La inflación de junio fue de 1,6% y acumuló 15,1% en seis meses
- Equipo OB
- 15 jul
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La Nación.
Con un dólar que se mantenía estable, pero con menor influencia de la estacionalidad y subas concentradas en servicios públicos y educación, la inflación en junio fue de 1,6%. El dato estuvo apenas por encima del de mayo, pero por debajo de lo estimado por el mercado. Se destacó una significativa desaceleración de los llamados “precios libres”.
La tendencia a la ralentización continúa, aunque no de forma lineal. En junio de 2023, la inflación había sido de 4,6%, y en 2022, de 6%. En los primeros seis meses de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló un 15,1%, y en la comparación interanual, un 39,4%, según el INDEC. La inflación núcleo —que excluye precios regulados y estacionales— fue de 1,7%, por debajo del 2,2% registrado en mayo.
A nivel regional, el Gran Buenos Aires (GBA) registró una suba mensual del 2%, por encima del promedio nacional.
La división con mayor aumento fue Educación (3,7%), impulsada por subas en cuotas de servicios educativos. Le siguieron Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,4%), por aumentos en alquileres y expensas, vinculados a bonificaciones en las remuneraciones de encargados de edificio. Las menores variaciones fueron en Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,6%) y Prendas de vestir y calzado (0,5%).
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que la inflación núcleo fue la más baja desde mayo de 2020, y si se excluyen los efectos de la pandemia, la más baja desde enero de 2018. Según Caputo, los bienes registraron una suba de 0,8%, la menor desde que comenzó la actual serie en enero de 2017. Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron solo 0,6%, menos de la mitad del IPC general. En términos interanuales, esta categoría subió 32,3%, 7,1 puntos por debajo del promedio.
Caputo también subrayó que la inflación interanual lleva catorce meses consecutivos de desaceleración, alcanzando en junio el valor más bajo desde enero de 2021.
El presidente Javier Milei celebró el dato con una publicación en redes sociales, destacando el 1,6% como un éxito del programa económico.
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central había anticipado una inflación de entre 1,8% y 1,9% para junio. En la Ciudad de Buenos Aires, el índice fue del 2,1%, una aceleración de cinco décimas respecto al mes anterior.
Los analistas proyectaban que el mínimo de mayo (1,5%) sería difícil de repetir, aunque el Gobierno espera valores aún menores. El mercado estima que la inflación anual terminará en torno al 27%, mientras que el Poder Ejecutivo proyecta un 22,7%.
Al cierre de 2023, el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner había dejado una inflación del 211,4%, la más alta en tres décadas.
Durante un discurso en la Bolsa de Comercio, el presidente Milei reiteró que “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario” y que, con la base monetaria congelada hace más de un año, la inflación “va a colapsar” para mediados de 2026. Advirtió que podría haber fluctuaciones dependiendo del comportamiento fiscal, pero insistió en que el proceso es irreversible.
Ese discurso se dio en un contexto de presión cambiaria, luego del fallo adverso en la Justicia de EE.UU. por la estatización de YPF, el fin de la cosecha gruesa y el avance de proyectos legislativos que, según el oficialismo, aumentarían el gasto público. También hubo inquietudes por la falta de acumulación de reservas en el pico de la cosecha, lo que impide una reducción del riesgo país y podría comprometer metas con el FMI. Aún no se aprobó la primera revisión del Programa de Facilidades Extendidas.
Además, se conocieron críticas de la oposición por el “dólar barato” y por la salida de más de US$5000 millones en el primer trimestre, según el INDEC. Cristina Kirchner, en prisión domiciliaria, fue una de las voces más críticas.
La opinión de los expertos
El consultor financiero Federico Domínguez calificó el dato como “mejor a lo esperado” y explicó que la baja se sostiene por la capitalización del BCRA, el cierre de fuentes de emisión y el control de la base monetaria.
Señaló también que no se está registrando el clásico passthrough (traslado a precios) de los ajustes del tipo de cambio, lo que rompe con una tendencia histórica en Argentina.
La economista Elisabet Bacigalupo (Abeceb) coincidió en que, pese a los ruidos políticos y económicos, el dato es positivo. Remarcó que las anclas están funcionando, las expectativas están contenidas y el pass-through está siendo limitado, incluso en un contexto de mayor apertura y competencia externa. Destacó que la demanda interna no convalida los aumentos de precios como en el pasado.
La economista Melisa Sala (LCG) observó que la inflación minorista solo se aceleró marginalmente y destacó el efecto de los regulados. Advirtió que habrá que observar la reacción del IPC ante un posible aumento del dólar en la segunda mitad del año, aunque mencionó como factores atenuantes la debilidad de la actividad, la mayor apertura a las importaciones y el cambio de régimen fiscal. Según dijo, esos elementos podrían seguir actuando como contrapeso ante eventuales presiones inflacionarias.
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