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Las empresas B elevan la vara y fijan estándares más ambiciosos en un contexto de crisis global

  • Foto del escritor: Equipo OB
    Equipo OB
  • 5 jun
  • 5 Min. de lectura

Ámbito

Tras 19 años de historia, el movimiento B lanzó nuevos estándares para la Certificación de Empresas B, con el objetivo de impulsar la acción empresarial frente a los problemas sociales y ambientales más críticos del mundo. “Nuevamente volvemos a elevar la vara porque la crisis global, ambiental y social requiere altas exigencias y la comunidad empresas B no puede quedarse a mitad de camino”, define Marina Arias, directora Ejecutiva de Sistema B Argentina.


A medida que la crisis climática se intensifica y crecen las desigualdades sociales, los nuevos estándares brindan a las empresas claridad sobre cómo pueden tomar medidas significativas y tangibles frente a los problemas que enfrentan las personas y el planeta. Con este anuncio, B Lab eleva la vara para todas las empresas en el mundo, y también para las Empresas B, que están liderando el camino. En suma, los nuevos estándares funcionan como una guía de código abierto para líderes empresariales y están disponibles de forma libre en la plataforma B Impact.


En una entrevista con Ámbito, Arias reflexiona sobre el sistema B, la importancia de los nuevos estándares en un contexto como el actual y la necesidad de un cambio de paradigma en la economía. La ejecutiva además explica que el movimiento B es para todas las empresas que tengan fuerte voluntad de transformación. “Una de las premisas que tenemos es estar abiertos al cambio y creer que todos pueden transformarse”, explica.


¿Toda empresa puede ser B?

La primera respuesta es sí, salvo que estemos hablando de cosas muy controversiales. Cualquier empresa se puede transformar y puede ser una empresa B. Hay lugar para todas. Lo que en muchos casos se necesita es una transformación profunda, pero todas tienen esa posibilidad. Primero hay que manifestar la voluntad y estar dispuesto a hacerlo.


¿Tienen un listado de empresas que están vetadas?

Tenemos un listado de empresas controversiales. No queremos que desaparezca una empresa que la sociedad considera hoy que es mala, pero que le compra todo el tiempo. Lo que queremos es que se transforme. Desde el movimiento B, una de las premisas que tenemos es justamente estar abiertos al cambio y creer que todos pueden transformarse. No hace falta eliminar a nadie, sino impulsar una profunda transformación.


¿Cómo surgen estos nuevos estándares?

Fue un desafío enorme. Hace 4 años que se viene trabajando en el desarrollo de los nuevos estándares, donde hubo consultas públicas a todos los actores involucrados. Realmente fue un proceso enorme en todo el mundo, donde fueron parte las empresas B, las empresas no B, el sector público, la academia, los mismos equipos de todo el mundo.


¿Cuáles son los nuevos estándares?

Los nuevos estándares vuelven a elevar la vara. Desde 2012 que surge Sistema B como tal, y con casi 10.000 empresas en el mundo, estamos para subir el escalón. La crisis global, ambiental y social requiere altas exigencias y la comunidad empresas B no puede quedarse a mitad de camino.


¿Cómo se puede graficar el cambio?

Teníamos cinco áreas de impacto y hoy tenemos siete áreas de impacto que están mucho más claras y alineadas con la agenda actual. Para certificar, necesitás altos estándares en todas las áreas. Es un sistema binario: pasa o no pasa. Si no cumplís en todas, no sos empresa B. Ese es el gran cambio.


¿Cada cuánto se recertifica una empresa?

Cada tres años recertifica una empresa. Son procesos muy largos. Es imposible que una empresa pueda certificar con todo lo que eso significa y después recertificar al año siguiente pidiéndole mejoras continuas.


¿Desde cuándo se aplicarán los nuevos estándares?

Las empresas que tengan que recertificar o certificar a partir de 2026 lo harán con los nuevos estándares. Hoy los estándares están visibles, se pueden recorrer y se puede hacer una autoevaluación, pero todavía no están habilitados para certificar.


¿Cuál es la respuesta de la comunidad B?

Por supuesto que es un desafío, pero las empresas B están comprometidas. Hace tiempo que les venimos avisando que estos estándares van a estar. Estuvieron incluidas en todos los procesos y están a la expectativa de poder cumplirlos. Nosotros como organización también estamos dispuestos a acompañar ese proceso.


¿Puede haber menos empresas B?

Por ahora no tenemos visibilidad de una merma. Quizás sí, por los requisitos más altos. Pero el movimiento B busca un cambio en el paradigma económico, no que todas sean empresas certificadas. Que los estándares suban y que las empresas B sean faro de cómo necesitamos hacer las cosas es clave.


¿Va más allá del sello?

Totalmente. El sello hoy nos sirve para demostrar que es posible en un momento donde el greenwashing todavía levanta banderas, aunque cada vez se caen más. Hoy vivimos un momento de sinceramiento sobre dónde estamos parados y eso es positivo.


¿Cómo viven que algunas administraciones descrean del cambio climático y la sustentabilidad?

Este movimiento, y muchos de los que trabajamos en esta línea, buscamos un cambio profundo en el paradigma. No es una moda, ni algo que dura cuatro años. Es importante entender que la empresa debe funcionar, pero no a costa de todo. Debe entenderse como un actor social. No vamos a dar medio paso atrás. Vamos a seguir avanzando hacia ese cambio profundo, más allá de las diferencias coyunturales.


Los nuevos estándares para las Empresas B

Los nuevos estándares, la séptima versión desde la fundación de B Lab, se basan en el éxito del Movimiento B a nivel global. Con casi 10.000 Empresas B en 102 países, que emplean a casi un millón de trabajadores en 160 industrias, resulta necesario que la Certificación B siga siendo una guía para el sector privado en un contexto cada vez más desafiante.


B Lab presenta nuevos requisitos que todas las Empresas B deben cumplir en siete Temas de Impacto críticos, abandonando el sistema de puntuación acumulativa. Ahora se requiere gestión integral del impacto como condición excluyente para alcanzar la certificación.


Las Empresas B deben cumplir con altos estándares de desempeño en los siguientes siete Temas de Impacto:

  1. Gobernanza de las Partes Interesadas y Propósito: actuar con un propósito definido e integrar esa gobernanza en la toma de decisiones.

  2. Acción Climática: desarrollar un plan para limitar el calentamiento global a 1,5°C, incluyendo objetivos validados en grandes empresas.

  3. Derechos Humanos: identificar y mitigar impactos negativos en derechos humanos dentro de sus operaciones y cadenas de valor.

  4. Trabajo Justo: ofrecer empleos de calidad, con prácticas salariales justas y culturas laborales positivas.

  5. Circularidad y Gestión Ambiental: evaluar y reducir su impacto ambiental en operaciones y cadena de valor.

  6. Justicia, Equidad, Diversidad e Inclusión: fomentar ambientes inclusivos y contribuir a comunidades justas y equitativas.

  7. Asuntos Gubernamentales y Acción Colectiva: impulsar cambios sistémicos, promover políticas con impacto positivo y publicar informes fiscales en empresas grandes.

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