La Nación.
En un mercado que se viene recomponiendo poco a poco, y en el que nuevos actores como el crédito hipotecario y la posibilidad del blanqueo fueron apareciendo en escena, las esperanzas de reactivación del ladrillo en la Argentina crecen cada vez más. La gran pregunta que surge frente a este panorama es si efectivamente se está moviendo el avispero de la demanda, consulta que los portales inmobiliarios decidieron responder.
Los números de las visitas de los cuatro principales sitios de propiedades -en los primeros siete meses del año- revelaron que la demanda está cada vez más activa. Las cifras de julio muestran que hubo un crecimiento de un 46% en las visitas si se compara con julio del año anterior, y de un 19% respecto al mes anterior, es decir junio de este año (estos números corresponden a búsquedas de alquiler y compra). “Nos sorprende a nosotros como inmobiliaria, que vemos que las consultas aumentaron mucho y, específicamente en ventas (dejando de lado el alquiler), crecieron en los últimos 12 meses un 98%, casi 100%”, comparte Daniel Bryn, socio de Zipcode.
“Creo que esto va a seguir así”, afirma Fabián Achával, CEO de la inmobiliaria homónima, y explica que el gráfico anterior unifica datos de búsquedas por alquiler y venta, pero si la mirada se centra en las consultas por compra, los números de aumento en la demanda son aún mayores: “Según las consultas que registramos en nuestra cartera, solo en ventas se registró un aumento interanual (julio de este año contra el mismo mes de 2023) del 110%, y de enero a julio de 2024, un 120% (comparándolo con el mismo período del año pasado)”.
“Todos los indicadores muestran que el mercado inmobiliario está en alza ”, asegura José Rozados, director de Reporte Inmobiliario y explica que, sobre todo, los datos más claros, objetivos e irrefutables son las escrituras. De hecho, los últimos números revelaron que en julio se realizaron 4232 operaciones de compra venta en la Ciudad de Buenos Aires, lo que implicó un aumento del 27,5% interanual. Además, explica que “recién estamos viendo el despertar de un letargo; a medida que se vayan concretando los créditos que están en trámite, el incremento de las escrituras será cada vez mayor”.
En ese sentido, Achával también comparte la mirada optimista y declara: “Todos estamos teniendo operaciones y reservas con crédito hipotecario. Todavía es lento, si comparamos con la época de Macri, pero es normal, ya que, en ese entonces, todo empezó de a poco, por el ajuste logístico que tuvieron que hacer los bancos. A eso se le va a sumar el impacto del blanqueo, por lo que tenemos una visión muy optimista de lo que pasa actualmente en el mercado inmobiliario”.
Viento de cola para el real estate
El crédito hipotecario llegó nuevamente a los argentinos luego de cinco años de que casi no existiera oferta de este tipo de préstamo en el país. Es así como en 60 días hubo 21 bancos que se lanzaron a ofrecer estas líneas de crédito. Esto implica nuevas herramientas para que la demanda pueda acceder al ansiado sueño de “la casa propia”, ya que, en palabras de Federico González Rouco, economista del equipo de Empiria, la consultora de Hernán Lacunza: “La única manera de acceso a la propiedad escalable, en el sentido de que pueda ser accesible para todos, fácil y que solucione un problema, es el crédito hipotecario”.
Recientemente, también se reglamentó el procedimiento para adherir al blanqueo de capitales, contemplado en la Ley 27.743, que, en pocas palabras, implica que las personas que tienen dinero bajo el colchón van a poder blanquear ese capital y comprar diferentes activos, entre ellos, inmuebles. La normativa permite blanquear hasta US$100.000 sin impuestos, pero más alto de ese monto se aplican alícuotas progresivas, a no ser que se destine a algunas de las colocaciones autorizadas por el Ministerio de Economía, como por ejemplo, las inversiones en proyectos inmobiliarios. En ese caso, pueden blanquear montos sin tope y sin penalidad ni impuestos. “Nos parece una buena medida para promover el desarrollo e inversión en proyectos inmobiliarios. La construcción es la que genera trabajo, inversión, actividad y merece este tratamiento privilegiado”, afirma Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU).
Otros números también muestran el interés por el ladrillo: la oferta de inmuebles disminuyó muy fuertemente en los últimos meses. En los números del último Radar Inmobiliario, elaborado por Fabián Achával: “En julio, Zonaprop registró una reducción del stock disponible de 22,7% interanual Argenprop una baja del 21%”. Además, respecto a los precios de cierre, asegura que “se observa una reducción en los porcentajes de negociación, rondan el 4/5%; están convergiendo nuevamente a los valores que eran los promedios históricos, lo que anticipa un ciclo alcista también en los diferentes segmentos de precio”. Por lo tanto, la búsqueda de la demanda aumenta a la espera de que el stock convalide y satisfaga esa demanda.
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