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Adm.

Por qué la sostenibilidad ya no es opcional para las empresas

Cronista.


A medida que avanzamos hacia un futuro más consciente y responsable, la sostenibilidad surge como un tema central que impacta en las organizaciones a nivel local e internacional.

En este escenario, los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se posicionan en el centro de las agendas corporativas hacia la creación de valor sostenible. "Hay 3 factores que están impulsando hacia arriba esta agenda. La primera son las crecientes regulaciones. El segundo, la demanda de mercados. Existen muchos mercados a los que para poder acceder tenés que gestionar con criterios de allí y además dar cuenta de lo que estás haciendo. Y el tercero y muy importante es cómo se está involucrando el sector financiero en estos temas. Cuando el sector financiero se suma se mueve la aguja de manera muy importante", explica María Rigou, directora ejecutiva de Cambio Climático y Servicios de Sostenibilidad de EY Argentina. La relevancia que toman los criterios ESG se da en un contexto de crisis climática que obliga a repensar los procesos dentro de las organizaciones: la sostenibilidad en las empresas tiene que ser un factor de peso en toda la organización y ser transversal a todas las áreas. "Hoy vivimos en un mundo completamente diferente y eso que era voluntario porque estaba en su ADN y porque estaban comprometidas con determinadas causas o porque tenían determinados valores, hoy está cambiando radicalmente. Lo que vemos es un paso veloz de lo voluntario a lo mandatorio", señala Rigou. Las regulaciones van en aumento a nivel global e impactan directamente en el resto de los países: "Por ejemplo, el Parlamento de la Unión Europea acaba de aprobar una ley de debida diligencia para determinados productos que se venden en el mercado europeo. Esto implica que todas aquellas empresas que venden al mercado europeo tienen que brindar información sobre la trazabilidad de los productos que venden", indica. Estas nuevas regulaciones son muy exigentes y van marcando el rumbo para contar con prácticas ambientales, sociales y de gobernanza que habilitan o no el acceso al mercado y a fuentes de financiación. Hoy las empresas deben contar con información completa y clara sobre las medidas y evaluaciones que realizan respecto de los posibles riesgos o escenarios, para demostrar que se encuentran preparadas para dar respuesta. Para ello es necesario hacer foco en los impactos y riesgos más significativos, contar con el respaldado de un adecuado monitoreo y evaluación de indicadores. En ese sentido, Rigou expone la relevancia del sector financiero en la transición hacia el desarrollo sostenible: "Lo que las empresas hacen y comunican, no les está resultando suficiente a los inversores. Ellos necesitan que las empresas expliquen y justifiquen por qué destinan recursos a determinadas estrategias, a determinadas acciones referidas a la sostenibilidad y por qué no en otras. No queda del todo claro las selecciones y los caminos que toman las compañías para hacer frente a este tipo de problemas". El sector financiero se posiciona así como un actor de gran importancia ya que impulsa a las empresas a repensar sus procesos en base a estas nuevas necesidades y obligaciones que surgen en el mercado. Frente a esto, las compañías comienzan a trabajar en esa dirección y están invirtiendo mayores recursos, tiempo y liderazgo. Esta situación lleva a que se esté generando "una revolución en el ecosistema del reporte de ESG" debido a la creciente preocupación por la calidad de los datos y por el creciente greenwashing de algunas organizaciones. Los marcos de referencia de reporte tratan de ofrecer metodologías más sólidas, creíbles, comparables y trazables que brinden información útil. "Es un ecosistema que está muy nutrido, que hay muchísimos marcos de referencia, estándares, frameworks, taxonomías, que hoy están conviviendo. Hay aproximadamente 600 herramientas hoy en uso en el mundo, es demasiado. La tendencia es ir hacia la convergencia, pero en el medio se genera mucha incertidumbre, porque uno se pregunta, cómo comunico", sostiene. Y concluye: "Uno de los grandes desafíos hoy es encontrar cuáles son los mejores estándares para comunicar. Hay que empezar a ampliar esos marcos e incorporar otros estándares para satisfacer a otras audiencias". Es en función de las audiencias, accionistas, inversionistas o stakeholders que se debe elegir el rumbo a seguir al momento de comunicar una estrategia de ESG, para que todos los destinatarios encuentren las respuestas que esperan obtener de forma clara, precisa y asegurando la calidad de los datos.

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