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El casco de obra que cambiará la construcción: tiene cámaras, sensores y funciones inteligentes

El Español.


En 2022 España vivió el año con más víctimas laborales desde 2009, entre ellas cerca de 870 con resultado mortal. Son unas cifras muy preocupantes, especialmente en sectores como el de la construcción, donde se concentran la mayoría de accidentes fatales.


Para evitarlos, conviene extremar la seguridad y en eso la tecnología puede ser el mejor aliado. No sólo por la llegada al mercado de robots como el que es capaz de colocar 500 ladrillos por hora para construir una casa al día, sino por la disminución de los riesgos que implican inventos como SmartHat, un nuevo casco inteligente de la firma india Proxgy.


Este producto, que aún no está a la venta pero ya ha recibido el Premio al Mejor Diseño de la India 2023 y el Premio a la Innovación CES 2024, es la versión más avanzada que existe del clásico casco de obra. Tiene muchas más funciones aparte de proteger la cabeza de los usuarios, e incorpora tecnología de última generación que lo hace indicado para muchos otros sectores industriales aparte del de la construcción, como las fábricas, la minería o el transporte.


Según explican los responsables de SmartHat en su página web, además del factor de seguridad, este dispositivo "proporciona soluciones inmersivas, inteligentes, seguras y analíticas a los trabajadores para conectarse, colaborar y coordinarse". Para ello integra diversos sensores, cámaras, micrófonos y altavoces que permiten todas estas actividades con las manos libres y de manera sencilla y rápida.


Protección ante todo

El objetivo principal de cualquier casco de este tipo es proteger a quien lo lleva de los golpes en la cabeza, una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo. Para cumplir con las máximas exigencias en este sentido, desde Proxgy han apostado por una carcasa de ABS (acrilonitrilo butadieno estireno) endurecido, el mismo que se utiliza en los cascos que protegen a quienes trabajan en altura. Es un material resistente y ligero, que también garantiza la comodidad del usuario.


La clasificación del casco es de Tipo 1/Clase 3, lo que implica que protege contra la caída de objetos pero no frente a riesgos eléctricos. Debe ser el único tipo de accidente laboral que no cubre el SmartHat, porque su catálogo de recursos es apabullante.


Dispone de un sensor extraíble que hace sonar una alarma en caso de detectar la presencia de 17 gases distintos (14 inflamables y 3 tóxicos), lo que permite salir de la zona comprometida antes de que sea demasiado tarde. Además, cuenta con un sensor de proximidad, que avisa a quien lo lleva puesto de la cercanía de objetos por encima de la cabeza gracias a un sistema de retroalimentación háptica.  


Las dos cámaras HD, situadas en la parte frontal y posterior del casco, permiten a otros trabajadores o gestores supervisar el trabajo o la zona en la que está desempeñando su labor el operario que lleva el casco de forma remota. En el caso de la cámara principal incluye un sensor de infrarrojos para usarla en condiciones de poca luz, mientras que la trasera ofrece un ángulo de visión de 160 grados. Para grabar vídeo o hacer fotos, el usuario puede usar uno de los botones situados en uno de los laterales del casco, para poder revisar más tarde las instantáneas o grabaciones realizadas in situ.


SmartHat incorpora también un sistema de comunicaciones multicanal, que permite a los usuarios realizar llamadas y videollamadas bidireccionales, ya sea con el encargado de supervisar su trabajo o con otros trabajadores. Para cumplir de manera inalámbrica con todos los protocolos de conectividad, los técnicos de Proxgy han incorporado la posibilidad de utilizar 4G/5G, Wi-Fi, Bluetooth, NFC, LoRaWAN o PTT.


Como un 'wearable'

Los accidentes laborales no siempre tienen que ver con objetos que caen o con el malfuncionamiento de máquinas. Para ir un paso más allá en el terreno de los riesgos laborales, SmartHat también permite a los gestores recibir notificaciones si los sensores incorporados en el casco detectan niveles anómalos en la temperatura corporal, el oxígeno en sangre o la frecuencia cardiaca de los usuarios, como lo haría un smartwatch. Además, está diseñado para monitorizar los factores ambientales, como la temperatura ambiente, la presión atmosférica, la humedad, el ruido o la luz.


Este tipo de notificaciones inalámbricas también incluyen avisos de caídas, similares a los del Apple Watch, y otros pasivos, como la salida de una zona geocercada o en caso de que el usuario no lleve puesto el casco en una zona en la que es imprescindible. Además, el casco es resistente al agua según la norma IP67, por lo que puede sumergirse hasta un metro de agua durante 30 minutos.


El único botón presente en la zona frontal del casco es el que permite enviar un SOS de emergencia. Cuando se pulsa, las luces integradas en la parte superior empiezan a parpadear y se envía automáticamente una alerta inalámbrica a los encargados de supervisar las operaciones. 


Para alimentar todos los componentes electrónicos dispone de una batería de iones de litio y fosfato extraíble, situada en la parte trasera del SmartHat. De momento, Proxgy no especifica la capacidad de la batería ni la autonomía que proporciona, que en todo caso dependerá de las funciones utilizadas los sensores consumen poca energía, mientras las comunicaciones y las cámaras necesitan mucha más.


Para ver el SmartHat en una obra habrá que esperar, ya que la empresa sigue trabajando en su desarrollo. Sin embargo, sus responsables sí han confirmado la presencia de un prototipo del casco en la inminente feria CES 2024, que tendrá lugar en Las Vegas durante el próximo mes enero.   

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