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Por los ojos de Fernando López Iervasi pasaron muchas geografías además de varias compañías que lo llevaron a tener responsabilidades en diversos mercados tanto europeos como de América Latina. Y su ojo avizor se ocupó de recoger todas esas experiencias para cristalizarlas en el gran desafío que comienza a partir de la irrupción de la Inteligencia Artificial. En una charla exclusiva con Forbes, López Iervasi resalta los nuevos desafíos que tienen las empresas en un escenario que está cambiando tanto desde lo tecnológico como desde lo geopolítico.
¿Qué es lo primero que resaltas a partir de este surgimiento de la IA? Si bien recién estamos en los inicios de todo esto algo que ya está quedando claro es que nos ayuda a ser más productivos. Tenemos un asistente que está disponible para nosotros y cada vez es más inteligente y puede resolver más cosas. Con Copilot incorporamos funcionalidades que antes ni imaginábamos. La IA se volvió multimodal la forma de hablar con Copilot cada vez será mas natural como se vio con ChatGPT 4.o.
Ahora bien antes de entrar en detalles técnicos lo interesante es que si se nos libera tiempo, ¿qué haremos con él? Se podrá elegir hacer mas cosas en el trabajo o no cambiar lo que ya hacíamos pero sí tener mayor calidad. O quizá se pueda dedicar mas tiempo a la familia o los amigos. Tal vez algún mix de todo eso. La administración de ese tiempo nuevo planteará un nuevo escenario. Pero lo más importante es que a medida que la IA absorbe las tareas automatizables, podemos trabajar cada vez mas de humanos. Me quiero centrar en ese tema porque a su vez implica que las empresas deberán estar preparadas para tener empleados que trabajen más de humanos y no sean solo una interfase de sistemas. Si es un retail me gustaría ver que ponga en el punto de venta al vendedor que más sabe y a su vez que esté empoderado con la IA. Que pueda tener conversaciones valiosas con los clientes.
La percepción del valor debiera comenzar en esa conversación. Y qué pasa si además como resultado de esa conversación el empleado le arma una promo “on the fly” al cliente, o sea que le combina los productos y le hace un descuento. Eso es trabajar de humano. ES una situación que antes quizá pasaba en algún sentido cuando nos atendía el dueño en una pequeña tienda de un pueblo y que ya nos conocía desde chicos. La tecnología lo permite ahora a mayor escala, pero para las empresas implica una creación de procesos y delegación de decisiones en su talento totalmente nueva.
Satya Nadella, nuestro CEO, estuvo entre los primeros en la industria de hablar de empatía como un concepto clave de management. Todo eso que él dijo e incluso escribió en un libro hace algunos años atrás ahora toma una nueva relevancia. Y en Microsoft tuvimos siempre claro ese norte. Creo que ahora estamos en una posición totalmente nueva en este aspecto porque la empatía requiere de tiempo y es justamente este activo intangible el que se libera y debemos descubrir cómo utilizar.
Son tantos los anuncios sobre IA que es difícil seguirles el ritmo y sobre todo anticipar cómo sigue la evolución a futuro Haciendo un paralelismo histórico cuando comenzó la era de la electricidad no se pensó que se estaba creando una plataforma para que surja algo como el motor eléctrico. Todavía no sabemos cuál será el motor eléctrico de la IA. Y por supuesto esto a las compañías las deja en una zona nueva.
Por lo general el 99% de las compañías eligen ser fast followers, solo el 1 por ciento son early adopters. Y esto suele ser así porque es lo más seguro y que mejor funciona al menos en el nivel del negocio normal y mantiene el margen en el largo plazo. El tema con la IA es que lo está cambiando todo. Nos preguntamos: How fast is fast? La IA esta desafiando hasta la curva de adopción de productos. Satya habla de la aceleración de las curvas como la de la ley de Moore, ahora cambió la pendiente. Es más rápido que lo que ya era rápido.
También esta el caso de cómo se construyen los LLMs (large language models) y qué tipo de IAs se generan Es un tema crucial para Microsoft y para gran parte de la industria. Nosotros estamos a favor de que haya regulaciones. Estamos porque haya principios éticos de creación de tecnología. Los sesgos es otro tema que miramos en gran detalle. Y también el control de las alucinaciones, esto es de que la información de la IA sea certera. Es un gran problema, se están creando los modelos de testeo y estamos participando en todo tipo de foros y organizaciones dedicadas al tema. Miramos en profundidad los outcomes, esto es todo lo que la IA entrega a partir de las consultas. Nuestra plataforma de Azure donde trabajamos junto a OpenAI está absolutamente comprometida con crear una IA responsable. Si tenemos buenas regulaciones ni siquiera el board podrá hacer cualquier cosa.
¿Cómo analizás el nuevo escenario geopolítico? ¿Nos beneficia de alguna manera? Estamos viendo nearshore en México de muchas cosas que antes venían del sudeste asiático o China. Realmente tenemos que ver cómo hacemos que esto sea una oportunidad para nuestra región. Yendo a nuestro caso realmente creo que el talento que tenemos es una diferencia. Estamos entrenados culturalmente para el how fast is fast y para la adaptabilidad y hoy tener ese tipo de talento pasó a ser algo fundamental. Tenemos la capacidad de señalarle a los clientes cosas que no ven y no sólo obedecer ciegamente sin agregar valor. El talento es un tema central que nos diferencia de cara a la ola que se viene. Estoy como presidente de Idea y en nuestro evento presenté el concepto de IA por Inteligencia Artificial e Inteligencia Argentina donde di una mirada positiva, pero a su vez realista de lo que somos capaces de lograr. Sin dudas tenemos una oportunidad histórica.
Desde el punto puramente del negocio hay algo que te parezca importante mirar a medida que se adopte la IA Una de las tendencias a seguir es la evolución de la productividad de la industria. Será interesante ver si un jugador gracias a la IA se vuelve muy productivo. Y si lo logra demasiado rápido puede alterar el mercado. Es algo que se ve a nivel de teoría de juegos. La cartelización de la OPEP, fue una respuesta a esto para que haya determinado equilibrio. Hay que estar atento a ver qué sucede. Por otro lado ser mas productivo no quiere necesariamente decir ser mas barato, sino crear mas servicios, dar el producto mas rápido, retener el talento, en definitiva aumentar la capacidad de innovación.
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