Cronista.
Quien se tome un tiempo para navegar por las redes sociales lo notará enseguida: cada vez hay más emprendedores, y dentro de este segmento crece la presencia de aquellos que inician negocios con características de triple impacto. ¿Qué significa esto? Que miran que su negocio sea rentable, pero también respetuoso con las personas y el ambiente.
Estos emprendedores sustentables buscan mejorar las condiciones de vida de la sociedad a través de sus productos y servicios. Para poder evaluar cómo viene creciendo este fenómeno, basta con ver la cantidad de ferias que cada fin de semana reúnen a estos comerciantes y hasta con ver la variedad de la oferta que se vio en la última edición de la Bioferia.
"En el caso de los emprendedores está claro que vienen desde el inicio con el chip de ser agentes de cambio y transformar el mundo, ofreciendo soluciones disruptivas para resolver problemas o demandas aún no atendidas", define Patricio Gigli, director ejecutivo de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA) y socio en Marea Venture Partners.
El desafío es, según este experto, acompañar esa mirada del impacto positivo en el entorno con una agenda más integral de la sustentabilidad que recorra áreas diversas como impacto en el ambiente, políticas de contrataciones de empleados, transparencia, con herramientas concretas que derramen en los procesos punta a punta de la producción y gestión de la empresa y con indicadores que permitan medir avances y oportunidades de mejora. En ese sentido, sostiene que se ha avanzado mucho en este aspecto pero todavía falta ejercicio y docencia.
"El ecosistema emprendedor de impacto está creciendo en la Argentina, aunque todavía con algunos desafíos vinculados a la política pública (todavía esperamos la ley para el reconocimiento formal a las Empresas de Beneficios e Interés Colectivo, Empresas BIC en Argentina) y ya tenés hoy propuestas de incubación y aceleración con servicios de acompañamiento especialmente pensados para emprendimientos de impacto. Es el caso de Sancor Seguros que hace dos años lanzó Sancor Seguros Impulsa, su primera incubadora de emprendimientos, pymes y cooperativas y que ya asistió a más de 20 proyectos en el país", detalla Gigli.
Más proyectos sustentables
Carolina Ulla, directora de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables de Universidad Siglo 21 no duda en afirmar que cada vez son más los estudiantes y egresados de esa casa de estudios que eligen desarrollar un emprendimiento propio optando por un proyecto sustentable o de triple impacto buscando un propósito positivo en la sociedad y el ambiente, además de las utilidades que puedan alcanzar.
"El triple impacto (social, ambiental y económico) apunta a un nuevo paradigma de negocio sobre bases que aporten soluciones sociales y ambientales. De esta manera, estos nuevos modelos de negocio parten de la premisa de un fuerte compromiso con el cuidado del ambiente, ya sea en el empleo de materiales reciclables en el proceso de producción, utilizando de manera eficiente la energía, o ayudando a los clientes a reducir la contaminación sin tener que renunciar a los beneficios del producto", suma Ulla.
Este movimiento tiene un correlato complementario. "El consumo de productos sustentables también viene creciendo exponencialmente en los últimos años, lo podemos ver en la oferta de productos, incluso en grandes cadenas ya que siguen la tendencia del mercado", resalta Marina Arias, directora ejecutiva de Sistema B.
"El consumidor cada vez presta más atención a los productos y servicios que adquiere, su procedencia, sus materiales, su composición, su destino final. Sin embargo, esta información es compleja de obtener y en la mayoría de los casos no está clara, lo que dificulta en gran medida la posibilidad de elegir acorde a las convicciones y decisión de la persona. A esto se le suma la publicidad engañosa que algunas marcas utilizan para vender más productos en nombre de la sustentabilidad sin serlo, lo que produce un gran daño y genera desconfianza en el mercado", dice Arias.
El crecimiento de estos emprendedores "verdes" es tal que otras marcas también se suman a empoderarlos y acercarlos al público masivo. Es el caso de Mercado Libre, que ya en 2019 creó la sección de "productos sustentables para promover marcas y emprendimientos que contribuyan con la reducción de impacto ambiental y generen impactos sociales positivos, democratizando el acceso a productos más responsables e impulsando una nueva economía", dicen desde el marketplace.
Así, esta sección cuenta con 68.000 emprendimientos y marcas con impacto positivo, y en 2022 más de 5 millones de personas compraron al menos un producto en la región. "Tenemos la mayor oferta de América latina con más de 140 millones de productos, con presencia permanente en nuestro marketplace de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Uruguay. Además, los ayudamos generando alianzas con organizaciones relevantes como Sistema B, el Movimiento Amazônia en Casa y otras", cuentan desde la empresa.
Promover la biodiversidad
Del mismo modo, la compañía se centró el año pasado en promover a productores sustentables que cuidan la biodiversidad de las zonas en las que viven y trabajan. Esto se plasmó en el programa Biomas a un click, que reunió cerca de 1900 productos sostenibles realizados por cooperativas que contribuyen a la valorización y preservación de dos biomas argentinos: Gran Chaco y Selva Misionera.
De este modo, no solo se cuida el ambiente, se preservan saberes ancestrales que muchas veces se pasan de boca en boca, y que se pierden cuando las generaciones más jóvenes migran a las ciudades.
Y hay un punto esencial para que emprendedores y pymes puedan crecer: el financiamiento. "Vemos una mayor conciencia en las empresas por gestionar y contar lo que están haciendo. A su vez, los inversores también están interesados en saber qué programas tiene cada firma. Tener acciones de ESG (ambiente, social y gobernanza, por su sigla en inglés) les aporta un valor agregado", cuenta Julieta Artal Conte, Responsable de Gobierno Corporativo y Sustentabilidad de BYMA, firma que ya entregó 44 instrumentos de financiación vinculados a la sustentabilidad.
Impulsar el cambio
Las ideas surgen en todos los espacios, como Ualabee, que nació de la tesis de Joaquín Di Mario, actual CEO de la empresa. "La sustentabilidad está en nuestro ADN, desde el momento inicial. Trabajamos soñando en ciudades más eficientes y sustentables. Y en este sentido, nuestro aporte desde el mundo de la movilidad, es fundamental para toda ciudad ya que el transporte motorizado es responsable del 28% de emisiones de CO2 a nivel mundial, y a su vez de la mala calidad del aire que se respira, la contaminación sonora y de la ocupación del espacio público", define su líder.
Alguien que tiene un rol activo en Instagram es Celeste Mangiardi, CEO y fundadora de TICA, emprendimiento que produce y venta cosmética natural, vegana y sustentable.
"Nuestro enfoque principal es ofrecer productos de cuidado personal que sean efectivos, seguros y respetuosos con el medioambiente. La idea surgió de nuestra pasión por la belleza y el bienestar, combinada con una creciente preocupación por los ingredientes nocivos y las prácticas no sostenibles en la industria cosmética. Queríamos ofrecer una alternativa consciente y responsable", detalla esta emprendedora.
Para esto, asegura, investigaron y se educaron sobre los beneficios de los ingredientes naturales y los métodos de producción sostenibles: "Trabajamos arduamente para desarrollar formulaciones efectivas que aprovechen los beneficios de la naturaleza, seleccionando cuidadosamente ingredientes de origen natural y orgánico. Con el tiempo, hemos ganado la confianza y el apoyo de nuestros clientes, quienes valoran nuestra transparencia, calidad y compromiso".
Impacto positivo
Por su parte Eric Leuemberger fundó Flip!, que, literalmente, significa dar la vuelta. "Nació por nuestra necesidad de crear y trabajar por algo que nos represente y que tenga un impacto positivo en otras personas", dice el emprendedor.
"En Flip! ayudamos a empresas a implementar beneficios para colaboradores con impacto social y ambiental. De forma simple, implementamos en menos de una semana, y sin consumir presupuesto extra. Por ejemplo, este año lanzamos el primer seguro de autos net-zero de la región. Nuestros clientes protegen sus autos y compensamos la huella de carbono que producen plantando árboles nativos en la Patagonia. Junto a la ONG ReforestArg y a la Subsecretaría de Bosques de Chubut plantamos 12 árboles por cada empleado, ayudando a absorber el equivalente de conducir 10.000 km al año. Reforestamos una zona de bosques que entre 2015 y 2016 fue arrasada por el fuego, un total de 40.000 hectáreas", cuenta Leuemberger.
Incluso los arquitectos hoy miran la huella ambiental de sus creaciones. "Estamos interesados en contribuir en la reducción del impacto negativo que sabemos que los edificios ejercen sobre el medioambiente y las personas. En este sentido, hay áreas a considerar en las que como arquitectos y desarrolladores podemos influir: la planificación del sitio de manera sustentable, el consumo racional del agua como recurso, el uso eficiente de la energía y el de energías renovables, la conservación de materiales y recursos y el cuidado de la calidad ambiental interior", enumeran desde ATV Arquitectos.
Nueva vida a los desechos
Algunos emprendimientos se centran en reciclar residuos y volver a insertarlos en el circuito productivo, es decir, fomentan la economía circular. Este es el caso de Metropallets, que se dedica a reciclar pallets para la industria. "Nace por la necesidad de profesionalizar una actividad que ya existía, pero de manera informal", afirman desde la firma.
"Somos empresa B certificada ya por segundo período consecutivo. Y desarrollamos distintos programas que aportan a la reducción de la desigualdad social en nuestra comunidad como también a la reducción de huella de carbono. Por ejemplo, el Programa Guardianes del Planeta, enmarca la construcción de composteras comunitarias realizadas con maderas de pallets, las que son donadas a escuelas y plazas públicas", suman desde Metropallets.
¿Alguien pensó vestirse con desechos? "En ADNJewelry creamos piezas de accesorios y outfits totalmente realizados con una selección de materiales sostenibles, prácticas de producción éticas y diseño circular para reducir el impacto ambiental de la industria de la moda. Nuestra materia prima son los materiales de desecho, como las cápsulas de café, el plástico y las botellas de plástico PET. Nos enfocamos en extender la vida útil de los productos de un solo uso a un uso de por vida", define Andrea de Navarrete, su fundadora.
"Como diseñadora, hace diez años que comencé a reutilizar las cápsulas de café, más por una curiosidad sobre el material, el aluminio, y su docilidad para transformarse en otra pieza. Los colores fueron los que captaron mi atención y a partir de ahí todo el estudio y el descubrimiento del mundo de la sostenibilidad y la importancia de reciclar para cuidar el ambiente", añade De Navarrete.
Otra empresa que viene desarrollando hace años el reciclado es Ageplast, dedicada a la comercialización de materiales plásticos reciclados y reciclables provenientes del scrap industrial o comercial.
Recientemente la firma presentó una solución innovadora para darle una nueva oportunidad a los residuos plásticos que por su morfología, contaminación o características técnicas hasta ahora no podían ser reciclados. Se trata de Wood Plast, una "madera" plástica obtenida a partir de una tecnología desarrollada por la empresa.
A diferencia de otras "maderas" plásticas ya existentes en el mercado, fabricadas a partir de plástico virgen o reciclado, esta alternativa usa basura plástica como materia prima y ofrece una solución sustentable a los grandes generadores y un destino ecológico a materiales que de otra manera, terminarían enterrados en un relleno sanitario.
Solución definitiva
"Nuestro objetivo es brindar a nuestros clientes una solución definitiva y rentable que reduzca sustancialmente el impacto ambiental que generan sus residuos plásticos, aportar a la economía circular y reducir la huella de carbono", afirma Natalia Ventura, directora Comercial de Ageplast.
Broda, es una empresa B centrada en la industria de la alimentación institucional. Su valor agregado está en que cuando arrancaron buscaron una alternativa para los envases plásticos en los que se empaquetan las viandas. De esta manera, apuntó a disminuir al máximo el desperdicio de plásticos de primer uso. Así, lograron que el 80% de sus envíos vayan en empaques de vidrio.
Cada emprendedor busca el modo de seguir creciendo, sin descuidar los aspectos ambientales y sociales, porque creen que ese es el modo de impulsar el cambio verdadero.
Comments