La Nación.
A tan solo 28 kilómetros de Punta del Este, José Ignacio, un pintoresco balneario pesquero en sus orígenes, ganó fama por ser un destino exclusivo en el mercado inmobiliario de Uruguay que no sólo atrae a los argentinos sino a turistas de todo el mundo que suelen hospedarse en casas ubicadas en barrios privados que combinan de manera perfecta la tranquilidad y el lujo.
Una conjunción que impulsa la demanda y una oferta de propiedades que cotizan en alza. De hecho cada vez más inversores norteamericanos y europeos miran a la zona para refugiar su capital en ladrillo. Aunque, los argentinos continúan siendo los principales compradores.
Sin ir más lejos, José Ignacio, representa aproximadamente el 11% de las ventas que registra el mercado inmobiliario de Punta del Este.
De qué se trata el land banking
Uno de los fenómenos por el que atraviesa la zona es el avance del negocio del land banking - una demanda que impulsa la compra tierra-. “Compran extensas parcelas de tierra con la intención de mantenerlas sin desarrollo a lo largo de un periodo prolongado”, relata Aldana Blizniuk Salaya, directora de Salaya Romera Propiedades Uruguay, quien agrega que esta estrategia se basa en la expectativa de que, con el tiempo, el valor de la tierra experimentará un incremento sustancial gracias al crecimiento y desarrollo continuo de la zona. De hecho, las propiedades defienden un valor de venta del metro cuadrado que ronda los US$1500, mientras que los terrenos ubicados en los barrios cerrados del balneario top, entre US$300 y US$750/m².
En un contexto de incertidumbre en los mercados financieros, el land banking se presenta como una opción atractiva . La estrategia de mantener tierras sin desarrollar brinda estabilidad en un panorama económico en constante movimiento. “El land banking es un fenómeno que se da en todas las ciudades que están en crecimiento. Hoy si bien hay muchas obras en Punta, en el futuro va a haber muchas más, porque la ciudad va en aumento y como es caro, conviene comprar tierras”, justifica el fenómeno Daniel Salaya, presidente de Salaya Romera. Por lo que, “es mucho más fácil tener tierra que tener propiedades que generan más impuestos y que se deterioran”, aclara.
“Esta táctica parte un poco de las tendencias de demanda presente y futuras, y ahí está el negocio: anticiparse a las variaciones demográficas de las ciudades. Cuando te adelantás a la tendencia es cuando mejor precio vas a conseguir”, afirma Luciano Caballero, gerente comercial del Grupo Fonte Uruguay. El especialista agrega que la oportunidad existe porque en José Ignacio la tierra es escasa y quien tenga la posibilidad de encontrarla en microzonas con proyectos en desarrollo siempre es un buen negocio.
“La razón por la que hay muchos inversores realizando esta táctica es porque el precio de la tierra siempre ha demostrado una curva ascendente y de forma permanente”, subraya Sandra Sofio, de la inmobiliaria Engel Volkers. A su vez, destaca que la mayoría de los compradores son empresarios del mundo financiero.
Las zonas y los precios
“Las tierras aumentaron alrededor del 10% por año desde la pandemia”, asegura Lucía Cánepa, titular de Cánepa en Punta del Este. La especialista añade que, además de José Ignacio, el land banking avanza en lugares cercanos a servicios como: en la ruta 104, con valores de venta de tierra sin fraccionar que rondan los US$100.000 la hectárea , mientras que los lotes de 4000 m² arrancan en los US$290.000.
Para quienes buscan opciones más accesibles, la zona de laguna Garzón, tiene tierras para fraccionar a partir de US$12.000 la hectárea y oferta ya fraccionada en lotes de cinco hectáreas a US$180.000, en promedio.
La oferta de barrios cerrados
Un negocio distinto es el de los barrios cerrados. Una tendencia que va en aumento en Punta del Este. “Por la seguridad, cada vez más personas prefieren vivir en estos sitios. José Ignacio se destaca por una serie de barrios privados que combinan de manera perfecta la tranquilidad con el lujo”, agrega Salaya Romera. En la misma línea, su colega Cánepa asegura que muchos uruguayos y argentinos optaron por este tipo de emprendimientos dentro de la ciudad con servicios para vivir todo el año y eso revalorizó también los lotes con opciones desde los US$70.
Los valores de las casas en José Ignacio
“José Ignacio tiene un encanto por el que todos los extranjeros caen rendidos a ese pueblo de pescadores, con toda la clase que alguien pueda buscar en un destino de costa playera”, afirma Sandra Sofio, de la inmobiliaria Engel Volkers que comercializa propiedades en la zona. Aldana Blizniuk Salaya afirma que el año pasado se iniciaron seis proyectos en la zona y se construyeron cerca de 45 casas, “25 de ellas ya están terminadas”, explica.
En cuanto a valores, la especialista afirma que no se consiguen propiedades por menos de US$1,5 millones y que, inclusive, hay casos que pueden llegar hasta los US$20 millones. “No hay mucha oferta, por lo que quien desee comprar va a tener que pagar un precio de mercado muy alto”, afirma y agrega que las propiedades en las famosas chacras se valúan en US$3 millones y, en estos casos, también pueden llegar a los US$20 millones”.
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