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La medida ambiental que cambió la forma de construir en las ciudades de Massachusetts

La Nación.


En 2023, Massachusetts aprobó un código de construcción opcional con el objetivo de disminuir el consumo de combustibles fósiles. Un año y medio después, 45 municipios, que representan alrededor del 30 % de la población estatal, han adoptado estas nuevas directrices. Este código, conocido popularmente como “código stretch especializado”, ya está en vigor en 33 de esas localidades y entrará en vigencia en otras 12 durante el próximo año, según informa Energy News.


El término “stretch”, en el contexto de los códigos de edificación, se refiere a un código de energía que establece estándares de eficiencia energética más altos que los requisitos básicos establecidos por los códigos de construcción tradicionales, detallan desde el New


Massachusetts ha sido durante mucho tiempo un líder en el uso de códigos de construcción optativos para impulsar la descarbonización del entorno, según señalan desde Energy News. En 2009, el estado introdujo el primer stretch code del país. Hoy, esa norma, que incluye requisitos de eficiencia energética más estrictos que el código “tradicional”, está vigente en más del 90 % de los municipios del estado, ya que finalmente, son esas unidades de gobierno las que tienen la potestad de adoptar o no este tipo reglas.


Según un relevamiento realizado por Energy News a junio de 2024, solo un 8,5 % de los habitantes de Massachusetts aún residen en sitios donde no se ha adoptado un stretch code.

Tomando esos parámetros, la norma votada en 2023 profundiza el enfoque especial de la ley de 2009, con el objetivo de contribuir a una drástica reducción de las emisiones entre 2025 y 2050, año en que el estado se ha propuesto ser carbono neutral.


El nuevo código especial, detallan desde EN, no exige que los edificios alcancen las emisiones netas cero de inmediato, pero intenta garantizar que cualquier nueva construcción esté lista para ser neutra en carbono antes de 2050 planteando una serie de pautas, entre las que los expertos destacan que:

  • Las casas de nueva construcción puede utilizar combustibles fósiles para la calefacción de espacios, el calentamiento del agua, la cocina o el secado o construirse totalmente electrificadas. Sin embargo, si la nueva casa utiliza combustibles fósiles, debe construirse con un estándar de eficiencia energética más alto, estar cableada para soportar una futura electrificación e incluir paneles solares cuando eso sea posible. Asimismo, en todos los casos, las casas deben estar conectadas al menos a una estación de carga de vehículos eléctricos.

  • Respecto a las edificaciones multifamiliares de mayor tamaño, la regulación indica que su construcción debe cumplir con los criterios de “Passive House”, una certificación que exige una disminución significativa en el consumo energético en comparación con construcciones similares de igual tamaño y tipo. Las viviendas unifamiliares también pueden optar por obtener esa certificación.


Las principales ciudades del estado, incluidas Boston, Worcester y Cambridge, adoptaron rápidamente este nuevo código entendiendo que es una medida de protección al consumidor, no una carga adicional, según destacó en diálogo con EN Lisa Cunningham, una de las fundadoras de ZeroCarbonMA.


“Los requisitos del código especializado, junto con los incentivos estatales y federales permiten ahorrar en costos de construcción por adelantado y garantizan que los edificios cuesten menos para operar durante su vida útil, ofreciendo beneficios considerables a los residentes” detalló la activista ambiental.


Controversias en Massachusetts

Edificio sustentable en Boston

Según detalla EN algunas voces de la industria de la construcción han advertido que, pese a la buena declaración de intenciones, cumplir los altos estándares del código es más caro de lo que los autores de la norma habían considerado. Además, según detallan, los problemas en la cadena de suministro de ciertas maquinarias necesarias para construir basándose en la nueva norma “están causando precios aún más altos”.


“Ha tenido un comienzo bastante difícil y está agregando un costo relevante a las nuevas viviendas”, sentenció Emerson Clauss III, director de la Asociación de Constructores y Remodeladores de Viviendas de Massachusetts.


Además, desde la entidad han señalado a ese medio que el alto costo de la electricidad puede implicar problemas para los propietarios en el corto plazo, ya que según explican, los precios de la energía eléctrica en Massachusetts son los terceros más altos del país. “La idea de que va a costar menos dentro de 20 años es buena, pero ¿qué hace eso por las personas que necesitan entrar en una casa ahora?”, concluyó Clauss III al respecto.

LA NACION

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