En las últimas semanas se anunciaron varios proyectos, pero las restricciones en la economía nublan el 'verano' que vive el sector
El año pasado, las energías renovables abastecieron el 13,9% de la demanda eléctrica total del país. Se trata de un número récord, al que se llegó gracias a la puesta en marcha de ocho proyectos de gran escala, que añadieron un total de 47,57 megawatts (Mw) al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Actualmente, la Argentina cuenta con 192 proyectos 'verdes' operativos, que suman más de 5 gigawatts (Gw) de potencia (5188 Mw) a la matriz energética, según datos oficiales.
En las últimas semanas, el sector empezó a ver movimiento nuevamente. Es que el Gobierno lanzó su primera licitación para instalar capacidad de generación en 20 provincias y con la que piensa atraer inversiones privadas por más de u$s 500 millones.
Además, YPF Luz anunció que construirá su cuarto parque eólico, con un desembolso de u$s 260 millones. Para fondear el proyecto, la compañía estatal emitió obligaciones negociables (ON) por u$s 150 millones. En tanto, Pampa Energía construirá su sexto parque, en el invertirá u$s 500 millones. Por último, Genneia emitió una ON por u$s 73 millones, que se utilizarán para el financiamiento de la construcción de la primera etapa del proyecto eólico La Elbita (103,5 Mw), en Tandil, y el solar fotovoltaico Tocota III (60 Mw), en San Juan.
"Empezamos a ver estos movimientos porque las empresas grandes locales tienen pesos y necesitan dolarizarlos de alguna manera. Pero, fuera de eso, no vemos que haya novedades por parte de compañías más chicas o de inversores extranjeros", dijo Juan Cruz Azzarri, socio de MHR Abogados, estudio jurídico con fuerte presencia en la industria energética.
IMPULSO MINERO
El especialista agregó que hay consultas desde afuera del país para invertir en renovables destinados a abastecer a la industria minera. Es el único caso en el que se ve cierto interés de jugadores internacionales. Sin embargo, no está del todo claro cuánto de esto va a prosperar.
CEPO
Con las restricciones a las importaciones que ya están afectado a los proyectos que están en marcha, muchos de los que consultan terminan echándose atrás. A eso hay que sumarle la complejidad que, cepo mediante, ofrece la economía argentina para ingresar y sacar divisas.
"Esto que vemos que está sucediendo ahora es muy positivo, pero no sé cuánto tiempo más puede durar este verano. Hasta el año pasado recibíamos consultas. Ahora, ya ni siquiera eso", señaló Azarri.
El problema es que se hace difícil sostener en el tiempo las inversiones si no mejoran la estabilidad jurídica y la económica. Y en un contexto de restricciones como el actual, importa poco si los vientos y la radiación solar son recursos abundantes y de calidad.
La Argentina tiene la mejor radiación solar por detrás de la del desierto del Sahara
"Está todo para crecer. Pero tiene que haber estabilidad jurídica, un mejor acceso a infraestructura y menos restricciones al capital. Cuando se ven las primeras rondas del RenovAR, entre 2016 y 2018, fueron muy exitosas, precisamente, porque no había cepo. Si a las compañías extranjeras les ponen trabas, se van a otros países", aportó Ezequiel Mirazón, socio líder de Energía de PwC Argentina.
REDUCCIÓN DE EMISIONES
A pesar del contexto, uno de los vectores que está impulsando el crecimiento de las renovables está relacionado con los compromisos que las empresas asumieron para reducir sus emisiones de carbono. Dejar comprarle la energía eléctrica a Cammesa (la sociedad mixta que administra el mercado mayorista eléctrico) y empezar a autoabastecerse es una de las maneras más rápidas de alcanzar los objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza.
"Hay una gran cantidad de compañías industriales que tomaron estos compromisos y se lanzaron a construir sus propios parques eólicos o solares. Esta es una de las maneras más simples y con repago más rápido", cerró Mirazón.
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