En el primer mes del año el costo de vida se encareció un 6%, según el Indec; en el resto de la región, la mayoría de los datos comienzan con el número cero
La inflación volvió a acelerarse. Ni los controles en los supermercados, los acuerdos de precios en una docena de rubros, ni el congelamiento de 2000 productos fueron medidas suficientes para detener la dinámica alcista que sufre el costo de vida argentino: en enero, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 6%.
Se trató de la segunda cifra más alta de la región, solo por detrás de Venezuela. Si en 2022 la preocupación número uno a nivel global fue la inflación, debido a los rezagos de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, en los últimos meses los precios empezaron a desacelerarse y el foco comenzó a ponerse en la recesión económica.
“El mundo tuvo inflación y fue novedad, porque se reinstaló un tema que se había solucionado en los años 80. Para la Argentina, no hay nada nuevo. Solo que se aceleró a niveles que nos habíamos desacostumbrado”, señaló Matías De Luca, economista de LCG.
Otro caso aparte es Venezuela. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas (OFV), la tasa de inflación fue del 39,4% en enero y del 440% interanual. De esta forma, dejó atrás los signos de una desaceleración en los precios que había mostrado a mitad del año pasado: en octubre de 2022, el país registró una suba mensual más baja que la Argentina (6,2% versus 6,3%).
“La economía venezolana entró en una fase de fuerte aceleración de la inflación, como expresión de la inestabilidad macroeconómica que se ha venido observando, especialmente desde que el Gobierno no pudo seguir sosteniendo la estabilidad del tipo de cambio que aplicó hasta agosto de 2022. Como consecuencia de los mayores niveles de inflación, los salarios del sector público se han pulverizado”, señaló el informe de la OFV, entidad independiente del Estado.
En cambio, en la mayoría de los países de la región, en el primer mes del año los aumentos de precios empezaron con el número cero. En México, donde la inflación registró el alza interanual más alta desde enero de 2001, fue del 7,91% en comparación con el año anterior. En tanto, la variación mensual fue del 0,68%.
Al observar los países vecinos, los números son similares. En Brasil, el costo de vida aumentó un 0,53% mensual y 5,7% interanual. En Chile, la inflación fue del 0,8% en enero y del 12,3% en los últimos 12 meses, una desaceleración de 5 décimas frente a la medición previa. Mientras que en Bolivia fue del 0,3% frente diciembre 2022 (3,1% anual), en Perú, del 0,23% (un 8,66% acumulado en el último año).
En Uruguay, el Índice de Precios al Consumo se ubicó en un 1,55% mensual y 8,05% frente a enero del año pasado. En Paraguay alcanzó el 1,2% intermensual y 7,8% en 12 meses. Y, unas décimas más arribas se encontró el indicador del Colombia, con subas del 1,78% y 13,2%, respectivamente.
Incluso un poco más al norte, en Centroamérica, los números distan de las cifras argentinas. Por ejemplo, en Nicaragua el costo de vida aumentó un 0,1% en enero (10,92% interanual), en Honduras fue del 0,42% (8,93% anual) y en Costa Rica, del 0,16% (un 7,65% frente a enero 2022).
“Lamentablemente, la Argentina tiene una historia inflacionaria muy alta, por lo menos del año 2007. La misma se fue retroalimentando en las diversas administraciones de Gobierno y los precios no han dejado de subir, salvo por breves períodos de tiempo. Las buenas -y malas- políticas económicas que se construyeron a lo largo de los años hacen una diferencia muy grande, que se traducen en un montón de variables y explican por qué el país tiene en un solo mes lo que en otros lugares representa la inflación de todo un año”, concluyó el economista Jorge Neyro.
FUENTE: LA NACIÓN.
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