Somos Jujuy.
Los últimos informes del Indec dan cuenta de un rebote de 8% en la construcción durante julio respecto del mes anterior, pero el indicador aunque favorable, está lejos de mostrar una reversión tras acumular un caída interanual de 20,4% para el mismo período. De todos modos el empresariado cree que el repunte podría sostenerse en el corto y mediano plazo.
El cambio paradigmático que implicó el cambio de gobierno nacional, especialmente entre los actores de la obra pública, ha llevado aún gran nivel de incertidumbre, desde la desinversión estatal, hasta las discusiones por una reforma laboral que gana adhesiones y detractores en grandes proporciones. Una dualidad que atraviesa por ejemplo, al gerente general de una de las firmas más importantes en Jujuy, Fernando Villanueva.
“Es necesaria una reforma laboral, pero tiene que haber una validación de la sociedad entendiendo que las leyes proteccionistas han generado un perjuicio siendo que Argentina tiene mucha informalidad en el empleo, porque es caro, contratar es complejo, inestable y no le permite al empresariado tomar esa decisión”, introdujo en Sobremesa (Canal 2) acerca del tema, detallando los costos fiscales y excesiva burocracia que deben afrontar las empresas respecto del menor rigor que existe en Paraguay, donde tienen en marcha un proyecto.
“La industria ha cambiado mucho, Argentina ha sostenido mucho de los sistemas constructivos tradicionales, cuando en otros países se usan sistemas prefabricados o industrializados, permitiendo que la mano de obra sea más tecnificada y los resultados más rápidos. La construcción es un sistema muy artesanal, también cultural porque aceptan como válido aunque en los últimos diez años han empezado a cambiar”.
Hay un problema de cambio de época en todo el país, se está acomodando. Para un empresario cuando hay crisis puede tomar decisiones, cuando hay incertidumbre tanto al mercado como al empresariado les cuesta, hay que ser muy creativo para poder hacerlo
Villanueva comparó la inestabilidad Argentina con la certidumbre de Paraguay, país donde se encuentran desarrollando un proyecto en un nivel de tranquilidad difícil de percibir localmente, gracias a la continuidad de las políticas de Estado que atraviesan las presidencias, sin importar el signo político. Ese crecimiento sostenido por más de dos décadas, sin la perpetuidad de la dirigencia política, es una virtud que muchos empresarios desearían importar a nuestra Nación.
Haciendo un diagnóstico de la situación regional, el entrevistado reconoció que la suba de costos e insumos, aún cuando el dólar ha mantenido microdevaluaciones mensuales, ha resentido la actividad particularmente en el área privada “está frenada”, refirió puntualmente antes de ratificar los datos de Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA) sobre 8.000 trabajadores cesanteados.
“Particularmente nuestro sistema (en referencia a los convenios colectivos) permite esa flexibilidad de alta y baja yo creo que en el resto de las industrias el problema que tiene surge cuando van a contratar se genera en costos tan altos este para la desvinculación para un cambio para una toma de decisión que por eso, frena mucho y por eso el empresario general necesita esa general. Yo te diría tiene que ser más económico tiene que ser más simple y de una tiene que poder tomar decisiones más rápido este para poder mejorar la empleabilidad”.
A ver en nuestra industria el trabajador de la construcción implica de bolsillo, casi el 55% de lo que es el costo empresarial. El 45% de lo que le corresponde al trabajador se lo lleva entre Estado, sindicato, obra social, fondo desempleo y otros costos… Termina siendo tan alto que restringe la decisión de contratar
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