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Martín Migoya: cómo la inteligencia artificial puede mejorar la calidad del empleo

La Nación.


Con un país que recién salía del caos, corría 2003 cuando cuatro amigos bautizaron en un bar irlandés del centro porteño su propia empresa de software. Poco cabía en sus mentes la idea de que hoy en día iban a ser uno de los 12 unicornios que existen hoy en el país. Globant es la compañía nativa digital que busca reinventar negocios mediante soluciones tecnológicas y desde 2014 sus acciones cotizan en la bolsa de Wall Street.

Presente en 23 países, cuenta con aproximadamente 27.000 colaboradores en el mundo – de los cuales más de 5300 están en la Argentina- y en 2022 facturó US$1778 millones. Como el mercado en el que participa, la organización crece exponencialmente y añade cada vez más clientes a su cartera. El 98% de su cartera son firmas extranjeras y entre ellas se encuentran numerosas empresas de renombre como Google, Disney, Fifa, Amex, Coca Cola, Nike, Santander y BBVA.

“En ese bar nos pusimos un objetivo: estar en el negocio de importar oportunidades a cambio de la posibilidad de exportar software. Queríamos que esas oportunidades se dieran no solo en Buenos Aires sino también en espacios como el que estamos inaugurando en Tandil”, dijo Guibert Englebienne, uno de los cofundadores en la inauguración de su nuevo edificio de Tandil. Se trata de la primera construcción que la empresa lleva a cabo desde cero en el mundo y que está preparada para recibir la certificación LEED Premium. De obtenerlo, se convertiría en el primero del país en conseguirlo fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires.

Un mercado sin techo En un mano a mano con la nacion, su CEO y cofundador Martín Migoya sobrevoló distintos temas para explicar cómo ve el mercado hoy en día. El emprendedor considera que su empresa no está ni rascando la superficie de lo que se puede hacer. “El mercado estima mover US$87 trillones en los próximos seis años y su crecimiento es algo violento, que no tiene techo en términos técnicos, de mercado, de talento, de impacto”, opina.

La magnitud del negocio se puede ver en las propias acciones de la empresa. En 2022 Globant compró la firma australiana eWave para expandirse a Asia y Oceanía, Sysdata para desembarcar en Italia y anunció su nueva participación como desarrollador mundial de FIFA+, entre otros proyectos.

Desde su visión, hay tres grandes ejes en boga en los que yace el potencial de la industria. “Una tiene que ver con todo lo que pasó con las criptomonedas y a lo que llaman web 3.0, que básicamente es una forma de intercambiar algo sin intermediarios. Eso es filosóficamente muy profundo y es impresionante la cantidad de casos de uso que antes necesitaban un intermediario sí o sí y ahora ya no más”, aprecia.


Pone como ejemplo la nueva modalidad de usar redes sociales en las que la gente es la dueña de su propio contenido: “No necesitás una red social, sino que escribís un protocolo y el software que está andando en el éter -que no es de nadie pero es de todos- es el que recibe tu comentario y lo hostea hasta que decidís matarlo, matar tu perfil. Esto viene a solucionar todas las cosas malas que tienen las redes sociales normales: uno puede poner contenido cuando en otra red no sabés qué hacen con él y ahí está clarísimo. Es un protocolo publicado en blockchain. Lo puede leer todo el mundo, es totalmente abierto y esas son cosas que antes no se podían hacer”.

En segundo lugar, se refiere al cambio de paradigma en la forma de navegar internet. “Como los chicos cuando juegan videojuegos, ahora en las paredes de esos mundos virtuales aparecen avatares, una puerta para ir a la discoteca de Spotify o para entrar al shopping de Amazon. Ese es otro impulso que hay que desarrollar”, explica. Martín Migoya, CEO y cofundador de Globant En tercer lugar, Migoya hace hincapié en la revolución de la inteligencia artificial y la llegada de Chat GPT. Observa cómo “la curva exponencial empieza a tener su punto máximo de crecimiento y eso está buenísimo” y piensa que “ahora compañías y gobiernos identifican que esta es la nueva forma de interactuar con las máquinas. La gente ahora quiere conversar, que se genere una conexión más emocional y eso dispara otra curva de demanda”.

Humanos versus máquinas En este contexto, un rumor pone en jaque el statu quo laboral: ¿nuestros trabajos serán reemplazados por la inteligencia artificial? Para Migoya, la situación es similar a cuando aparecieron las armas de fuego en las batallas que dejaron obsoletas las espadas, cuando se inventaron las calculadoras que desplazaron las reglas de cálculo o apareció el Excel y permitió hacer invenciones más sofisticados. Soldados e ingenieros siguió habiendo, pero sus funciones se adaptaron y reinventaron.

“Esto es lo mismo. La inteligencia artificial puede evolucionar pero no puede entender el contexto en el cual tiene que solucionar ciertos problemas. Necesitás que la gente entienda el contexto y después se acelere la actividad con esas máquinas. Lejos de matar empleos creo que puede transformarlos en mucho más dignos, que la gente pueda dedicarse a tareas más creativas y que las cosas que antes eran muy repetitivas e insistentes hoy sean más rápidas y fáciles. Las máquinas todavía son muy malas y van a seguir siendo malas por un tiempo”, sostiene. Globant fue fundada por Néstor Nocetti, Martín Umarán, Guibert Englebienne y Martín MigoyaGentileza Si bien el trabajo en equipo puede multiplicar la fuente de ideas, la multitud a veces entorpece la toma de decisiones. Sin embargo, para Migoya este no representa un problema en Globant: “Hace 20 años que trabajamos juntos y cada uno hace lo suyo, estamos bastante alineados”.

Sin embargo, él mismo se encontró siendo detractor de una de las ideas que hoy alcanzó el éxito. “Tengo que reconocer que me dio muchísimas dudas hacer el edificio en Tandil porque US$17 millones de inversión me parecía mucho capital del cual podíamos hacer mejor uso”, admite, y señala que la decisión costó especialmente porque cuando se decidió avanzar con el proyecto la empresa era mucho más chica de lo que es hoy. Cuatro cabezas La insistencia de sus compañeros fundadores y algunos de los trabajadores que impulsaron la idea dio sus frutos y Globant hizo su primera construcción desde cero a nivel global en Tandil. “Esto no es un edificio, es un símbolo de lo que podemos hacer las personas cuando pensamos en grande, a largo plazo y es un símbolo porque influyó y va a seguir haciéndolo en cada una de las personas que vive en Tandil. La ciudad me encanta, me parece la ciudad del futuro y creo que muchas ciudades pequeñas deberían mirar lo que hace”, celebró y definió: “A la Argentina le hace falta pensar en grande, que las cosas mas locas se pueden hacer”.

Por su parte, Englebienne estudió la carrera de Ingeniería en Sistemas en esa ciudad y vivió en el terreno vecino al edificio. Impulsados por uno de sus trabajadores, 16 años atrás desembarcaron en la ciudad. Se encontraron con un mercado latente con mucho potencial: en ese entonces existían en la ciudad 300 trabajadores de IT y hoy en día ese número está cercano a superar los 2000. De alquilar el primer piso de una casa pasaron a operar en cuatro casas, locales comerciales y ahora acaban de sumar la nueva sede. “Para mí este edificio es un símbolo de que no tenemos límite pero que tenemos que pensar con un nivel de exigencia al cual no estamos acostumbrados. El primer proyecto que trajimos a Tandil cuando llegamos fue el de Google. La gente me preguntaba por qué llevarlo ahí y yo les retrucaba ‘¿por qué no?’. Si hay algo que tenemos que aprender de Globant es que como argentinos tenemos que creérnosla. Todo eso nos llevó a donde estamos hoy, a dejar boquiabierto a algún cliente, a generar credibilidad en ciudades como esta”, señaló.

Al igual que en Tandil, la empresa tiene edificios de oficinas en otras 12 ciudades del país que instalan para promover el talento argentino. Pero el local no es su mercado más fuerte, sino que se destaca más en otros países latinoamericanos. “Colombia para nosotros es un país muy fuerte, más que la Argentina. México también es muy fuerte, al igual que India, Perú, Chile y Uruguay”, especifica.

Ante la consulta de qué le falta al país para igualar el liderazgo en el mercado que tiene en esos otros países, Migoya asegura que la ausencia de un entorno macroeconómicamente estable continúa siendo uno de las grandes asignaturas pendientes. “Si el país fuese un poco más predecible tendríamos resueltos el 80% de los problemas. Pero el argentino quiere progresar. La muestra de eso es que la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires en Tandil hoy tiene 21.000 estudiantes contra el promedio de siempre de 16.000. Creo que ejemplos sobran de que si querés progresar, podés. Hace falta que pongamos a punto la cancha”, señala.

“Es un momento único en el mundo y la oportunidad que tiene nuestro país de consolidarse como uno de los principales actores de esta industria es impresionante, pero para esto debemos seguir apostando a seguir generando el desarrollo del sector. Esto nos permitirá seguir creciendo como país y liderar esta revolución digital,” sostuvo en la misma línea Wanda Weigert, Directora Ejecutiva de Globant Argentina y Chief Brand Officer Global.

En ese sentido, Migoya destaca que la empresa “siempre tuvo una buena relación con todos los gobiernos”, ya que desde su lugar son creadores de empleo para segmentos de todas las edades.

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