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El gurú inmobiliario que predijo la crisis del 2008 dice que Miami es la tierra prometida como fue Nueva York en los '60

La Política Online.


Daniel Rutois llegó a Estados Unidos desde Buenos Aires en 1990. Tenía 25 años, hablaba poco inglés y se identificaba con el Partido Demócrata. Casi 34 años después, se consolido como asesor financiero y gurú del real estate. Se volvió republicano y votante de Donald Trump. Tras anticipar el crack inmobiliario de 2008, ganó prestigio en el mercado inmobiliario y hoy acumula una red de clientes en toda América Latina. Desde las oficinas de Rutois International Realty, ubicadas en una zona residencial de la ciudad de Hollywood, entre Fort Lauderdale y Miami, este argentino repasa su trayectoria y revela el secreto del éxito. ¿Cuál? La capacidad de anticipación. Afirma que, al igual que Nueva York en los ´60, ahora Miami es la tierra prometida y se ilusiona con la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Además le da un enorme voto de confianza a Javier Milei en la Argentina, donde suma clientes casi a diario.

 

¿Por qué se fue de Argentina en 1990, por la hiperinflación? 

Me fui el 21 de octubre de 1990. En esa época se decía "si gana Menem, me voy". La gente jodía con eso, pero yo no. Ganó Menem y me fui.


¿Se fue más por la política que por la economía? 

Me fui por la política, yo económicamente estaba bien. Tenía discotecas y boliches, estaba en la noche. Pero los martes no salía para ver a Bernardo Neustadt. Podía tener a la mejor mina de Buenos Aires, pero no salía por ver a Neustadt. Era un obsesionado, ya en esa época, con la política. Sin saber que me iba a volver más obsesionado aún, como estoy ahora. Lo veía y él decía que la mayoría iba a votar al mal de Menem. Eso fue literalmente lo que me decidió. Vendí todo. Tenía 25 años y no sabía por cuánto tiempo me iba a quedar. Estuve en Nueva York un año y de ahí me vine a Miami, porque había venido un fin de semana y me gustó.


En estos 33 años, Nuevo York cambió muy poco y Miami, muchísimo. ¿Cómo vivió esa transformación? 

Sí, Nueva York está igual. Quizás hay zonas de Brooklyn que cambiaron para mejor y, otras, para peor. Pero Miami era un pueblito cuando llegué. Cambió mucho en los últimos 15 años, fue tremendo. Yo me volvía loco manejando porque eran todos viejos. La zona de Miami Design District, Wynwood y toda esa parte, es el futuro. Muchísimo cambió. Y políticamente también. La izquierda está siendo una influencia importante que va a afectar a nuestros hijos. Eso no era así antes.


¿Cuando llegó a Miami era demócrata?

Es que vas identificando lo que sos. Yo lo voté a Clinton. Pero estaba aquí recién llegado, no sabía mucho la diferencia entre un demócrata y un republicano. Tenía 25 años y de política sabía lo que había aprendido en la Argentina. Me identificé con Clinton, que mal o bien no fue mal presidente. El partido demócrata de esa época no es el partido demócrata de hoy. Después me hice independiente. Votaba para los dos lados.


Miami era un pueblito cuando llegué. Cambió mucho en los últimos 15 años, fue tremendo. Yo me volvía loco manejando porque eran todos viejos. La zona de Miami Design District, Wynwood y toda esa parte es el futuro 


¿Estuvo registrado como votante demócrata?

Estuve como demócrata hasta hace poco, aunque no lo creas. Y cada vez que veía el registro, no lo podía ver. Así que lo cambié, pero estuve como demócrata que hasta la primera elección de Trump. Ahí me cambié a republicano.


¿A Barack Obama lo votó?

¡No! Es como preguntar si voté a Perón. Obama le hizo mucho daño a este país. Todo lo que hizo con Cuba es de terror.


¿Trump lo sorprendió?

Trump es uno de mis mentores financieramente hablando. Anthony Robbins es el número uno, y Trump, en la parte del real estate. Me identifico con muchas cosas de él. Como persona, no lo invito a tomar un café. Pero en esa época hacía falta un presidente como él. Estamos en tiempos muy difíciles. Ahora, preferiría votar a cualquier republicano menos a él. Cualquier republicano haría mejor papel que Biden, en realidad cualquiera persona lo haría mejor. Pero si Trump va a ser la única opción, habrá que votarlo.


¿Le hace alguna crítica a Trump?

No le perdono lo del ataque al Capitolio. Yo soy de derecha, pero no soy fascista ni soy un dictador. No lo perdono, pero lo voto porque no puedo entender que la gente pueda elegir a un tipo que no sabe ni como se llama. El que gobierna hoy es Obama. Biden no toma decisiones. Ni los demócratas ni los republicanos queremos que llegue el momento en que tengamos que elegir entre ellos dos.


¿El gobernador Ron DeSantis lo ilusionó como candidato alternativo a Trump?

Sí, siempre pensé que iba a ser él. Pero se fue a los extremos. Yo mismo ya no lo votaría. Mirá la pelea con Disney, a ver quién la tiene más grande. Lo veo absurdo.


¿Se enfrascó en políticas demasiado conservadoras?

Sí, sí, un poquito dictador también. Pero obviamente sería mejor que cualquiera de estos dos que vemos. Trump está 20 puntos arriba de Biden. Yo no veo a Biden aún queriendo. No va a estar bien mentalmente. No va a llegar. A mí me encantaría que sea Robert Kennedy. Me identifico con muchas cosas de Trump. Como persona, no lo invito a tomar un café. Pero en esa época hacía falta un presidente como él. Estamos en tiempos muy difíciles, en los que hace falta gente como él.


Como empresario, ¿cuál fue la audacia de Trump que lo convirtió en su modelo?

Es mi modelo a seguir financieramente. Es muy rápido y muy duro en las negociaciones. Sabe venderse. Por ejemplo, yo no me pongo a vender propiedades porque cualquiera puede hacerlo. El negocio mío es venderme a mí, mi reputación, que mal o bien llevo 30 años y no vas a encontrar un tipo que diga que lo jodí o engañé. Eso es lo que tengo que vender. Mirá a Trump, sus torres, con el nombre de él y cuánto valen ahora. ¡Ya está! El tipo estaba del lado de New Jersey, miraba el puente al otro lado y decía "yo tengo que estar allá". Buscó el club más exclusivo de Nueva York, se metió y el resto es historia. Comercialmente es un monstruo. Más que él, no arriesga a nadie. Más que él, no se vende nadie. Y fue muy buen presidente. Todos tenemos defectos, pero fue una de las mejores presidencias que tuvimos. Yo dormía tranquilo, que para mí es lo más importante. Ahora, todo lo contrario.


Eso también, claro. En un momento Trump subió a Mauricio Macri a la limusina y le dijo: "No te bajás de acá hasta que me firmes que me vendas el pedazo de tierra que tenés". Igual Macri también la hizo bien. La verdad que admiro a los dos: a Macri y a Trump.


¿Cuál fue la clave para que usted pegara el salto acá en Miami?

Llegué con una mano atrás y otra adelante. La consolidación fue dura. Acá no hablaba mucho inglés, así que empecé a vender de todo. Las ventas en este país dejan mucho. No hay competencia, al latino le falta mucho, no sabe. Después empecé en real estate, me pasé a hipotecas que es más creativo. No era el dueño, obviamente. Power One Mortgage era el dueño, tenía como 40 asociados. Pero la plata lo hacía yo. Hasta mi hijita puede vender real estate. Entonces me cansé y pasé a mortgage que es más exclusivo. No cualquiera puede estar en un negocio donde hay que saber de números y matemáticas. Estuve en mortgage hasta que explotó todo con los bancos que casi me revientan, me dejan patas para arriba porque pedían que les compre todos los préstamos que ellos mismos ofrecieron.


¿La crisis de las subprime en 2008?

Eso. Ahí perdimos muchísima plata y propiedades, y de ahí volví al real estate. Y desde ese momento estoy dando vueltas. Llevo 30 años. 


¿Cuál es el fuerte de su negocio actualmente?

Ya no le vendo la casa al vecino, porque cualquiera lo puede hacer. Estoy exclusivo 100% a inversores, que son 90% extranjeros y un 10% de latinos locales, argentinos o colombianos que viven acá. Me especializo en eso, hago mucho de pre-construcción. Es uno de mis fuertes. Los developers saben el poder de venta que tengo, entonces antes que salga el proyecto me lo presentan. Yo lo veo y si creo que va, le compro 30 unidades, no con plata, sino con el nombre, porque se van a vender. Y ahí salgo como director de gira. Me voy a Argentina, hago eventos en el Hotel Faena, en el Broadway y otros lugares. También en Colombia y México. Son los tres países fuertes, pero lo he hecho en todos lados.

Antes de la crisis de las subprimes yo decía: "Esto va a explotar por el aire". Regalábamos la plata. Con cada préstamo se ganaba un 4%. En un préstamo de 400 mil dólares, ¡hacé la cuenta! Y hacíamos dos por día. A tipos que ni siquiera calificaban para rentar, ¡les vendían!  


Usted anticipó la crisis de las subprime. ¿Por qué lo vió venir? 

La vi venir. Acá mismo yo le decía a los vendedores: "Nosotros hacemos préstamos al 1% que en realidad eran al 5% pero el pago era basado al 1%". Y yo decía: "Esto va a explotar por el aire". Regalábamos tanta plata. Con cada préstamo se ganaba un 4%. En un préstamo de 400 mil dólares, ¡hacé la matemática! Y hacíamos dos por día. A tipos que venían y ni siquiera calificaban para rentar, ¡les vendían! Era más fácil. No calificaban para rentar pero les compraban al 100%. ¡Era una locura!


¿Cómo fue que se naturalizó esa plata fácil que derivó en el crack del 2008?

El gobierno obviamente fue muy culpable en todo esto. Y los chinos compraron papeles que eran cualquier cosa. Los clavaron mal. Los bancos y todo el mundo sabía. Pero cuando se dieron cuenta, ya era tan grande la bola que nadie se podían echar para atrás, hasta que explotó.

Actualmente, ¿cuál es el estado inmobiliario en Florida? Algunos plantean que existe una burbuja, tras la suba brutal de las propiedades post-pandemia.


La palabra burbuja no existe. Porque burbuja hay cuando te prestan el 100% o el 90%. Hoy no existe nada de eso, entonces burbuja no hay. Yo lo digo con orgullo: me adelanté a cada crisis. La ley de anticipación es la clave. En la vida y en los negocios. Así fue como crecí tanto en la Argentina. Cuando todo el mundo iba a vender allá, yo recomendaba esperar. Los colegas me puteaban. Hasta que los clientes se dieron cuenta que yo tenía razón, porque no estoy atrás de la comisión. Realmente yo vendo donde compro. Y cuando compro, le aviso a mi gente.


¿Qué le recomienda ahora a sus clientes?

Sin hacer nada el banco te paga el 5% anual que es mayor al retorno que hoy consigue un alquiler, además los precios de los inmuebles no subirán por ahora. ¿No es más fácil tirarse a tomar sol y poner la plata al banco al 5%? Eso es lo que estoy haciendo hoy con mi plata y con mis clientes.


¿Es buen momento para vender entonces?

Sí para vender. Pero hoy, a todos los argentinos que me están llamando les digo "usado, nada". ¿Querés invertir ahora? En pre-construcción o desde el pozo. Porque en época de inflación no hay mejor que comprar del pozo y congelar precios. Al argentino o al latinoamericano nos gusta mucho esa forma porque comprás algo en 500 mil, vas a invertir 250 y lo vas a ir pagando los premios. Se financian y son propiedades, al menos las que yo vendo, que no tienen restricción de renta, porque si no no es negocio. O, algo que yo nunca recomendaba y hoy sí aconsejaría, es comprar tierra en algunos lugares.


¿En qué lugar de Miami aconseja comprar tierra?

En Wynwood north que ahora es feo. Pero se compra una casita ahí a la que no podés entrar del miedo que te da. Pero lo que comprás es la tierra. Como la zonificación de la ciudad cambió, ahora podés construir departamentos. Pero nada de usado hasta que no empiecen a remontar los precios, que por ahora no van a recuperar. Hay que leer la historia de Estados Unidos: cada vez que la tasa sube, la propiedad baja. No es que yo sea mago, es solamente seguir los índices.


Sin hacer nada el banco te paga el 5% anual que es mayor al retorno de un alquiler, además los precios de los inmuebles no subirán por ahora. ¿No es más fácil tirarse a tomar sol y poner la plata al banco al 5%?


¿En Miami impacta en el real estate la mudanza de figuras como Jeff Bezos o Lionel Messi?

Messi es solo publicidad, no hay nadie que venga a vivir acá porque está Messi. Lo que sí impactó fue que el gobernador de Florida fue el único que mantuvo el estado abierto, que siguió mandando los chicos a la escuela. Mirá California, destrozada totalmente. En Florida, a Miami yo la llamo la tierra prometida, como fue Nueva York en los ´60.


¿Cuánto desarrollo inmobiliario tiene Miami por delante?

Estamos creciendo todavía, fíjate que estamos entre las 10 ciudades más importantes del mundo y seguimos siendo la más baratas de las 10. Eso te dice algo.


¿A qué se debe ese crecimiento?

El gobernador hizo más popular el Estado. Aparte que todo el mundo quiere venir por el clima. Yo viví en Nueva York: hace 10 veces más frío y tiene 10 veces más tráfico. Ni hablemos del tema de los inmigrantes. En todos los estados liberales la situación un desastre. Miami es el lugar.


¿Qué piensa de los primeros pasos de Milei como presidente en la Argentina?

Estoy ilusionado como nunca, ni siquiera con Macri lo estuve así.


¿Por qué Milei le genera más ilusión que Macri?

Con Milei tengo ilusión porque está poniendo los huevos que, sinceramente, no puso Macri. Macri fue claramente un populista, a pesar de que lo voté e hice campaña por él. Fue un populista con buenas intenciones, pero un populista igual. Mientras que Milei la tiene clara. Patricia Bullrich también. Ahora se están enfrentando con los piqueteros y el gobierno les va a ganar. El pueblo lo va a apoyar porque hizo lo que no hizo Macri.


Con Milei tengo ilusión porque está poniendo los huevos que, sinceramente, no puso Macri. Macri fue claramente un populista, a pesar de que lo voté e hice campaña por él. Con buenas intenciones, pero un populista igual. Milei la tiene clara.


¿Hay capacidad social para aguantar un ajuste tan severo?

Yo creo que a Milei sí, la gente le va a aguantar 18 meses de hambre. Pero no sé si 18 meses serán suficiente, porque cuando tenés una inflación de entre el 20% y el 30%, los economistas dicen que toma mínimo 12 meses estabilizarla. Nosotros tenemos 200%. Hay que esperar. Pero tengo claro que es la última opción, si no sale y vuelve el peronismo... Es muy difícil cambiar a la gente en su forma de pensar. La ignorancia mundial va a acabar con el mundo. Ni Rusia, ni Hamás, la gente. Salvo los jóvenes argentinos por los que me saco el sombrero. Están por arriba de los jóvenes de todo el mundo, que están yendo a la izquierda, aun en EEUU. Así que le pongo muchas fichas a Milei.

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