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La tecnología se ha vuelto parte de nuestra vida cotidiana y por ende todos hemos tenido que aprender nuestras palabras para relacionarnos con el contexto. Esto ha llevado a que algunos términos sean adoptados en situaciones a las que pertenecen, pero que técnicamente no es correcto usarlos de esa manera. Esto es una práctica habitual en nuestra cultura, porque incluso algunas marcas de empresas privadas tuvieron tanto reconocimiento que luego con el tiempo se convirtieron en nombres genéricos para llamar ciertos objetos, como el caso de Thermo, Frisbee y Aspirina. Lo mismo ha ido sucediendo con la tecnología y aquí traemos cinco términos que se han popularizado y que hemos usado mal, porque en realidad cuando los décimos no nos estamos refiriendo técnicamente a lo que queremos de la manera adecuada.
WiFi Este es un buen ejemplo para iniciar. Cuántos no hemos dicho frases como: “el WiFi está lento” o “el WiFi no carga”. En este caso está mal implementada la palabra WiFi para referirnos a internet, ya que se ha asociado que ambas cosas son lo mismo.
Estos términos se han popularizado, lo que ha llevado a que se usen en contextos incorrectos. (Unsplash) Sin embargo, técnicamente el WiFi es un protocolo de red inalámbrica, que se utiliza para conectar a un dispositivo a un puerto que da acceso a internet. Por lo que en realidad en ese contexto no está bien implementada la palabra, porque lo que estaría lento o sin poder cargar sería el internet, que es una red global.
Un contexto en el que la frase “el WiFi está lento” sería correcta usarla es cuando un enrutador antiguo no es compatible con una nueva versión de la red inalámbrica, lo que afectaría su velocidad, generaría interferencias y problemas de rendimiento.
Inteligencia artificial En 2023 este término ha tenido un crecimiento exponencial y todos hablan de ella, a pesar de que fue creado hace más de 70 años cuando Alan Turing, un informático británico, publicó un artículo sobre como en el futuro las máquinas podrían ‘pensar’.
Por lo que la humanidad ha interactuado con esta tecnología durante años, solo que ahora está viviendo su mayor momento de auge. Sin embargo, cuando nos referimos a inteligencia artificial relacionándola con herramientas como ChatGPT o Bard, en realidad estos son grandes modelos de lenguaje y herramientas generativas de imagen, video o audio.
Estos modelos han sido entrenados con grandes cantidades de datos y desde ahí generan un contenido, según las indicaciones que el usuario les den. Es decir, que estas herramientas sí hacen uso de la tecnología de la inteligencia artificial, pero no son la IA en sí.
Es un término que durante muchos años tuvo una connotación negativa y por eso seguramente aún se asocia a personas encerradas en un sótano, tratando de ingresar de forma fraudulenta a una página a robar información.
Pero en realidad existe una gran diferencia entre los hackers y los ciberdelincuentes. Estos últimos son aquellos que buscan estafar a los usuarios, robar sus datos, acceder a sus cuentas y demás modalidades de ataque. Mientras que los hackers son aquellos que se encargan de buscar vulnerabilidades dentro del software y el hardware para detectar amenazas y enfrentarlas.
Estos términos se han popularizado, lo que ha llevado a que se usen en contextos incorrectos. (Unsplash) Memoria
Solemos usar esta palabra para referirnos a la capacidad de un dispositivo para almacenar contenido. Pero cuando estamos hablando sobre la ‘memoria de un computador’, o dispositivo en general, técnicamente es específicamente para la RAM, que es la memoria que se encarga de guardar la información parcial de un programa para ejecutarlo.
La RAM tiene un funcionamiento mucho más rápido que la capacidad de almacenamiento y es volátil, lo que quiere decir que solo funciona mientras el equipo esté encendido o recibiendo energía, por eso se apaga con él y se ejecuta al prenderlo.
La memoria de almacenamiento, conocida técnica como ROM, es la que se encarga de guardar los contenidos porque su trabajo es solo de lectura y la información no desaparece cuando el dispositivo se apaga.
Estos términos se han popularizado, lo que ha llevado a que se usen en contextos incorrectos. (Unsplash)
Disco de estado sólido
En los últimos años, los fabricantes han empezado a cambiar los discos duros por unidades SSD, ya que estás últimas tienen muchos beneficios como ser más pequeñas y ejecutar funciones más rápido.
Esto ha llevado a que los usuarios las llaman incorrectamente ‘discos de estado sólido’, continuando con el nombre de sus antecesores. Pero en realidad esta alternativa no es un ‘disco’ si no una ‘unidad’, ya que no está compuesta por partes mecánicas, sino que su funcionamiento es a través de chips, lo que también las hace menos frágiles.
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