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La construcción sostenible que cuida el ambiente

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En un mundo cada vez más consciente de la urgencia de abordar el cambio climático, el pensamiento de líderes influyentes como Bill Gates no deja de generar impacto. Recientemente, el fundador de Microsoft reflexionó en su blog personal acerca de los cinco negocios más rentables en la actualidad, y destacó un punto crucial: la sostenibilidad.


Los cinco sectores clave para Gates son energía, manufactura, transporte, agricultura y construcción al ser esenciales para el funcionamiento de nuestra sociedad. Sin embargo, también son responsables de gran parte de la emisión de contaminantes a nivel mundial. Un punto en el que focaliza es en la sostenibilidad como un factor clave en estas industrias, que no solo responde a dar respuesta a la responsabilidad ambiental de las empresas sino además abre la oportunidad de inversión y crecimiento económico.


Históricamente, la industria de la construcción tradicional ha sido una de las mayores consumidoras de energía. Y según Naciones Unidas, a través de su Programa de Medio Ambiente del 2022, la construcción es responsable del 37% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera en relación con la energía utilizada. En este marco, se estima que la producción de materiales y las actividades mismas relacionadas con construcción causan aproximadamente el 10% de las emisiones globales de GEI.


En las economías más desarrolladas del mundo se están llevando estrategias hacia la transición energética con el objetivo de generar una economía basada en la eficiencia energética, a través de la sustitución de fuentes de energía tradicionales hacia otras fuentes sustentables, limpias y no contaminantes.


Si bien no estamos en el mapa de esos países, donde hoy esto es una prioridad, en Argentina lo venimos impulsamos desde hace más de 15 años en nuestros procesos, a través de prácticas de Diseño y Producción sustentables que incluyen, entre otros: ahorro de agua y energía eléctrica en comparación con la construcción tradicional, durabilidad de la obra, premisas de diseño basadas en Normas LEED-NC, así como la implementación de políticas y procedimientos de gestión ambiental y de calidad, según los lineamientos de la Norma ISO14001 e ISO9001, que impactan en forma directa en una reducción drástica de la huella de carbono.


Es evidente que ya estamos inmersos en un gran cambio de paradigma, donde la innovación tecnológica actúa como el motor impulsor de la transformación. Además, en nuestra industria, la transición energética está estimulando la innovación en la construcción modular, mediante el desarrollo de materiales y soluciones constructivas avanzadas y la integración de sistemas inteligentes de gestión de energía.


Esta convergencia está generando obras más inteligentes y eficientes, capaces de adaptarse a las demandas de un entorno muy cambiante, donde las empresas desarrolladoras están centradas en la ecología y la sostenibilidad que, a la vez, son las que presentan mayores oportunidades de rentabilidad.


La eficiencia energética en la construcción modular

Hoy la eficiencia energética se posiciona como la nueva moneda de cambio en la construcción modular. La producción de módulos y materiales en entornos controlados permite la implementación de tecnologías de eficiencia energética de vanguardia que atraviesan toda la cadena de valor. Desde el uso de materiales sostenibles hasta la integración de sistemas de climatización eficientes, la construcción modular lidera el camino hacia opciones de construcción más respetuosas con el medio ambiente.


Además de la producción de materiales sostenibles, existen prácticas para controlar el impacto ambiental, como la gestión de residuos y el diseño del proyecto del edificio. En este sentido, desde hace casi dos décadas se gestionan los residuos siguiendo los principios de circularidad, que implican el reciclado, recupero y reutilización de materiales.


Dentro del nuevo paradigma operan factores que velan por la mejora de los procesos constructivos mediante el uso de la información en tiempo real, la modularidad para flexibilizar al máximo la respuesta en la obra.


La producción industrializada de módulos tridimensionales terminados y operativos, en una "línea de producción controlada", asegura la reducción de residuos y la optimización en el uso de materiales.

*Presidente de ECOSAN

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