Lo que se dice en las mesas: dólar a $1.000 "cueste lo que cueste", la expectativa inflacionaria y las elecciones a la vista
- Equipo OB
- hace 22 horas
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Ámbito.
En la nueva vida poscepo, bautizada oficialmente como Fase III, el clima que se respira entre las mesas de operaciones es una especie de revival del “cueste lo que cueste” del banquero central italiano Mario Draghi como líder del BCE, que en términos del presidente Javier Milei y su equipo económico implica que lo único que importa es que la cotización del dólar caiga al piso de la amplia banda cambiaria de intervención fijada en $1.000 y $1.400. Entienden en los bunkers financieros que la meta de cortísimo plazo del binomio Milei-Caputo es evitar un salto del dólar para que no retroalimente las expectativas inflacionarias.
Una de las contracaras de esto es cierta presión sobre las tasas de interés, sobre todo, ante la parsimonia del Banco Central (BCRA) en el mercado de pases. Además, el empecinamiento para que el dólar caiga a menos de $1.000 tiene correlación con la advertencia oficial a los productores y exportadores agropecuarios de que liquiden cuanto antes porque en julio vuelven las retenciones a full, y en la flexibilización para inversores extranjeros. Pero qué viene de aquí en más, es la consulta más escuchada en los contactos punto a punto de las mesas.
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Ahí los más aviesos aconsejan releer, sobre todo la letra chica y apartados, del Staff Report del Fondo Monetario Internacional (FMI) que selló el nuevo acuerdo con Argentina. Y en esa línea de pensamiento, los más desconfiados retrucan que por lo que están viendo, es decir, la llamada preferencia revelada del Gobierno pareciera ir en otro camino que el programa EFF del Fondo. En particular, hacen hincapié en que tanto los lineamientos para la intervención cambiaria dentro de la banda como la promoción de aumentar la demanda de dinero, difieren de lo que están manifestando las huestes del Palacio de Hacienda como del BCRA, e incluso, el propio líder libertario.
Un operador de “call money” de un banco extranjero, replicando lo que señala un “paper” de 1816 explicó a colegas que, la Fase III parece que tendrá varias etapas, donde la prioridad de cortísimo plazo es revaluar la moneda, para luego machear con la hoja de ruta del Fondo.
Por ende, entre la opción de acumular reservas y desacelerar la inflación, con el fin de volver a niveles de riesgo país acordes con la puerta de entrada de los mercados voluntarios de deuda internacionales, el tándem Milei-Caputo prefiere ir por la desinflación que le augura más chances electorales para lo que viene. Por eso creen que el pensamiento oficial está en desinflar. Y en algo, están convenciendo al mercado que vislumbra un horizonte menor al 2% mensual entre el tercer y quinto bimestre del año.
Dólar “barato”, ganancias de “carry trade” y la Argentina de moda, son un combo que alentó a varios banqueros y gestores locales a participar de los eventos de la reunión del FMI y BM en Washington. En uno de los encuentros patrocinados por un banco de inversión global, los argentinos fueron asediados y ametrallados a preguntas y consultas sobre oportunidades con los activos financieros argentinos. Entre tanto cambio de figuritas, uno de los asediados tiró el dato que por primera vez en la era Milei, el BCRA había intervenido en el mercado de futuros de dólar cerrando marzo pasado con una posición vendida de casi u$s380 millones. Si se compara con las experiencias kirchneristas e incluso con la de Cambiemos, parece un vuelto, pero advirtió que debían entender que esto se dio antes del cierre del nuevo acuerdo con el FMI, que da cuenta que el BCRA no espera intervenir en futuros.
Del otro lado del DC, dos argentinos muy conocidos en el círculo rojo vernáculo, debatieron sobre Argentina, el economista Marcos Buscaglia y el politólogo Alejandro Catterberg (Poliarquía) en McLarty Associates, en una charla organizada por Kezia McKeague. Al finalizar, hubo casi una diáspora hacia uno de los eventos del IIF en el que participaba nada menos que el ya viejo conocido Secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, que anduvo unas horas por Baires a mediados de mes, para luego sorprender con el anuncio de la posibilidad de otorgar una línea de crédito a la Argentina vía el famoso fondo de estabilización de reservas (ESF, por sus siglas en inglés).
Como era de esperar colmado el evento del IIF con todas las planas mayores de la banca internacional, bajo el patrocinio de Swift, reunió a los responsables de la formulación de políticas y líderes financieros que se juntaron en Washington para las Reuniones de Primavera del FMI y BM. Todo arrancó con un "Desayuno con los medios" que preparó la escena del foro, presentando a Greg Ip de The Wall Street Journal y Saleha Mohsin de Bloomberg, en una animada conversación con el presidente y director ejecutivo de IIF, Tim Adams.
Luego Marcello Estevao del IIF lideró la discusión sobre las implicancias macroeconómicas y de mercado de las políticas de Trump en EEUU, la UE y China. De apertura, junto a Isabelle Mateos y Lago de BNP Paribas, Harry Newman de Swift, Helen (Hong) Qiao de Bank of America Merrill Lynch y Angel Ubide de Citadel, mientras que Alexis Crow de PwC, Wendy Cutler de la Asia Society y Erica York de Tax Foundation debatieron las consecuencias económicas y geopolíticas de los aranceles y las represalias.
Después vino uno de los platos fuertes. Scott Bessent, quien en su discurso de apertura antes de conversar con Tim Adams, destacó el enfoque de la administración Trump: "Estados Unidos Primero no significa solo Estados Unidos. Por el contrario, es un llamado a una colaboración más profunda y al respeto mutuo entre los socios comerciales". Después vino una avalancha de contrapuntos con el banquero central del Reino Unido, Andrew Bailey, la Comisionada Maria Luís Albuquerque de la Comisión Europea, el congresista French Hill, Presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de EEUU.
Luego de varias mesas redondas donde participaron entre otros, Arend Kapteyn de UBS, Christian Keller de Barclays, Mahmood Pradhan de Amundi, cerraron referentes de la banca central, destacándose la participación del argentino Vladimir Werning junto a su colega de Turquía Hatice Karahan y Philip Lane del Banco Central Europeo. En un coffee break algunos porteños comentaban el emprendimiento mediático de la segunda línea del equipo económico, Furiase, Vauthier y Nuñez que lanzaron un programa de streaming por el canal Carajo bautizado "Las tres anclas". Mucho no gusta que solo se comunique a través de estos canales y no haya conferencias de prensa, enriquecedoras al estilo Sturzenegger en el BCRA. Pero es lo que hay.
La elevada deuda y las elevadas tasas de interés están poniendo a prueba la resiliencia de las empresas a medida que aumentan los riesgos de refinanciación de las empresas y eso se percibió en los prolegómenos de la Reunión del FMI donde los expertos en cada reunión hicieron hincapié en la preparación para las crisis más que en la gestión de crisis. También se percibió preocupación por la divergencia entre el dólar y los bonos del Tesoro de EEUU en todos los contrapuntos.
Dos gestores locales de visita por el DC comentaron que sus pares de Wall Street les explicaron que uno de los fenómenos más inquietantes en los mercados financieros recientemente no ha sido solo la volatilidad, sino la inusual divergencia entre el comportamiento del dólar y los rendimientos de los bonos del Tesoro: mientras estos últimos repuntan, el dólar cae. Este patrón, raro en EEUU, suele observarse en economías emergentes durante las salidas de capitales.
Uno de ellos puso sobre la mesa el artículo de Martin Wolf en el Financial Times ("The economic consequences of a mad king"), en el que advierte que el verdadero riesgo no está solo en las políticas proteccionistas, sino en la forma arbitraria en la que se están tomando decisiones que socavan el sistema de comercio global.
Wolf escribió que “nadie puede creer sensatamente que esto va a reindustrializar a EEUU más bien paralizará los negocios, elevará los precios y frenará la economía”. Lo que sí fue muy comentado, tanto en el ambiente financiero como académico es la postulación del influyente economista Mohamed El-Erian como Rector de la Universidad de Cambridge.
En la otra vereda, en Oxford, se debatió el caso del canje de deuda de Costa de Marfil, enfocado en cómo los canjes de deuda por desarrollo podrían convertirse en una opción más convencional en la reestructuración de la deuda soberana. En 2024, Costa de Marfil puso en marcha un canje pionero de deuda por desarrollo, respaldado por el Banco Mundial, para reasignar 40 millones de euros en ahorros a la educación, de los cuales 20 millones se utilizaron para ampliar el espacio fiscal.
Según los expertos, se trata de una garantía basada en políticas de 500 millones de euros, la refinanciación de la costosa deuda comercial y el aprovechamiento de los marcos de seguimiento existentes para una aplicación eficiente. Este innovador acuerdo demuestra el potencial práctico de estos canjes para aliviar simultáneamente las presiones de la deuda y respaldar un desarrollo impactante. Para tenerlo presente, por las dudas.
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