Clarín.
Las Empresas B son las que incluyen entre sus objetivos, además del rédito económico, el impacto de sus operaciones en las comunidades y el medio ambiente. En Argentina ya hay 220 empresas certificadas y 8 se sumaron en lo que va del año. Además del compromiso con la sustentabilidad, este camino pude convertirse en un buen negocio, en un mundo en que cada vez más se buscan proveedores que cumplan con los parámetros de la responsabilidad social.
Para lograr la certificación como empresa B se evalúan cinco áreas del negocio: Gobernanza, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente. Sistema B junto a B Lab se encarga de otorgar las certificaciones en Argentina.
Las 220 Empresas B que están en el país abarcan 30 industrias diferentes. Tienen una facturación anual de US$ 2.029 millones y emplean de forma directa a 23.960 personas.
“Es esperanzador ver cómo cada vez más empresas se interesan en asumir este camino de compromiso y gestión de su impacto. En este momento que atravesamos como país y como planeta, los modelos tradicionales que buscan optimizar el retorno económico a cualquier costo tienen que transformarse”, señala Marina Arias, Directora Ejecutiva de Sistema B Argentina.
“No son empresas perfectas, pero están comprometidas a transitar un proceso de mejora continua y demuestran que este paradigma es tan posible como necesario”, agrega. A nivel global, hay más de 8.400 Empresas B en 96 países.
Una de las empresas que eligió este camino es Agro Sustentable que desarrolla fertilizantes y productos 100% orgánicos para mejorar la calidad y el rendimiento de los cultivos.
Su presidente, Joaquín Basanta, apunta que lograr la certificación como empresa B llevó un proceso de dos años y medio. "Fue un desafío gigante. La certificación nos abrió puertas y nos dio visibilidad como empresa".
Parte del desafío de Agro Sustentable es llegar más allá de los productores agrícolas que están comprometidos con este camino. "La mayoría de nuestros productores son clientes convencionales. El trabajo que tenemos que hacer es mostrarles que pueden mantener el rendimiento de su producción utilizando estos productos. Algunos nos eligen por buenos resultados, otros por certificación o porque quieren ir a una agricultura más sustentable. Tenemos precios muy competitivos; los fertilizantes tradicionales subieron mucho de precio en los últimos años".
Unplastify es una empresa social que apunta a minimizar el uso de plásticos descartables para combatir la contaminación y regenerar los océanos. "Menos del 20% del plástico se recicla por eso lo que hacemos es acelerar soluciones sistemáticas para bajar el uso del plástico. Lo hacemos desde la educación con un programa para jóvenes. Además en políticas públicas acompañamos regulaciones y leyes a nivel nacional, junto con una solución en la industria", explica Agustina Besada, cofundadora.
Zafrán produce alimentos con ingredientes integrales y naturales. Fabrica barras de cereales, galletitas y granolas, entre otros productos. Priorizan comprarle directamente a pequeños productores locales, que cuidan el suelo con prácticas orgánicas, agroecológicas o biodinámicas.
"Trabajábamos con productos saludables sin químicos ni conservantes. Llevamos 12 años y hoy somos 42 personas, la mitad con una alta barrera de empleabilidad que va desde la discapacidad a ser migrantes o analfabetos", cuenta Nito Anello, fundador de la compañía.
Marzo es el mes en el que se busca darle difusión a las empresas B. Así, la cadena de supermercados La Anónima intervino las góndolas de 8 sucursales en diferentes puntos del país. La “Góndola B” destacó productos de 18 Empresas B, entre ellas Aguas de Origen, Arytza, Babasal, Bosque Gin, Bodega Lagarde, NotCo, PuraFrutta y Bodega Trivento.
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