Forbes.
Dentro de todos los sectores que Javier Milei incluyó en su frase “No hay plata” se encuentra el desarrollo de obra pública. El presidente de la Argentina asegura que suspenderá la construcción de infraestructura con fondos del Estado Nacional y que solo se llevarán a cabo si hay actores del sector privado que invierten en realizarlas con el objetivo de obtener un rédito económico al concluir.
Este lineamiento ya generó algunas rispideces con gobernadores de varias provincias debido a que la obra pública es uno de los principales motores para la generación de puestos de trabajo (se estima que alrededor de 300 mil personas viven de este segmento de forma directa e indirecta) y dinamización de la economía. Además, la creciente inflación aumenta los costos para desarrolladores inmobiliarios e individuos que llevan a cabo reparaciones en sus hogares y, en su conjunto, puede generar una retracción de todas las industrias relacionadas a la construcción.
Sin embargo, no todos los actores que conforman este segmento productivo lo analizan de esa manera. “A corto plazo, seguro que habrá una baja en la demanda porque hay mucha incertidumbre. Hay desarrolladores que frenaron proyectos y están observando el panorama pero una vez que se acomoden las cosas, seguirán con su trabajo”, aseguró a Forbes un directivo de una de las cementeras que operan en el país. Y agregó al respecto: “Por lo tanto, a corto plazo el panorama puede ser complejo pero a mediano y largo somos optimistas”.
En lo que respecta a la obra pública, quienes abastecen al Estado prefieren mantener su prudencia ante el lineamiento de Milei de “frenar toda la obra pública”. “Sin dudas, es una situación a la que se le presta mucha atención. De todas maneras, esperamos confiados que las reuniones que ha mantenido el Ministro de Infraestructura con las organizaciones que integran el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), servirán para encontrar alternativas para el financiamiento de las obras”. dice a Forbes una fuente del sector que está al tanto de las tratativas. “En definitiva, se trata de eso. De cómo financiar las obras, no tanto de obra pública sí o no. Hay muchas que están empezadas y deben terminarse y otras tantas que no pueden demorarse mucho tiempo más. Como es sabido, el país tiene un gran déficit de infraestructura que vamos a tener que ir solucionando más antes que después, porque al final del día, termina siendo una restricción para el desarrollo que el país necesita para crecer”, continúa al respecto.
Por su parte, Pablo Wolfzun, Gerente de Ventas de Construcción de Sinteplast, destaca a Forbes que es muy posible que en el corto plazo haya una merma en el consumo producto de todo lo mencionando. “Pero eso no debería impactar tan de lleno en nuestro caso porque todavía somos relativamente nuevos en lo que se refiere a químicos para la construcción. Además, en Sinteplast siempre tenemos la convicción y la vocación de crecer, desde los accionistas hasta el colaborador más nuevo. Si no podemos crecer en volumen con la pintura, intentaremos suplir dicho volumen con alguna de nuestras otras unidades de negocio: pintura automotor, pintura industrial, químicos para la construcción o la más reciente adquisición de la empresa, Penetrit. Este año tuve la suerte de cumplir 10 años en la empresa y jamás vi que se frene o cancele un proyecto de inversión por el contexto económico”, comenta Wolfzun.
¿Es posible llevar a cabo obra pública desde el sector privado?
Mucho se habla de la posibilidad de implementar sistemas ya aplicados en otros países donde actores privados ejecutan la obra pública. El ejemplo más cercano en la región, y que suele utilizarse de referencia, es el de Chile sin embargo, hay varias dudas sobre si esto podría funcionar en la Argentina.
“En Chile y en el mundo desarrollado esas obras de infraestructura no superan el 7% del total, es decir, el 93% restante de la inversión en infraestructura en Chile y en el mundo lo hacen los Estados en sus tres niveles (Nacional, provincial y municipal) porque no tienen interés económico para los privados, ya que no tiene repago directo por el usuario”, aseguró Gustavo Weiss, titular del Cámara Argentina de la Construcción, en una entrevista reciente con el medio Perfil.
Una fuente que trabaja con empresas nucleadas del sector dijo a Forbes que “no es fácil dar una respuesta” a esta consulta. “Para algunas obras es posible que sí, aunque de todas maneras hay que ver cuál son las condiciones operativas y financieras del mecanismo que finalmente se utilice. Para otras, no veo tan fácil que vayan a ser tan atractivas para el sector privado”, fue la reflexión realizada.
No hay certezas sobre un modelo de obra pública financiado por el sector privado
Otros actores consultados por este medio dieron opiniones similares. En todos los casos señalaron que es posible que el sector privado realice obras públicas pero solo en aquellos casos donde pueda obtener una ganancias una vez finalizada la construcción. “Para todo lo demás, la veo difícil porque el objetivo que tienen es ganar dinero”, sentencian al respecto.
¿Qué espera el sector para 2024?
Uno de los factores que más preocupa al sector de la construcción para el próximo año es la inflación. Según el INDEC, el nivel general del Índice del costo de la construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente a noviembre de 2023 registra una suba de 11,3% respecto al mes anterior. Este resultado surge como consecuencia de un alza de 12,8% en el capítulo "Materiales", de 9,7% en el capítulo "Mano de obra" y de 9,9% en el capítulo "Gastos generales".
Por otro lado, en lo que se refiere a actividad, el INDEC arroja que en octubre de 2023 el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) muestra una suba de 3,0% respecto a igual mes de 2022. El acumulado de los diez meses de 2023 del índice serie original presenta una baja de 2,3% respecto a igual período de 2022. En octubre de 2023, el índice de la serie desestacionalizada exhibe una variación positiva de 0,2% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una variación positiva de 0,1% respecto al mes anterior.
“No sólo es el contexto de alta inflación, también las perspectivas de una recesión, que seguramente complique la actividad. Pero por el momento hay que esperar, el gobierno está efectuando muchos anuncios que habrá que ir analizando, pero esperamos confiados que al final del día terminen impulsando el desarrollo inmobiliario, tanto las grandes obras, como el que tiene que ver con vivienda y las refacciones menores”, destacan a Forbes desde el sector.
Mientras tanto Wolfzun, de Sinteplast, comenta que para el próximo año tienen varias acciones estipuladas por realizar para poder continuar creciendo. “Por ejemplo, continuar lanzando productos como lo hicimos este año con la línea de pintura asfáltica, rollos de membrana, la línea de adhesivos para cerámicos y porcelanatos, etc. Durante nuestro último ejercicio fiscal lanzamos 10 productos y ya tenemos varias líneas en estudio testeando con clientes. Siempre somos optimistas y todo cambio lo vemos como una oportunidad”, concluye el Gerente de Ventas de Construcción de la empresa.
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