LN.
En las próximas horas, la reciente empresa constituida Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), de la cual son accionistas las principales petroleras del país, firmará los contratos de adjudicación para comenzar en enero la mayor obra de infraestructura de las últimas décadas. Se trata del oleoducto que unirá Vaca Muerta con Punta Colorada, en Río Negro, que permitirá exportar más de 500.000 barriles de petróleo por día a partir de 2027, equivalente a casi US$13.000 millones al año.
Las empresas Techint y Sacde, de las familias Rocca y Mindlin, respectivamente, fueron las principales beneficiarias, ya que en sociedad fueron adjudicatarias de dos tramos del proyecto vinculados con la construcción del ducto, que tendrá tubos de 30 pulgadas. Se trata del tramo de 117 km, de Allen hasta Chelforó, y el de 320 km, de Chelforó a Punta Colorada.
De esta forma, las constructoras locales se quedaron con la parte de la obra que también era disputada por la internacional Pumpco, subsidiaria de MasTec, fundada por Jorge Mas, el dueño del club de fútbol Inter Miami.
Según pudo saber este medio, la sociedad Techint-Sacde realizó una oferta un poco más competitiva que la de Pumpco y presentó una propuesta alternativa para hacer los dos tramos de ductos juntos, que tiene una longitud total de 437 km, lo que resultaba más beneficioso para VMOS, según dijeron en una de las empresas accionistas. La internacional solo había ofertado por el tramo de 320 km.
Para Pumpco, que es una de las principales empresas constructoras en Estados Unidos, es la segunda vez que participa y no resulta ganadora de una licitación en el país. Previamente, había ofertado en el proyecto público de reversión del gasoducto norte, que cambió el sentido del flujo del gas para llevar las moléculas de Vaca Muerta al norte argentino.
Si bien en esta licitación mantuvo conversaciones específicas con VMOS hasta último momento, finalmente el directorio de la nueva sociedad indicó que la oferta de Techint-Sacde era más competitiva. El paquete accionario de la flamante empresa está compuesto por las petroleras socias YPF, Pan American Energy (PAE), Vista Energy, Pampa Energía (de la familia Mindlin también), Chevron Argentina, Pluspetrol y Shell Argentina, que firmaron los contratos el lunes pasado.
La sociedad Techint-Sacde construyó en los últimos dos años la mayor parte del gasoducto Perito Moreno (antes llamado Néstor Kirchner) y realizó tres cuartas partes de la reversión del gasoducto norte. Para ello, cada empresa se equipó con máquinas de soldadura automática y capacitó a sus empleados, anticipando una mayor actividad en la Argentina, debido a la falta de inversión en infraestructura en los últimos años.
La construcción de las dos estaciones de bombeo que se instalarán en Allen y en Chelforó quedó en manos de AESA, una empresa subsidiaria de YPF, y de la neuquina Oilfield Production Service (OPS), respectivamente, según pudo saber LA NACION.
Finalmente, la instalación de la terminal de carga y descarga de buques con monoboyas interconectadas y del tanque de almacenamiento (que tiene el tamaño de un estadio de fútbol) será realizada por la española Técnicas Reunidas, una empresa con más de 60 años de historia, que en la Argentina construyó la refinería de Luján de Cuyo (Mendoza), de YPF.
El proyecto de infraestructura se adhirió al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que otorga beneficios fiscales y cambiarios para inversiones superiores a los US$200 millones. Los ejecutivos a cargo de la obra mantuvieron al menos dos reuniones en el Ministerio de Economía para hacer la presentación formal y aclarar dudas. Se espera que sea el primer proyecto RIGI aprobado por el Gobierno.
La construcción del oleoducto y del puerto en Río Negro demandará una inversión de US$3000 millones, de los cuales US$2528 millones son los costos de la obra y el resto equivale al pago de la tasa de interés y a los gastos en seguros y de gestión de proyectos. La mayor parte de la inversión se hará en los próximos dos años: US$1318 millones en 2025 y US$1123 millones en 2026.
En los próximos meses, la sociedad saldrá al mercado a buscar US$1800 millones para financiar el proyecto a través de un préstamo sindicado de bancos.
Se espera que el oleoducto esté operativo en el cuarto trimestre de 2026, cuando empiece a transportar 180.000 barriles diarios. A partir del segundo semestre de 2027, en tanto, el VMOS permitirá transportar hasta 500.000 barriles por día, con la posibilidad de incrementar esta capacidad a 700.000 si fuera necesario. Esto permitiría más que duplicar las actuales exportaciones petroleras, que ascienden a 193.000 barriles diarios.
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