Infobae.
En un mes donde las noticias dominantes fueron los cierres de listas de los candidatos que se presentarán en las próximas elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), al punto que dejaron en un segundo plano la interrupción de las expectativas de desaceleración de la inflación del lado positivo, y la profundización de la incipiente recesión, junto al creciente rojo del saldo neto de divisas en el Banco Central, la confianza de los consumidores acusó un salto de 9,1%, a 41,79 puntos, el nivel más alto desde febrero 2020 -previo a que irrumpiera la crisis sanitaria de Covid-19-.
En efecto, el Índice de Confianza del Consumidor que para el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella prepara Poliarquía Consultores que que abarca a 40 aglomerados urbanos de todo el país, registró la segunda suba consecutiva (en mayo había aumentado 3,3%) sustentada nuevamente en la consolidación de las expectativas favorables de la población sobre el futuro, dado que las condiciones presentes, por el contrario, se mantuvieron en la senda negativa en comparación con un año antes, pese a que por factores estacionales (cobro del medio aguinaldo) repuntó significativamente.
“En junio a nivel nacional, las percepciones de los consumidores respecto a las Condiciones Presentes mostraron una suba de 13,07%, mientras que el componente que mide las Expectativas Futuras de los encuestados subió 6,85%, siempre con respecto al mes anterior. En la comparación interanual de esos índices se anotaron baja de 7,89% en el primer caso y alza de 18,05% en el segundo”, destaca el informe de la casa de altos estudios a cargo de Sebastián Auguste.
Se consolidaron las expectativas favorables de la población sobre el futuro, dado que las condiciones presentes, por el contrario, se mantuvieron en la senda negativa en comparación con un año antes
En términos regionales, el índice subió respecto del mes previo y de un año antes 5,64% y 9,28% en el interior; 9,67% y 4,63% en CABA; y 10,9% y 6,29% en el área del Gran Buenos Aires.
En la comparación interanual, el Índice General de Confianza del Consumidor muestra una variación positiva de 6,89%, “pero lo notorio es que este incremento es mucho más fuerte en los hogares de mayores ingresos que en los de menores (12,50% vs 1,4% interanual, respectivamente)”, observa el análisis del CIF.
Esa brecha resulta consistente con la que registraron los desagregados de los índices que diferencian entre la situación personal que repuntó 7,36%, y la macroeconómica que también aumentó, pero en menor medida: 5,21%; y la que consulta sobre las expectativas de compra de bienes durables para el hogar e inmuebles, la cual se elevó 18,69 por ciento.
Ese salto de dos dígitos porcentuales se detectó en los tres desagregados regional, aunque con diferente intensidad: subió 23,36% en el Interior, 19,13% en GBA, y 10,5% en CABA, siempre con respecto al mes anterior.
El componente que mide la percepción de los encuestados por Poliarquía para el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella con respecto a su situación personal evaluada en comparación con el año previo la suba fue de 2,65%, mientras que la variación en el componente que mide las expectativas de cómo será la situación personal de los mismos hacia adelante (a un año) acusó una variación positiva de 4,57 por ciento.
Más marcada resultó la percepción esperada a corto y mediano plazo de los consumidores con respecto a la Situación Macroeconómica: subió 5,21% en el mes, 6,29% a un año, mientras que aquellas que proyectan a un plazo de 3 años lo hizo en 4,57%, congruente con la idea de que todos los candidatos con mayores posibilidades y probabilidades de acceder a la presidencia el próximo 10 de diciembre tienen una clara orientación “pro mercado”, orden de las finanzas públicas y mayor apertura al comercio internacional.
En el período de 43 meses de gobierno de Alberto Fernández el ICC cayó 1,3%, pero con notable brecha entre los diferentes índices: la Situación Personal bajó 10,3%, traccionada por la caída de 18,2% en la percepción macroeconómica, y la excepción del aumento de 85,7% de las decisiones de compra de bienes durables, como refugio de valor de quienes pudieron mantener capacidad de ahorro y buscaron el destino a dólares que mejoraron su poder adquisitivo en términos de pesos.
En el caso regional, la baja general se desagregó en leves mejoras de 0,3% en CABA y 0,4% en GBA y caída de 5,1% en los aglomerados urbanos del resto del país.
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