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El sector del transporte es el que más energía consume en América Latina de acuerdo a la Organización Latinoamericana de Energía (Olade). En su más reciente informe, el organismo reveló que el sector pasó de consumir 197 millones de toneladas equivalentes al petróleo (Mtep) en 2020 a 217 Mtep al cierre del 2021, lo que equivale a un crecimiento del 10,1%. Estas cifras evidencian la necesidad de una transición hacia energías más limpias y sostenibles. Sin embargo, la industria logística —que se basa en gran parte en el transporte— aún no ha adoptado al 100 % las energías renovables debido a una serie de factores que incluyen la disponibilidad limitada de infraestructura y el alto costo de inversión inicial en tecnologías verdes.
La industria energética se encuentra en una fase de transformación, incorporando cambios significativos tanto en los sectores tradicionales del petróleo y el gas como en las fuentes de energía renovables. Este panorama tiene un gran impacto en el funcionamiento de la industria logística, que históricamente ha dependido en gran medida de ambas formas de energía. A medida que acompaña a la industria de la energía en su búsqueda de mayor sostenibilidad, la industria de la logística encuentra un equilibrio en este nuevo paradigma energético.
“La importancia de priorizar el uso de energías renovables en América Latina no puede subestimarse. La región enfrenta desafíos únicos relacionados con la sostenibilidad, que incluyen la necesidad de atender las crecientes demandas energéticas a medida que la economía crece y al mismo tiempo reducir las emisiones de carbono. La adopción de energías limpias en el sector logístico es fundamental para mitigar el impacto ambiental y contribuir a los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.” explicó Gabriel Garcia, Director de Operaciones de Celsur Logística, compañía especializada en servicios logísticos integrales.
Algunas de las acciones concretas realizadas por el sector logístico en busca de la sostenibilidad son:
Optimización de rutas para reducir el consumo de combustible.
Inversión en flotas de vehículos más eficientes.
Instalación de paneles solares en sus instalaciones.
Estas soluciones, además de lograr una reducción en la huella de carbono de la industria, reducen sus costos operativos. A largo plazo, la industria logística tiene como objetivo reducir su dependencia de los combustibles fósiles y adoptar energías renovables de manera más amplia. Esto implica la inversión en infraestructura de carga para vehículos eléctricos, fomentar la innovación en tecnologías limpias y la colaboración con proveedores de energía renovable.
“En este contexto de cambio constante, mantenerse actualizado y adaptarse a las transformaciones es esencial para la industria logística. La sostenibilidad y la preservación del ambiente no son solo responsabilidades éticas, sino también una necesidad para garantizar un futuro sostenible para las empresas y el planeta. La industria logística está en una posición única para liderar el camino hacia un futuro más limpio y eficiente, y su compromiso con la sostenibilidad es un paso en la dirección correcta”. explicaron desde Celsur Logística.
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