Cronista.
La coalición de derecha italiana hizo caer las acciones de los bancos con un impuesto sorpresa a la renta inesperada del 40% sobre los beneficios de las entidades crediticias derivados de la suba de las tasas de interés. La precipitada medida, dada a conocer a última hora de la noche del lunes, se produjo después de que las entidades crediticias obtuvieran beneficios extraordinarios tras la suba de tasas, lo que se sumó a la presión política sobre el gobierno de Giorgia Meloni por el impacto de la inflación y la suba de tasas en los hogares. Las acciones de Intesa Sanpaolo y UniCredit, los dos mayores bancos del país, cayeron un 8,5% y un 6,9% respectivamente tras conocerse la medida. Las acciones de Monte dei Paschi di Siena bajaron 9,8%, mientras que Banco BPM, el tercer mayor banco del país, cedió un 8%. BPER Banca, Mediobanca y Banca Generali también bajaron. El impuesto "ha surgido de la nada, ya que el propio ministro de Economía había descartado públicamente esta idea recientemente", dijo Marco Niccolai, analista de Jefferies. El gobierno de Meloni ha declarado que utilizará las sumas recaudadas por la tasa, que aún necesita aprobación parlamentaria, para financiar medidas destinadas a ayudar a las familias y a las pequeñas empresas. Meloni fue objeto de críticas tras la publicación de las malas cifras del PBI la semana pasada, que mostraban que la recuperación económica de Italia se había tambaleado durante el segundo trimestre.
Su gobierno, que asumió el poder en octubre pasado, ha criticado a los bancos por no trasladar las subas de las tasas de interés a los pequeños ahorradores. El gravamen se suma a las medidas adoptadas por otros países europeos, como España y Hungría, para imponer impuestos a la renta inesperada a los bancos.
El impuesto italiano del 40%, aprobado el lunes por la noche en una reunión del Consejo de Ministros junto con otras medidas de última hora, se aplicará a los ingresos netos por intereses generados por la diferencia entre las tasas de préstamos y depósitos de los bancos.
El Banco Central Europeo (BCE) ha subido la tasa de interés en 4,25 puntos porcentuales desde el verano pasado, aumentando la tasa de depósito de referencia de -0,5% a 3,75%. Pero los bancos de la eurozona no han trasladado a los ahorradores gran parte de ese aumento.
Un borrador publicado por el Gobierno el martes por la tarde sugería que el umbral para imponer la tasa del 40% se basaría en la diferencia entre los ingresos netos por intereses en 2021 y la cifra para 2022 o 2023, lo que sea mayor.
Los bancos pagarían el impuesto una vez que sus ingresos netos por intereses para el año seleccionado superaran los de 2021 en un 5% o 10%. El gravamen único, cuyo pago está previsto para fines de junio de 2024, debe obtener la aprobación parlamentaria en un plazo de 60 días.
Los analistas señalan que las medidas establecidas podrían tener un impacto mucho mayor en los pequeños bancos de lo previsto por los ministros.
Se espera que los bancos italianos obtengan este año entre un 50% y un 80% más de ingresos netos por intereses que en 2021, dijo un analista de Milán, que habló bajo condición de anonimato. Teniendo esto en cuenta, el gravamen del 40% tendría un "impacto devastador [en el capital] para los bancos más pequeños", afirmaron.
Argentinos en Italia: estos son los 3 pueblos más pintorescos para trabajar y empezar de cero "Sólo UniCredit e Intesa serían capaces de gestionar el impacto en su balance", dijeron. "No creo que la consecuencia prevista fuera perjudicar a los prestamistas más pequeños".
Los analistas políticos expresaron su consternación por la torpe gestión del anuncio por parte del Gobierno, que delegó en Matteo Salvini, el viceprimer ministro, más conocido por su papel como ministro de Infraestructura. El ministro de Finanzas, Giancarlo Giorgetti, miembro del partido la Liga de Salvini, no asistió a la conferencia de prensa.
"No se hacen estas cosas: no se pone un impuesto a los bancos sin decírselo y sin que el ministro de Economía vaya a la televisión a explicarlo", dijo Francesco Giavazzi, profesor de economía de la Universidad Bocconi que fue asesor económico del exprimer ministro Mario Draghi. Los cinco mayores bancos italianos han registrado beneficios extras por 10.500 millones de euros en el primer semestre de 2023, un 64% más que el año anterior, según la agencia de calificación DBRS Morningstar.
Según los analistas, es probable que los bancos se resistan a la medida, lo que dará lugar a duras batallas mientras el Gobierno intenta asegurarse el respaldo parlamentario.
Salvini dijo en una conferencia de prensa a última hora del lunes que el impuesto era "de sentido común" y que financiaría medidas como recortes fiscales y subsidios a las hipotecas para los compradores de primera vivienda, con el objetivo de ayudar a las familias y las empresas afectadas por la suba de las tasas.
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, instó el mes pasado al BCE a que dejara de subir las tasas de interés, alegando que la escalada presionaba a los deudores y no lograba frenar la inflación.
Según la asociación nacional de banqueros Fabi, casi un millón de familias italianas dejaron de pagar sus préstamos e hipotecas en marzo, por un total de 14.900 millones de euros, debido a la suba de las tasas de interés.
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