Los Andes.
Si una inteligencia artificial puede diseñar y presupuestar un viaje o un menú, ¿por qué no utilizarla para el desarrollo inmobiliario? Esa fue la pregunta que generó las transformaciones que está atravesando Hoy, ya están generando transformaciones en el sector de la construcción.
“En el sector del Real Estate, los algoritmos ya entraron a jugar en áreas como el diseño de los proyectos, la seguridad y la fabricación de piezas o terminaciones”, afirma Federico Gagliardo, fundador y CEO de Vitrium Capital, la desarrolladora argentina que tiene hoy proyectos en el país y en Uruguay, Paraguay y Estados Unidos.
“En una etapa previa a la construcción, el análisis de datos mediante estos sistemas de aprendizaje automáticos puede revisar factores útiles a la hora de encontrar ubicaciones para nuevos emprendimientos —como niveles de contaminación e inseguridad— y características de interés para los potenciales compradores, como autopistas o rutas de accesos, transporte público para ellos y sus empleados, centros o avenidas comerciales y áreas recreativas”, asegura Gagliardo.
Cómo ayuda la IA en la construcción
Según los expertos, la inteligencia artificial ayuda en la etapa de diseño y acelera el proceso de optimización del uso de cada terreno. Dicho de otro modo, puede medir el volumen edificable, la cantidad de unidades que se pueden construir o el total de la superficie vendible, entre muchas otras variables de cálculo.
Una herramienta entusiasma a los desarrolladores porque ayuda a mejorar sustancialmente los tiempos de análisis de cada negocio y salida al mercado.
La IA también puede ayudar en la etapa de construcción porque se le puede cargar cada plano de los arquitectos e ingenieros a softwares inteligentes que colaboran a la hora de supervisar el proyecto en su totalidad y por distintos segmentos. “Esto es muy útil para ir determinando el porcentaje de los avances, los tiempos estimados de cada tarea y prevenir algunas fallas, o bien, identificarlas para solucionarlas rápidamente”, agrega el CEO de Vitrium.
La revolución de la IA y el aprendizaje del machine learning
Según la empresa de investigación Grand View Research, se espera que el tamaño del mercado global de la Inteligencia Artificial crezca un 37% cada año desde 2023 hasta 2030. Mientras tanto, la consultora PWC, afirma que esta revolucionaria tecnología contribuirá con más de 15 billones de dólares a la economía global para ese año.
En este contexto, la industria del Real State no quiere quedarse afuera y apuesta a aprovechar ventajas como el ahorro de costos y el incremento de la eficiencia.
“Durante la construcción, la IA también resulta muy útil para mostrar proyectos a personas fuera de los equipos, tanto sea posibles compradores o inversores. Se puede acceder a guías remotas hechas con realidad virtual. Estos showrooms con realidad aumentada son representaciones visuales increíblemente inmersivas, fieles a las dimensiones y estética del proyecto”, explica.
Y agrega: “Al mismo tiempo, puede intervenir a la hora de conseguir prospectos de mejor calidad y acercar los proyectos inmobiliarios a gente interesada mediante el análisis del comportamiento de los usuarios en la web”.
Tecnología para comprar o alquilar una vivienda
Según el especialista, las distintas fuentes de información son útiles para evitar posibles fraudes y detectar la seriedad o credibilidad de los perfiles que buscan una compra o un alquiler de un inmueble.
Por ejemplo, los bots están comenzando a conversar en lenguaje natural para calificar oportunidades, agendar citas con clientes y resolver problemas de posventa. “Y muy pronto lo haremos por video con interfaces en donde será muy difícil saber si el que nos habla es un humano”.
El machine learning -qué es una IA que va aprendiendo de forma constante- se destaca por su capacidad para asimilar y guardar experiencias anteriores. Aplicado a la construcción, es una herramienta que permite identificar tendencias y patrones, dando ideas valiosas que eliminen retrasos y excesos en los presupuestos.
La robótica permite también la construcción off-site, con plantas enteras donde robots ensamblan piezas sencillas que pueden resolverse lejos de la obra.
“Además, son una gran herramienta los simuladores y modelos 3D detallados. Con esto, se visualizan los proyectos finales y se pueden ver algunos problemas o inconvenientes con los que se encontrarán los arquitectos antes de que se vuelvan una realidad. Esto convierte a las construcciones más precisas, sin errores, mejorando la calidad de los edificios”, nos cuenta Federico Gagliardo.
Y finaliza con un ítem del que se habla mucho últimamente: “Por supuesto que también estas nuevas construcciones están todas equipadas con domótica. Esto es automatizar las viviendas para transformarlas en espacios inteligentes. Con sensores de Internet de las Cosas y redes simples de conexión, las familias pueden controlar la energía y los artefactos del hogar con un solo click, generando eficiencia y ahorro de energía”.
Sin dudas, estas nuevas tecnologías que revolucionan el mundo, no han dejado sector ni ámbito sin tocar, pero bien gestionadas pueden ser herramientas que generen niveles de productividad y eficiencia mucho más altos a los que estábamos acostumbrados.
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