Cronista.
Mientras calienta motores para lanzar en junio su primer vehículo eléctrico en la Argentina, Mercedes-Benz piso el acelerador en las SUV, categoría que ya aporta el 60% de las ventas de autos de lujo de la automotriz alemana en el país. La marca de la estrella presentó en el mercado local la GLC, modelo de la que espera vender entre 15 y 20 unidades mensuales. El precio sugerido al público es de u$s 145.000 y competirá, en forma directa, contra productos como la BMW X3 y el AudiQ3.
En la Argentina, la GLC de Mercedes-Benz está disponible en versión 300 4Matic, con motor naftero y una potencia de 258 caballos de fuerza. Importada de Alemania, como es híbrida, no tendrá el 35% de carga arancelaria de los autos fabricados fuera del Mercosur, sino sólo el 5% al que se redujo el arancel para incentivar la venta de vehículos con este tipo de tecnología verde en el país. "Es un lanzamiento importantísimo para la marca en el mercado local", resaltó Roberto Gasparetti, managing director de Mercedes-Benz Cars Argentina. Dentro de un mercado que, según proyecciones de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), apunta a las 420.000 ventas al público -contra 407.532 de 2022, un 10,9% más que en 2021-, la automotriz alemana entregará a sus concesionarios un total de 1100 vehículos premium, contra 800 del año anterior. Del volumen facturado a la red, la marca calcula unos 900 patentamientos.
Los vehículos verdes, en cambio, experimentan un momento explosivo. El año pasado, las ventas de híbridos y eléctricos fueron record en el país, con 7849 unidades, un 33% más que en 2021 y 231,9% por encima de 2020, según datos de Acara.
Brasileño, Gasparetti está al frente de la división de autos de Mercedes-Benz en el país desde mediados de 2021. El segmento premium, calcula, no llegará a las 3000 unidades este año. "Hoy, es muy difícil estimar el tamaño del mercado argentino. Actualmente, está al 30% o el 40% de lo que podría ser. Tengo claro que no volverán a ser las 10.000 que hubo alguna vez. Pero sí podrían ser 6000 unidades anuales", describió.
Demanda hay, asegura. Y no sólo incentivada por la brecha entre el dólar oficial (al que se venden los autos) y el paralelo. La pandemia provocó un paréntesis en el lanzamiento de modelos, que la cadena global de abastecimiento tardó en satisfacer. Situación que, en la Argentina, se potenció por las restricciones de la economía local.
"En nuestro caso particular, lo que más afectó es que nuestras fábricas no daban abasto para todos los pedidos que había", explicó Gasparetti durante el lanzamiento de la GLC, realizado en el Golf Club de Pilar. Eso fue, por ejemplo, el factor principal que postergó la llegada de vehículos eléctricos de la marca al país. Mercedes-Benz, de hecho, había presentado en enero de 2020, el verano previo a la pandemia, el EQC, modelo que había elegido para el desembarco de su oferta eléctrica en la Argentina. Pero la fuerte demanda global que tuvo ese producto cuando el mundo volvió a arrancar después del Covid hizo que se priorizara la producción en los mercados de mayor volumen. Desde entonces, el modelo apuntado pasó a ser el EQA, cuyo lanzamiento ya se confirmó para el mes próximo.
Actualmente, el ingreso de productos para el mercado local está normalizado, aseguró Gasparetti. "Hasta hace dos meses, no nos autorizaban los ingresos. Pero esa fase ya pasó. Estamos en un proceso normal", minimiza. Otro factor doméstico que sí incide es el llamado "impuesto al lujo", que hoy afecta a los vehículos de pasajeros con valor al público por encima de los $ 8,4 millones (u$s 37.300 al tipo de cambio oficial).
"¿Cómo se gestiona eso? Vamos a lo más premium de la oferta. Ser más 'Mercedes luxury' que antes", respondió Gasparetti. El lanzamiento del EQA será un punto de inflexión para Mercedes-Benz Cars en la Argentina. "La marca tomó la decisión de ir totalmente a esa tecnología. A partir de 2025, todos sus nuevos lanzamientos deberán ser 100% eléctricos", describió el ejecutivo. "Tomaremos este tiempo para entender el mercado y preparar a nuestra red de concesionarios", agregó.
Una de las grandes incógnitas que hay en la Argentina en relación con esos productos es la falta de infraestructura. Con autonomía limitada -400 kilómetros, en el caso del EQA-, la disponibilidad de cargadores es una restricción concreta, a punto tal que otras marcas, como Audi y BMW, hicieron alianzas con empresas energéticas para montar redes de carga para sus clientes.
Mercedes-Benz, por ahora, no cargó esa ruta en su GPS. "Por el momento, no hay una estrategia desarrollada. Existen iniciativas en otros mercados. Pero, en la Argentina, comenzaremos con un volumen bajo. Y el modelo se venderá con un cargador Wallbox", explicó el piloto de su negocio local de autos. Gasparetti, no obstante, sabe que en algún momento será una decisión a tomar. "Queremos liderar el segmento de autos eléctricos en el futuro. Estamos en un período de transición", definió.
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