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La caída de la actividad de la construcción que se vino registrando en el último año golpeó fuertemente a las empresas del sector. Una de ellas es Ferrum, líder en el mercado de artefactos sanitarios, que sufrió una profunda caída de ventas y ganancias en el ejercicio anual que cerró el 30 de junio pasado, según el informe que elevó a la Comisión Nacional de Valores.
La compañía destacó que en el segundo semestre de 2023 la actividad de la construcción se desarrolló bajo el período de campaña electoral, “marcado por una avidez comercial mayor que en el primer semestre 2023”. Esto se explica, precisó, “por la aceleración inflacionaria, los movimientos en la cotización del dólar y la suba de las tasas de interés, generando fuertes incrementos de precio”.
“En este contexto, los actores económicos del sector se volcaron principalmente a acumular inventarios como reserva de valor y al cierre de obras”, explicó.
Pero la declinación más fuerte de la actividad se registró a partir de diciembre de 2023, con el cambio de Gobierno. A partir de allí “se comenzó a observar una fuerte retracción del mercado que se acentuó en los meses siguientes”.
“Durante el primer semestre de 2024 se produjo una significativa contracción en la cadena de valor de la construcción, siendo, en opinión de algunos economistas, la tercera caída más grande en los últimos treinta años, comparable a la crisis de finales de 2001 y principios de 2002”, agregó el informe de Ferrum.
“Ante la abrupta caída de la facturación originada por la disminución en la actividad económica, se adecuaron los niveles de gastos operativos y de estructura para hacer frente a este nuevo escenario. El escenario recesivo afectó los despachos de artefactos y accesorios sanitarios, que disminuyeron con respecto al ejercicio anterior, principalmente en el segundo semestre del ejercicio”, añadió.
Impacto de la recesión en los balances
Traducido en números, el impacto de ese contexto adverso sobre los resultados de Ferrum fue el siguiente:
Los ingresos por ventas consolidados al 30 de junio de 2024 ascendieron a $109.572,5 millones comparados con $150.157,8 millones del ejercicio anterior, ambos valores expresados en moneda homogénea a la fecha de cierre. Así, la baja fue del 27%, reflejando la significativa caída en el nivel de actividad principalmente en el segundo semestre del ejercicio.
La ganancia bruta consolidada ascendió a $45.598,7 millones, lo que representa un 41,6% de los ingresos por ventas, registrando una caída del 37,4% con respecto al ejercicio anterior, como resultado de la mayor incidencia de los costos ante la caída de los ingresos por ventas, parcialmente compensados por las mejoras de productividad en los procesos industriales.
Los gastos de administración, comercialización y otros ingresos (gastos) operativos netos ascendieron a $32.811,0 millones, comparados con $39.064,4 millones del ejercicio anterior, ambos valores expresados en moneda homogénea. La disminución fue del 16,0%.
La ganancia operativa consolidada ascendió $12.787,7 millones, lo que representa un 11,7% de los ingresos por ventas, comparado con $ 33.748,2 millones del ejercicio anterior, ambos valores expresados en moneda homogénea, reflejando una caída del 62,1% con respecto al ejercicio anterior.
Los resultados financieros netos (incluyendo el resultado por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda) ascendieron a un resultado negativo de $12.427,6 millones, comparado con $2.215,9 millones del ejercicio anterior, ambos valores expresados en moneda homogénea, originado principalmente por el mayor costo financiero por el incremento del financiamiento a corto plazo.
El resultado integral consolidado del ejercicio ascendió a $4.574,1 millones, lo que representa un 4,2 % de los ingresos por ventas, siendo un 73,1% inferior al ejercicio anterior, reflejando la abrupta disminución en el nivel de actividad mencionada anteriormente.
Los tres factores que derrumbaron la industria de la construcción
La reducción en la obra privada: esto incluye nuevos proyectos y trabajos de refacción, afectados por la incertidumbre económica, la disminución del poder adquisitivo, el aumento en los costos de construcción en dólares y un valor bajo de las propiedades en dólares, haciendo que los proyectos de construcción se vuelvan muy poco atractivo para los desarrolladores de real estate,
La disminución en las obras públicas: en el marco de déficit cero por parte del Gobierno y disminución drástica del gasto público, una gran parte de las obras públicas planificadas e incluso empezadas fueron suspendidas afectando muy fuertemente a las economías provinciales.
El ajuste de inventarios de los distribuidores: durante los primeros seis meses de 2024, éstos optaron por consumir sus inventarios y no hacer reposiciones para reducir existencias y adaptarse al nuevo escenario económico.
Ferrum apuesta a un cambio de expectativas
A pesar del contexto adverso, el informe cualitativo que acompaña las tablas de resultados de Ferrum destaca que sus expectativas son positivas.
“Las medidas del Gobierno Nacional con el objetivo de reordenar las variables macroeconómicas, reducir el nivel de inflación, disminuir el costo de financiamiento y recuperar el nivel de reservas del BCRA, genera un cambio de expectativas positiva para el mediano plazo”, expresa.
Y destaca: “Si bien durante el primer semestre de 2024 hemos visto una caída abrupta de la actividad económica, siendo marzo el punto más bajo, donde el sector de la construcción ha sido uno de los más afectados, lentamente se ha ido recuperando en los meses subsiguientes en forma constante”.
El informe enumera como aspectos favorables “la mayor oferta de créditos hipotecarios, la promoción de inversiones a través del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y la recuperación de los valores de las propiedades”. Considera que éstos” son elementos que deberían motorizar y fortalecer nuevamente el crecimiento de este sector”.
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