Cronista.
Sergio Massa será, este martes, uno de los oradores que confirmaron asistencia a la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). El ministro de Economía tiene previsto hablar sobre "la situación de la economía argentina y sus perspectivas", pero sus palabras serán, ahora, las del precandidato a presidente del oficialismo Unión por la Patria. Los constructores también recibirán al presidente Alberto Fernández y a los ministros vinculados a la obra pública, en un escenario complejo en el que la ejecución de presupuesto público se frena y la actividad acumula una caída del 1,6% anual hasta abril. De este entorno difícil habló el presidente de la entidad, Gustavo Weiss, con El Cronista. Sin definiciones sobre los precandidatos, la industria teme que, gane quien gane, el 10 de diciembre sufrirá las consecuencias de un ajuste más profundo. Sin financiamiento, el Gobierno no encuentra recursos para frenar el ajuste del gasto Un sector muestra leve repunte aunque sigue casi 10% abajo de 2022 -¿Es un año electoral atípico, sin obra pública como protagonista? -En realidad, no. Tampoco hay una gran reducción presupuestaria, la construcción sigue representando el 1,6% del PBI en el orden nacional. Lo que sí hay es un problema de caja del Gobierno, que hace que nos paguen más tarde. En algunos casos, hay demoras de 30 días; en otros, de 60; en obras por convenio, que son las que ejecutan provincias y municipios y paga el gobierno nacional, el atraso es significativamente mayor. Es decir, no hay una reducción presupuestaria, pero sí existe de hecho, por atrasos en los pagos. Pero tampoco es la primera vez que nos pasa. El último año de la presidencia de Cristina Fernández fue malo; el 2019 de Mauricio Macri también fue malo, no es ninguna novedad. A pesar de que, teóricamente, en los años electorales los gobiernos quieren ejecutar mucha obra pública, nos hemos encontrado con situaciones de estrechez financiera en los últimos cambios de gestión. -¿Qué diferencias hay en la ejecución de obras de Nación y en las que ejecutan provincias y municipios? -Las obras por convenio tienen dificultades adicionales, que son los trámites de la redeterminación de precios, que demoran muchísimo más tiempo por problemas burocráticos. Las obras por convenio pierden rápidamente valor económico, eso hace que empiecen a tener problemas de ejecución y, simultáneamente, el giro de fondos del gobierno nacional tiene bastante más atraso que el giro del Tesoro para las obras directas. Hay obras por convenio con trámites de redeterminación con un año de atraso, que perdieron el 100% de su valor económico. Y, a la vez, no pagan porque la redeterminación no está aprobada. Esos contratos están complicados. Las obras que ejecutan provincias y municipios con financiamiento nacional, en problemas. -¿De qué tipo de obras se trata? -Las viviendas son por convenio, pero, en realidad, no tienen tanto atraso y tienen un sistema de redeterminación automático con el UVI, que aumenta según el costo de la construcción. Por otro lado, el giro de fondos para vivienda está más al día, con algún atraso de 30 o 60 días, pero en general pagan muy bien. El problema está más grave es con el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, el Enohsa, que tiene 1500 convenios firmados con provincias y municipios. Son 1500 obras que están muy complicadas. -La construcción fue el sector más dinámico de la salida de la pandemia en la creación de empleo. ¿Se frena ese dinamismo? -La obra privada sigue traccionando mucho. A pesar de todos los problemas que manifiesto, el empleo está muy sostenido. Tuvo una leve caída del 1% en abril y probablemente muestre otra leve caída en mayo, pero seguimos en niveles muy altos, en récord histórico, con consumo récord de cemento y otros buenos indicadores. Esto es principalmente por la obra privada, como edificios y lo que traccionan Vaca Muerta y la minería, que son actividades con niveles de ejecución muy altos. -La obra privada se mueve por edificios de alta gama, Vaca Muerta y la minería. ¿Qué pasa con las obras chicas? Las obras más chicas cayeron un poco, pero también traccionan mucho. El índice Construya ahora muestra una leve caída, pero a fin de año estaba en récord histórico. Vaca Muerta, la minería y la construcción de edificios mantienen en pie a la obra privada. -Se cerraron las precandidaturas y hay coincidencias en que, quien asuma el 10 de diciembre, deberá renegociar con el FMI y encarar un plan de estabilización. ¿Qué expectativas tienen sobre esa agenda? -Más que expectativas, tenemos preocupación. Uno escucha que hay un desajuste en las cuentas públicas y la oposición plantea que necesariamente hay que ajustar las cuentas fiscales. Veremos qué plantea el oficialismo. Sabemos que, en principio, eso deriva en una restricción de caja y, también, que los principales afectados cuando eso ocurre somos nosotros. Nos preocupa el futuro. Analizando la realidad de la macroeconomía, sabemos que inevitablemente se va a producir un ajuste, incluso, creo, si gana el oficialismo. La problemática dependerá de cuál sea la magnitud de ese ajuste.
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