La Gaceta.
La firma Metrocubico Internacional mudó sus oficinas a la ciudad jardín de Yerba Buena, introduciendo una manera pionera de trabajar que significó bastante más que instalarse en una nueva dirección. La compañía dio un giro sobre el concepto de oficinas, redefiniendo y mezclando los entornos laborales privados con áreas abiertas al público y un bar que se integra armónicamente con los espacios de trabajo.
Con más de 60 colaboradores, la casona se transformó en el primer espacio hipermixto de la región que responde a las tendencias mundiales de postpandemia. La empresa rompió con el concepto tradicional de oficinas cerradas, derribó la costumbre de las paredes divisorias y los lugares asignados inmodificables. “Las puertas están abiertas para los clientes, pero también, y principalmente, para la comunidad. Pensar una compañía transparente y conectada con la naturaleza y el contexto es una parte integral de nuestro propósito. Más que una oficina, queremos que sea un lugar para compartir momentos de calidad con amigos, familiares y amantes del café”, explicó Oscar Bercovich, socio fundador de Metrocubico Internacional, y CEO del grupo económico UNIBER.
La casona permaneció cerrada durante una década y el objetivo de la compañía fue preservar el sello original de la fachada y sus aberturas de madera. En paralelo, se incorporaron elementos modernos como el hormigón visto y detalles en hierro para crear un ambiente único de perfil contemporáneo en la provincia. La sede permitió revivir una propiedad de 1.000 metros cuadrados en avenida Aconquija 998. Las obras de revitalización de la casa duraron al menos un año.
Según precisó, Marino Marchesi, el gerente de Control de Gestión de Metrocubico Internacional que lideró esta transformación, los trabajos no modificaron elementos conceptuales. “La casa no estaba habitable, no tenía servicios ni el piso puesto. La estructura estaba lista, pero no las terminaciones. El cambio más grande fue la decisión de sacar la pileta de 23 metros que estaba en el jardín para mejorar la circulación vehicular desde el subsuelo”, agregó.
Este paso de Metrocubico Internacional se alinea a su vez a la lógica que ya aplica la empresa en los últimos proyectos y desarrollos inmobiliarios. Aunque en un principio el eje estuvo en edificios en altura en San Miguel de Tucumán, la pandemia y la demanda de lugares al aire libre y sustentables actuaron como un punto de inflexión. MIXT se lanzó hace pocas semanas y es un ejemplo preciso de estas ideas que aplican. Se trata de un complejo residencial y comercial de casas en altura en las Las Rosas e Higueritas, a una cuadra de avenida Perón; una propuesta que fusiona lo urbano con lo natural, ofreciendo una experiencia de vida inmersa en la naturaleza con amenidades premium y un practicas sostenibles desde la arquitectura.
“La nuevas propuestas de espacios hipermixtos y los estándares globales de desarrollo inmobiliario que persigue Metrocúbico sólo son posibles cuando el cambio también es interno dentro de la compañía. Una nueva forma de trabajar y de vivir es viable cuando las transformaciones ocurren desde adentro hacia afuera”, cerró Oscar Bercovich.
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