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Desde la década de 1950, los centros comerciales han tenido un diseño característico: interiores sin ventanas. Este concepto se implementó inicialmente en 1956 con la apertura del Southdale Center en Minneapolis. Según WSVN, este centro comercial fue el primer complejo completamente cerrado, diseñado sin ventanas para crear un entorno controlado.
Uno de los motivos por los que los centros comerciales eliminan las ventanas está relacionado con la eficiencia en costos operativos. Burt Flickinger, experto en venta minorista y director de la consultora Strategic Resource Group, explicó a CNN que el diseño sin ventanas permite a los minoristas utilizar más espacio en las paredes para estantes y productos, aumentando la rentabilidad por pie cuadrado.
Además, la ausencia de ventanas permite controlar el ambiente interno. Flickinger también señaló que un entorno sin ventanas ayuda a los compradores a perder la noción del tiempo, lo que suele resultar en una estancia más prolongada y, por ende, más gasto. Sin la distracción de los elementos externos, como la luz del día o el clima, los compradores pueden sumergirse completamente en la experiencia de compra.
La eficiencia energética es otro factor clave en el diseño de los centros comerciales. Thomas McMillan, director del Centro de Estudios de Comercio Minorista en la Escuela de Negocios Mays de la Universidad Texas A&M, comentó a CNN que los desarrolladores descubrieron que la falta de ventanas hacía más económico calentar y enfriar los grandes espacios interiores. Durante la crisis energética de los años 70, esta medida se volvió aún más pertinente debido a la necesidad de conservar energía.
El arquitecto Victor Gruen, responsable del diseño del Southdale Center, buscaba sorprender a los compradores desde el momento en que ingresaban al edificio. Gruen, considerado el pionero del diseño de centros comerciales modernos, añadió elementos como plantas, fuentes, y música para crear una experiencia atractiva sensorialmente. Según WSVN, el diseño del centro comercial se centraba en que prácticamente toda la actividad y la energía arquitectónica estuvieran concentradas en el interior, mientras que el exterior mantenía una apariencia funcional y monótona.
El modelo de diseño sin ventanas no solo se aplicó a los centros comerciales, sino también se extendió a otros tipos de establecimientos minoristas como los supermercados. Alexandra Lange, crítica de arquitectura y autora, indicó a CNN que en los supermercados, los alimentos frescos tienden a colocarse en los perímetros de la tienda para facilitar la refrigeración, lo cual sería menos eficiente con ventanas que cortan la pared.
Stephanie Cegielski, vicepresidenta de investigación del Consejo Internacional de Centros Comerciales (ICSC), mencionó a CNN que el diseño de los centros comerciales con forma de “T” o de cruz con tiendas ancla en cada esquina era estratégico para mantener a los compradores enfocados en el interior del centro comercial. Esto hacía innecesario incluir ventanas a menos que fueran vistas específicas de tiendas departamentales.
A pesar de la evolución del comercio minorista y de la disminución del número de centros comerciales cerrados – pasando de unos 1,400 en su apogeo alrededor de 1,122 en la actualidad, según el ICSC –, la estructura básica y el diseño interior de estos establecimientos han cambiado poco. Sin embargo, se han adaptado algunas de sus funciones integrando opciones de entretenimiento como minigolf, cines y áreas de juego, convirtiéndose en destinos multifuncionales.
Los centros comerciales, incluso hoy, siguen atrayendo a los Millennials y la Generación Z gracias a su transformación en espacios multifuncionales. (REUTERS/Mark Makela/Archivo)
Kristin Mueller, presidenta de administración de propiedades minoristas de JLL, destacó a CNN que incluso con esta transformación, los centros comerciales siguen siendo frecuentados por generaciones más jóvenes, como los Millennials y la Generación Z. Según datos de ICSC, en 2023, el 54% de los adultos estadounidenses visitaron un centro comercial al menos una vez al mes.
Hoy en día, la integración de elementos adaptativos dentro de los centros comerciales existentes podría llevar a una funcionalidad renovada para las ventanas. La evolución de los centros comerciales podría, en última instancia, cambiar ciertos aspectos de su diseño tradicional para acomodar nuevas demandas y usos.
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