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No es solo ropa y tecnología: hay un boom de herramientas importadas y más baratas

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    Equipo OB
  • hace 14 horas
  • 3 Min. de lectura

iProfesional.


Con la apertura de importaciones, la reducción de aranceles, la eliminación del impuesto PAÍS y la cancelación de restricciones que pesaban sobre las importaciones tipo "Courier", las marcas extranjeras no tardaron en arribar al país e instalarse para competir con la industria local. Consolas de videojuegos, celulares, indumentaria y calzado fueron rápidamente adoptados por los consumidores, atraídos por sus bajos precios.


Pero esta llegada masiva de marcas extranjeras no solo se vio en la industria de la moda y la tecnología: también alcanzó a empresas del sector de la construcción. En términos industriales, la firma brasileña Casa do Construtor llegó al país en abril de este año para ofrecer alquiler de sus equipos. Esta opción resulta práctica tanto para obras de refacción personal como para empresas que no desean invertir grandes sumas en adquirir maquinaria.


De acuerdo a lo que anunció su director de franquicias, Bruno Arena, la inversión estimada para este primer año de operaciones fue de aproximadamente u$s500.000. Destacó el arribo como una "gran oportunidad" para el modelo de su negocio. Los precios de alquiler oscilan, según el porte de la maquinaria, entre $10.000 y $1.000.000, lo que representa una solución accesible y eficiente, especialmente en un contexto económico donde optimizar recursos es fundamental.


¿Cuál es la diferencia de precios?

En términos de comercialización masiva, DongCheng, la marca N°1 en herramientas profesionales de China, anunció su llegada al país a mediados de abril prometiendo "innovación, calidad y durabilidad". ¿Son sus precios competitivos en comparación con la industria local? En muchos casos, sí.


Por ejemplo, una amoladora angular eléctrica profesional de 1100W con 11.800 rpm y un año de garantía se consigue a $188.000. En Mercado Libre, una herramienta similar cuesta entre $236.280 y $335.499. Si bien una amoladora de uso hogareño puede estar casi un 50% más accesible, estas marcas están orientadas a un uso semi-profesional.


El taladro percutor de DongCheng, con un descuento del 17%, cuesta $83.963, según su página oficial. En cambio, uno similar de industria local puede alcanzar hasta $134.730.

De forma similar, a mediados de noviembre, la marca alemana Fischer inauguró una nueva sede en General Pacheco, invirtiendo más de u$s10 millones y fortaleciendo su presencia en el país. Sus productos comenzaron a distribuirse ampliamente, tanto en plataformas online como en ferreterías. Por ejemplo, 400 unidades de tarugos universales se venden a $20.000 en Mercado Libre. Aunque esta cifra no difiere mucho de otras marcas, algunas empresas prefieren Fischer por la confianza que inspira.


El anclaje químico para hormigón sí muestra una diferencia significativa: se ofrece a $33.499 frente a los $85.800 de otras marcas. Por su parte, Sika, la reconocida firma suiza, ya operaba en Argentina, pero amplió su presencia con nuevos productos y mejor distribución tras la apertura de importaciones. Además, abarató precios.


Sika vende selladores 1A Plus Purform de 300 ml a $18.970 y el pegamento para porcelanatos (30 kg) a $25.795, valores más bajos que antes de la quita de impuestos a las importaciones. En comparación con productos nacionales similares, Sika ofrece precios hasta 10% más baratos, ahorro atribuido en parte a la eliminación del Impuesto PAÍS y a la reducción de costos logísticos por menores restricciones aduaneras.


En promedio, las marcas importadas ofrecen herramientas hasta un 25% más baratas. Esto se debe, entre otras razones, a estructuras de costos más competitivas y menores costos laborales en sus países de origen, lo que les permite mantener precios más bajos que los de la industria nacional.

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