Europa Press.
Un grupo de investigadores ha descubierto una sencilla estructura de la Edad de Piedra que podría ser la prueba más antigua de que los primeros humanos construían con madera.
La construcción es simple: un par de troncos superpuestos, encajados con una muesca. Tiene casi medio millón de años y permite echar un vistazo poco frecuente a cómo los ancestros de los humanos trabajaban la madera y modificaban su entorno, según escribieron los autores en un estudio publicado el miércoles en Nature.
“Demoré un poco en apreciar completamente lo que estábamos viendo”, dijo Larry Barham, arqueólogo de la Universidad de Liverpool y autor del estudio. “De hecho, no se veía muy lindo. Pero es mucho más complejo de lo que pensaba”.
Barham y su equipo desenterraron la estructura de troncos —además de un puñado de utensilios de madera— del lecho de un río situado en la cima de una cascada en Zambia. Los estudiosos creen que los troncos cruzados podrían haber sido la base de una estructura más grande, como una pasarela o una plataforma. Japón lanza un cohete con un módulo lunar y un telescopio para investigar los orígenes del universo
Por lo general, la madera se pudre rápidamente cuando se encuentra a la intemperie y es por eso que contamos con pocos testimonios de cómo nuestros ancestros utilizaban ese material, explicó Barham. No obstante, esos materiales estaban sumergidos en el río y eso ayudó a su conservación.
Por eso, cuando su equipo descubrió los troncos en 2019, aún pudieron ver signos reveladores de que los humanos primitivos les habían dado forma: entallando una hendidura en el tronco superior, estrechando los extremos y dejando marcas de herramientas por toda la superficie.
“Todo se veía tan fresco que no podías creer que fuera tan viejo”, apuntó Barham.
Dilucidar qué tan vieja era la estructura fue todo un desafío, ya que las técnicas tradicionales de datación no llegan tan atrás en el tiempo. Para este estudio, los investigadores usaron un nuevo método llamado datación por luminiscencia. Como explica Geoff Duller, uno de los autores del estudio y especialista en métodos de datación de la Universidad de Aberystwyth, en Gales, este procedimiento utiliza los minúsculos minerales de la arena para calcular cuánto tiempo llevan enterrados los materiales.
La estructura de troncos fue fabricada por lo menos 476.000 años atrás, mientras que los utensilios de madera son un poco más jóvenes: 400.000 años de edad. Dataciones como éstas ubican a los materiales en una era anterior a la evolución de nuestra especie, el Homo sapiens.
Según los especialistas, estos podrían haber sido construidos por otro primo de los humanos, posiblemente el Homo heidelbergensis, que poblaba África en ese entonces.
Según Dirk Leder, arqueólogo de la Oficina Estatal de Patrimonio Cultural de Baja Sajonia, en Alemania, que no participó en la investigación, si estos antiguos humanos se esmeraban en “el mobiliario del lugar”, es indicio de que podrían haberse quedado un tiempo o haber repetido las visitas, y no sólo vagabundear como cazadores-recolectores.
Como observó Annemieke Milks, arqueóloga de la Universidad de Reading que tampoco participó en el estudio, aunque “disponer un par de troncos en el suelo no suena tan emocionante”, hay que considerar que éstos nos dan una perspectiva diferente de las habituales herramientas de piedra que suelen descubrirse.
“Es una mirada importante a lo que estos humanos eran capaces de hacer”, dijo Milks.
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