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Los barrios en el mundo que ya se manejan a pleno con energía solar

Clarín.



Es tiempo de transición global en cuestiones de energía. Se vislumbra un mundo orientado a lo solar para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, como el petróleo y el gas.


Pero no son proyecciones utópicas: ya existen experiencias urbanísticas y habitacionales con fuente solar. Por ejemplo, Friburgo, a los pies de la Selva Negra.

Ésta es la capital ecológica de Alemania, la ciudad del mundo que usa más energía solar por persona y cada año se organiza la “Intersolar”, una de las mayores ferias basadas en el sol como reemplazo de la electricidad y el petróleo .

Allí está Schlierberg, un barrio con casas cuyos techos constan de receptores fotovoltaicos. Mientras tanto, en España se encuentra Cedillo de Cáceres, la primera comunidad solar de ese país para un pueblo completo: sus habitantes logran un ahorro del 50 % en electricidad.

En Madrid está el barrio Pablo La Renovable, cuya comunidad se ha organizado para instalar un autoconsumo colectivo de placas solares en los techos.

A pesar de que China siga siendo un gran consumidor de carbón para generar energía, es un país líder en instalación de paneles solares y hasta planea construir una estación solar en el espacio.

La cuestión es comprender que la revolución será en el área de la construcción y que debemos repensar casas y ciudades en función del sol.

“El sol es la principal fuente de energía del planeta. Desde los orígenes de la humanidad fue utilizado para la sobrevivencia. Es la energía de base y más renovable para nuestras acciones en la Tierra, como lo es también para todo lo que existe. ¿Cómo hacían las viviendas nuestros antecesores para adaptarse en las diversas regiones del mundo? Analizaban la situación climática del lugar y los materiales con los que contaban; luego construían las casas en función de eso. Y, en general, respondían principalmente a la trayectoria del sol, ya sea para captarlo o evitarlo”, comenta Silvia Rojo, directora de Fundación EcoAndina, ONG jujeña que cumple 25 años desarrollando tecnología solar apta para la Argentina, y cuenta con centros demostrativos en la Puna, Quebrada de Humahuaca y San Salvador de Jujuy.

En Jujuy se concentra la mayoría de los proyectos por un país solar.

Casa de sol

“Existen tres formas básicas de emplear energía solar en una vivienda -explica la especialista-, a saber: pasiva, térmica (cuando se usa para calentar) y eléctrica (cuando se la transforma en electricidad). La pasiva aprovecha la energía directa de los rayos del sol, sin convertirla en otro tipo de energía. Tiene que ver con la orientación geográfica, disposición de aberturas, la ventilación y el tipo de materiales de construcción. En el hemisferio sur, las viviendas deben orientar aberturas y techos hacia el norte, lo que permitirá mayor captación del sol de invierno. En el hemisferio norte (Europa, EE.UU.), al revés, deben orientarse hacia el sur. Una vivienda pasiva requiere poca energía para funcionar”, informa la experta.

Rojo aporta más características de una casa pasiva: “La alta aislación térmica en paredes, techos y ventanas; ventilación mecánica con recuperación de calor, jardín de invierno (zona vidriada ubicada al norte) y muro Trombe (captador de calor por inercia térmica). Así se mantienen una temperatura interior constante y saludable a lo largo de todo el año. Cuando en el mundo se comenzó a disponer del petróleo como energía, se abandonó en gran medida la adaptación de las viviendas a los climas. Se importaron diseños y materiales de construcción provenientes de regiones muy diferentes, convirtiendo las viviendas en ineficientes”.

Made in Argentina

Hay sistemas activos térmicos, como termotanques solares, para el agua caliente sanitaria, muy eficientes, de fabricación nacional como los de la pyme JuySolar, que además ofrece calefacción solar por agua o aire caliente, cocinas solares parabólicas y hornos de caja.

Lo primero es dimensionar el requerimiento energético de una vivienda para saber qué paneles fotovoltaicos comprar. “Una forma simple es leer el consumo en KW en la factura de la electricidad de una vivienda conectada a la red”, explica Rojo, y agrega: “Pero lo ideal es, primero, evaluar qué artefactos se usan, cuánto tiempo, y si estos son eficientes, para no sobredimensionar el sistema. Es recomendable cambiar los artefactos eléctricos por aquellos que consuman menos, sobre todo, de motor inverter”.

Rojo señala que los paneles convierten la luz en electricidad, y ésta puede ser usada en forma directa, en sistemas alejados de la red eléctrica (off grid), o enviada a la red eléctrica en el caso de que no se consuma toda en ese momento (generación distribuida, on grid).

El excedente de energía eléctrica obtenida del sol por sistema fotovoltaico también puede almacenarse en baterías, para usar cuando el sol no esté (previsión de abastecimiento de 2 o 3 días).

Por su parte, los Sistemas de Generación Eléctrica marca Solartec (con asiento en La Rioja y en Martínez, Buenos Aires) están diseñados para suministrar energía eléctrica a viviendas de consumo medio, en lugares sin red de distribución eléctrica, para una radiación solar promedio como la de la región pampeana.

Generan suficiente energía para abastecer todos los consumos diarios con aparatos de bajo consumo, incluyendo una bomba de agua para que funcione casi una hora y una heladera, 24 horas.

Este sistema fotovoltaico incluye 4 paneles fotovoltaicos, soportes, 8 baterías, inversor, cargador, regulador y conexiones. Su costo promedio actual de $ 4.063.115.

La energía solar en la Puna. Foto: Archivo Clarín.

En Jujuy se encuentra una Casa EcoSolar, fabricada por EcoAndina, construida como showroom de materiales y diseño eficiente entre 2006 y 2017, destinada a visitas y capacitación de estudiantes y profesionales.

Es la única en Argentina de visita pública, y que no se restringe a materiales de una sola empresa. “Cuando se diseña una vivienda y se adquieren artefactos, hay que pensar primero en el menor impacto ambiental y económico que podemos ocasionar”, aclara la arquitecta responsable, Irma Padilla.

Este proyecto obtuvo el primer puesto en la categoría Energías Limpias en el Premio Latinoamérica Verde (2021).

“El costo para construir una vivienda de 51 metros cuadrados se acercó a los 9,3 millones de pesos en enero de este año. El costo extra que supone construir una vivienda eficiente energéticamente es del 10 al 15% del monto total de la obra. Los gastos estarán en mayor medida en las aislaciones, en todas las envolventes, paredes, techos, carpinterías, y con esto tendremos cubierto el confort interior en 24 grados promedio”, informa.

La inversión en energía solar se amortiza a los 4 años con el bajo costo de servicios (y al comprender que disminuirán los subsidios progresivamente en electricidad). Solartec ofrece un kit solar básico -dos paneles, una batería, un inversor y estructuras- por casi 550.000 pesos.

Es cuestión de empezar y probar con la energía solar, al menos como backup de la electricidad cuando se corta. El sol siempre está.

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