visitar el Museo Arqueológico Cóndor Huasi, el Santuario Nuestra Señora de Belén y su Museo Sacro, y los puestos de artesanías en la feria Camila Aybar frente a la plaza Olmos de Aguilera o a las tejedoras Arañitas Hilanderas.

Importante: antes de seguir viaje a la Puna, es recomendable cargar combustible.

Antofagasta de la Sierra

El viaje termina en Antofagasta de la Sierra a más de 3200 msnm. Cuenta con servicios, gastronomía, alojamientos y estaciones de servicio. Sus pobladores y calles con pequeñas casas de adobe invitan a vivenciar la cultura y la historia de la comunidad local que vive entre lagunas, salares y volcanes.

Antofagasta es la localidad base para conocer los atractivos de la Puna catamarqueña: en dirección norte, el volcán y salar de Antofalla, el salar del Hombre Muerto, las minas de oro de Incahuasi y el campo Las Tobas; al oeste las Peñas Coloradas; al este el volcán Galán y la laguna Diamante; y al sur el Área Natural Protegida Campo de Piedra Pómez, la laguna Grande y los volcanes Carachi Pampa, Antofagasta y Alumbrera. El turismo arqueológico es otra experiencia que se puede vivir en el Pucará de la Alumbrera, un asentamiento indígena levantado con sedimentos volcánicos al pie del volcán Antofagasta (todos estos sitios se deben visitar en compañía de guías habilitados y en 4x4).

A 87 km se puede visitar la Villa de Antofalla con 60 habitantes pertenecientes a la comunidad originaria Kolla Atacameña que aún mantiene sus tradiciones ancestrales.

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